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El nuevo Robinson: el hombre que ha vivido 30 años solo en una isla
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El nuevo Robinson: el hombre que ha vivido 30 años solo en una isla

Mafasumi Nagasaki huyó de la civilización para encontrar cobijo en una vida aislada con la única compañía de sí mismo

Foto: Mafasumi Nagasaki sonríe en su exilio. (Reuters)
Mafasumi Nagasaki sonríe en su exilio. (Reuters)

Un tipo barbudo y con cicatrices por todo el cuerpo discute con un balón de voleibol. Se trata de Chuck Noland, un naúfrago que llegó a la gran pantalla de la mano de Robert Zemeckis y del célebre actor Tom Hanks como adaptación del mito moderno del Robinson Crusoe, creado por el escritor británico Daniel Defoe, el cual rápidamente se convirtió en una novela universal y uno de los libros más leídos de toda la historia. ¿Cuánto de esto podría ser verdad y cuánto pura ficción? ¿Puede un hombre adaptarse en un entorno natural hostil, sobreponerse y salir adelante?

Mafasumi Nagasaki llegó a la isla de Sotobanari, en las islas Yaeyama, un archipiélago localizado al suroeste de Okinawa, Japón, en 1989 y vivió toda la vida en soledad hasta que se hizo conocido como "el ermitaño desnudo" cuando tenía 76 años. Hoy en día tiene 82 y le han obligado a desalojar el que ha sido su hogar después de casi 30 años. La isla es una de las pocas que permanecen desiertas en el país nipón, donde según los lugareños, nadie va a parar a sus costas, ni siquiera los pescadores.

Fue expulsado de la isla, alguien lo descubrió y vio que estaba muy débil

Nagasaki debe ser el único de todos los naúfragos voluntarios que han pasado décadas en una isla desierta, superando al australiano David Glasheen, quien celebra 21 años viviendo en la Isla de la Restauración, frente a las playas de Far North Queensland, en Australia. Después de estas tres décadas anclado a un pedazo de tierra en medio del Océano Pacífico, el japonés ha sido desalojado por las autoridades niponas. Según declaraciones de Álvaro Cerezo, explorador experto en naúfragos y director del proyecto Docastaway, a 'The New York Post', "fue expulsado de la isla, alguien lo descubrió y vio que estaba muy débil".

El único deseo de Nagasaki era morir en la isla a la que llamó hogar, y ahora parece que ya no lo va a poder cumplir. "Llamaron a la policía y lo llevaron de regreso a la civilización. Ni siquiera pudo mostrar su negativa a ser desalojado, ya que estaba francamente débil. Estoy seguro de que no le permitirán regresar", documenta el explorador. Cerezo asegura que desde que abandonó la isla, Nagasaki vive en la ciudad más cercana a ella, Ishigaki, a 60 kilómetros de distancia y en una casa proporcionada por el gobierno. "Su salud está bien, seguramente le entrara una gripe cuando lo sacaron de allí", informa Cerezo.

"No quiero moverme de aquí, haré lo que sea para proteger esta isla", le dijo a Cerezo según 'The New York Post'. "Arriesgaré mi vida para proteger esta isla. Nunca jamás he encontrado un paraíso como este. Nunca me he sentido triste, las cosas son mucho más reales aquí. No me iré aunque me convenzan de que fuera hay un lugar mejor. Todo lo que deseo lo puedo encontrar aquí, no necesito nada más", declaró. "Aunque el mundo cambie de repente, nunca me moveré de esta isla".

Una moraleja que extraer de todos aquellos que viven presos de las rutinas y entretenimientos vacuos de la gran ciudad. Una lección para el mundo de vivir al día sin preocuparse por nada. Es tan grande su ausencia de vanidad que ya no teme a la muerte, es más la está esperando: "No tengo opción, ya le dije a mi familia que moriré aquí. Mi deseo es hacerlo sin molestar a nadie. Quisiera morir asolado por un tifón para que nadie pudiera tratar de salvarme. Morir aquí es lo mejor, lo más perfecto", confesó.

En la civilización, la gente me trataba como a un idiota o me hacía sentir como un número. Aquí, en la isla, no me siento así

No está claro cómo fue a parar a la isla. Hace años, estuvo casado y existe la sospecha de que pueda tener un par de hijos, pero "no le gusta hablar de su pasado", tal y como reconoció Cerezo. Se cree que se dedicó a la fotografía antes de escapar del mundo civilizado, pero "no quiere hablar de ello". Un día, estaba trabajando en una fábrica de Osaka cuando un colega le habló de un misterioso archipiélago. Desde entonces, no se le ha quitado la idea de vivir al margen de la sociedad.

Una mañana de verano cogió un vuelo y vio desde el aire todo esa "horrible capa de contaminación" y quedó horrorizado. Alentado por ello, nada más llegar a tierra firme, preparó su macuto y decidió marcharse para no volver jamás. Al principio pensó que se quedaría dos años como máximo, pero ya han pasado casi 30 años y sigue allí si no fuera porque le han descubierto. "En la civilización, la gente me trataba como si fuera un idiota y me hacía sentir como un número. Aquí, en la isla, no me siento así", explicó. "No hago lo que la gente me pide que haga, simplemente sigo las reglas de la naturaleza. No puedes dominarla, así que no te queda más remedio que obedecerla por completo".

No puedes caminar desnudo si vives en sociedad. Aquí es diferente

Nagasaki pasó sus primeros años en la isla vestido, pero un tifón arrasó su humilde poblado y destruyó sus pocas pertenencias. Se dio cuenta de que llevar ropa no tenía ningún sentido y vivió desnudo desde entonces. "No puedes caminar desnudo si vives en sociedad. Sin embargo, aquí es al revés, ya que si te pones ropa te sientes completamente fuera de lugar", aseguró en 2012 a Reuters. La verdad, es que ha pasado el resto de su tiempo en la isla, desnudo y solo, dejó de comer cualquier tipo de carne y pescado y comenzó a alimentarse de huevos de tortuga. "He visto nacer a bebés tortuga y gatear hacia el mar. Se me pone la piel de gallina cada vez que lo veo y me hace pensar en lo maravillosa que es la vida". Lógicamente, no volvió a comer huevos de quelonios nunca más.

A pesar de estar solo y aparentemente no tener nada que hacer, Nagasaki sigue desde hace años una rutina estricta de fortalecimiento físico: limpia las playas cada mañana y entrena todos los días. "Nunca he visto una playa tan limpia como la suya", comenta Cerezo. "Fueron cinco días inolvidables y estoy muy agradecido de haber tenido la oportunidad de ver a través de sus ojos por última vez y disfrutar de esta isla preciosa".

Un tipo barbudo y con cicatrices por todo el cuerpo discute con un balón de voleibol. Se trata de Chuck Noland, un naúfrago que llegó a la gran pantalla de la mano de Robert Zemeckis y del célebre actor Tom Hanks como adaptación del mito moderno del Robinson Crusoe, creado por el escritor británico Daniel Defoe, el cual rápidamente se convirtió en una novela universal y uno de los libros más leídos de toda la historia. ¿Cuánto de esto podría ser verdad y cuánto pura ficción? ¿Puede un hombre adaptarse en un entorno natural hostil, sobreponerse y salir adelante?

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