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Esta fue la última cena de Ötzi, el misterioso Hombre de los Hielos
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SEGÚN UN ANÁLISIS DE LOS EXPERTOS DE EURAC

Esta fue la última cena de Ötzi, el misterioso Hombre de los Hielos

Varios expertos han llevado a cabo un análisis de la momia humana mejor conservada por medios naturales, con los que lograron saber en qué se basaba su alimentación

Foto: Este sería el aspecto real de Otzi. (CC)
Este sería el aspecto real de Otzi. (CC)

El 19 de septiembre de 1991, el matrimonio formado por los alpinistas alemanes Helmut y Erika Simon encontraban un cadáver en los Alpes de Ötztal, en la frontera de Austria e Italia. Asustados, llamaron a las autoridades para que investigarán qué había sucedido, pero lo que no sabían es que acababan de encontrar oro: se trataba de la momia humana natural más antigua de Europa, una joya que a día de hoy sigue dándonos claves de cómo se vivía en la Edad del Cobre.

Llamada cariñosamente Ötzi -por su lugar de descubrimiento-, desde hace 27 años, esta momia ha sido expuesta a toda una batería de estudios para tratar de saber todo lo posible sobre él. Ahora, el último trabajo que se ha llevado está enfocado, ni más ni menos, que a saber exactamente de qué se alimentaban los seres humanos hace 5.000 años. Y, tras un duro trabajo, los científicos del Instituto de investigación para el Estudio de Momias del Eurac han conseguido resultados.

Foto: Recreación del museo.

Después de descubrir cómo vestía, a qué se dedicaba o por qué murió, los científicos han conseguido determinar cómo se alimentaba Ötzi. Según explicó Frand Maixner, principal responsable de un estudio publicado en 'Current Biology', el conocido como el Hombre de los Hielos se dio un último festín de carne, además de destacar especialmente el alto contenido en grasa animal con el que contaba en su estómago, un órgano especialmente bien conservado hasta ahora.

Según los análisis realizados, su última comida fue a base de carne de íbice, cabra, ciervo rojo, un cereal denominado escanda y un tipo de helecho que, a la postre, ha resultado ser tóxico. Los expertos confirmaron que no esperaban encontrarse con una dieta tan grasa en alguien con más de 5.000 años de antigüedad, aunque aseguran que tiene toda la lógica, dado el lugar en el que vivía y su necesidad de tener que resistir al frío extremo que golpeaba a los Alpes.

Los análisis confirman que la carne que Ötzi consumió era en algunos casos fresca, mientras que en otros se había esperado a que se secase convenientemente. Pero lo que más dudas ha generado el consumo del helecho tóxico, sobre lo que existen varias teorías: la más plausible, que los parásitos que se han encontrado en su intestino confirmaran que sufría problemas intestinales y fuera un remedio natural para tratar de recuperarse, por lo que lo habría ingerido voluntariamente.

Sin embargo, también se ha planteado la opción de que este tipo de planta fuera consumido para purgarse, tal y como siguen haciendo algunos animales a día de hoy, o incluso que simplemente sirvieran para envolver algunos alimentos y que, al comerlos, lo hubiera consumido por accidente. Sin embargo, lo que está claro para los científicos es que "el Hombre de los Hielos sabía perfectamente que la grasa es una gran fuente de energía", en opinión del Eurac.

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Un trabajo nada sencillo

La labor para poder descubrir qué tipo de alimentos se ingerían hace 5.000 años no ha sido nada sencilla, pues en un primer momento, los expertos fueron incapaces de localizar el estómago. No sería hasta la realización de un tomografía computerizada cuando descubrirían que el órgano había ascendido varias decenas centímetros dentro del cuerpo humano, algo que había tenido lugar por el propio proceso de momificación, que había hecho que se desplazara de lugar.

Para la realización de este análisis, los expertos del Eurac han compaginado las pruebas realizadas a través de microscopio con varias técnicas moleculares de última generación y, a través de ellas, han conseguido saber cuál fue la última comida de Ötzi. Hace 5.000 años, el ser humano sabía muy bien lo que se hacía y cómo debía de alimentarse lo mejor posible dados los medios con los que contaba. A día de hoy, el Hombre de los Hielos sigue revelando todo tipo de misterios.

El 19 de septiembre de 1991, el matrimonio formado por los alpinistas alemanes Helmut y Erika Simon encontraban un cadáver en los Alpes de Ötztal, en la frontera de Austria e Italia. Asustados, llamaron a las autoridades para que investigarán qué había sucedido, pero lo que no sabían es que acababan de encontrar oro: se trataba de la momia humana natural más antigua de Europa, una joya que a día de hoy sigue dándonos claves de cómo se vivía en la Edad del Cobre.

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