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La mujer que fue denunciada "por gilipollas", ha sido absuelta
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la última historia viral con final inesperado

La mujer que fue denunciada "por gilipollas", ha sido absuelta

Una usuaria de Twitter ofrece un divertido relato sobre un presunto hurto de una clienta reincidente que montó un escándalo y que acabó absuelta

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Si has ido alguna vez a un bazar chino te habrás sentido perseguido y vigilado por los dueños del establecimiento. Que el local está blindado con cámaras y que su desconfianza a veces roza la exageración es conocido por todos.

Es por eso que la siguiente historia, contada por la usuaria @MenendezFaya en Twitter, es más sorprendente y atrevida todavía. Andrea, que así se llama la mujer que ha narrado los hechos sucedidos en su trabajo, se ha hecho viral con sus tuits, escritos "por aburrimiento".

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Todo por 0,75 céntimos

Esta trabajadora de una tienda dirigida por un jefe chino al que define como "majísimo y buena persona" asegura que la mujer a la que pillaron robando las plantillas (por valor de 0,75 céntimos) para los zapatos era reincidente y ya había sustraído varias cosas en otras ocasiones. "Esta señora cada vez que viene, roba. Por sistema. Y esta vez, delante de mi jefe, abre unas plantillas, se mete las dos en el zapato derecho y esconde el envoltorio", explica en uno de los tuits.

"Mi jefe le dice que qué hace y ella que nada. Le enseña el envoltorio y le dice: '¿y esto dónde está?' 'Eso digo yo, ¿por qué tenéis eso vacío ahí?', contesta ella", continúa. "Al chino se le hinchan los huevos y dice que va a llamar a la policía, la china hace un ruido en su idioma algo y lo confirma: 'señora, lo tengo grabado y voy a llamarla'
'Eso, llama, llama si tienes valor", atesora ella", sigue.

Tras la chulería y poca vergüenza de esta mujer a la que han pillado con las manos en la masa y que continúa provocando al jefe con "tú te crees que puedes llamar a la policía por... ¿Qué? ¿Un euro?", llega la patrulla y tras tomar declaración a cada uno de ellos, ella asegura que las plantillas que lleva son del año anterior y que están tan nuevas porque esos zapatos los usa poco.

Sigue negando el hurto hasta que el policía pregunta al dueño si quiere interponer una denuncia. Él dice que no, que solo quiere que la mujer pida disculpas. Entonces ella espeta: "Si no me denuncia él lo voy a denunciar yo por acoso". A lo que el agente, ya enfadado, responde: "Se acabó. La denuncio yo de oficio por caradura".

"Abren diligencias. La señora sigue poniéndose chula y le pide el teléfono a mi jefe. El policía dice que no tenga tanta cara encima que le roba de pedirle un móvil. Me lo pide a mí que le digo: 'Sí para quedarme sin él'. Se lo pide a una clienta y llama al marido", cuenta la tuitera. La historia continúa con una discusión en la que la señora se hace 'la tonta' y en la que asegura que "no la pueden detener por esa cantidad". La patrulla policial cada vez se enfada más tras la tomadura de pelo que ella intenta hacer hasta que llega el marido al grito de: "¿Qué está pasando aquí?".

Este amenaza al dueño del establecimiento y el policía asegura que si sigue comportándose así lo detendrá. Ella sigue inventándose la historia afirmando que el chino la había insultado, gritado y reído de ella. Algo que es falso como han visto los guardias en el vídeo. La policía les dice que el juicio se realizará el día 23 a las 9:00 de la mañana y la pareja dice que "van a llevar a sus mejores abogados", a lo que el guardia responde que no hace falta por un hurto de 0,75 céntimos. "Los vamos a llevar. Esto no queda así. No tienen pruebas", continúan ellos.

"En realidad tenemos el vídeo de cómo le retiramos las plantillas a la señora, seis testigos, y nuestra declaración", explica el policía. Y el señor, erre que erre contesta: "A ver, vamos a hablar". Muy enfadado, el otro agente abronca: "Se acabó, es que me están haciendo pasar por gilipollas ya. A juicio y se acabó".

El juicio

Tras la celebración, en la que la señora se presentó con dos abogados, su hijo, su marido y una amiga, y en la que el jefe de Andrea alucinaba por tanto despliegue se aseguraba que "solo se las estaba probando cuando el señor la atacó a gritos y que en ningún momento se negó a pagarlas pero que el jefe llamó a la policía, ella se puso nerviosa y se le olvidó que las llevaba puestas".

"Mi jefe declaró que era la quinta vez que la señora robaba en la tienda (que él supiera) y que le había enseñado ya todos los vídeos al policía, que por eso estaba atento, y que ella se puso 'chula' y dio el aviso". La jueza, tras leer la declaración, recordó a la señora que no podía mentir al tribunal y que según todos lo testigos, lo estaba haciendo. A lo que contesta: "Las mentiras ponen triste al niño Jesús y de mala hostia a las jueza".

"También le preguntó a mi jefe si reclamaba los 75 céntimos. Él dijo que solo quería que ella 'me pide me perdona'. La mujer entiende que el chino pide disculpas y dice: 'No le perdono'. Él mira a la jueza y responde: 'Que me pida ella a mi", sigue explicando en los tuits. El tribunal lo ha dejado visto para sentencia. Hasta el viernes no se sabe cómo acabará el relato que ha circulado por todas las redes sociales.

Andrea ha verificado la historia con las capturas de pantalla del chat donde comentaba lo que estaba pasando mietras sucedían los hechos. Jamás pensó que su hilo llegaría a tales extremos y pide que no se sepa qué tienda es por seguridad: "Joder, no pedimos tanto, que sabéis cómo es la gente y se va a llenar esto de niñatos robando plantillas, coño".

"No hay justicia"

Tras toda la historia que Andrea contaba con la chulesca señora que robó en su lugar de trabajo, han perdido la batalla. La señora ha sido absuelta. "Las cosas, aún así, transcurrieron tal cual las conté. La clave está, creemos en cuando le preguntaron si quería el dinero y mi jefe se ratificó en que solo quería el perdón", tuitea la joven.

"Nos comimos la chulería y sus mentiras. Entró en el local con todo su papo y nos hizo parecer tontos a todos. Ya sabes los españoles lo que es un fallo judicial. Welcome to Spain. Sinceramente tenía los tuits preparados para la victoria, pero la china no entiende nada, y cuando él llegue tampoco lo hará", añade.

Tras la llegada de su jefe, asegura que no es lo mismo que ella gane a que él renuncie a presentar más cargos. "Que mi jefe es guay de verdad, ¿vale? Y le reconoció al juez que las plantillas se pueden volver a vender y mira, que se compre aspirinas con los 75 céntimos. Niños, robar está feo. Y hacerlo a gente guay, más", concluye.

Si has ido alguna vez a un bazar chino te habrás sentido perseguido y vigilado por los dueños del establecimiento. Que el local está blindado con cámaras y que su desconfianza a veces roza la exageración es conocido por todos.

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