Sentarte derecho no te quita el dolor de espalda: así lo evitas de verdad
Si creías que adoptar una postura correcta conseguiría que dejaras de tener molestias en tu columna, estabas equivocado. Esto es lo que debes hacer
"¡Siéntate derecho o te dolerá la espalda!". ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? Seguramente muchas porque se ha utilizado como mantra durante varias generaciones. Ahora hay una gran cantidad de productos y métodos que te ayudarán a conseguir la postura perfecta: desde prótesis que se colocan en una silla, plantillas en los zapatos hasta aparatos que pitan si te encorvas.
La mayoría de las personas piensan que colocarse correctamente es beneficioso para su columna. Pero, según algunos expertos, no existe la posición perfecta, y, además, los últimos estudios sugieren que en realidad no te protegerá contra los dolores. Lo que importa no cómo te pongas, sino cómo te mueves.
"La postura no tiene que ver con lo bien que te sientas sino con cómo te mueves y llevas a cabo tu vida cotidiana", afirma el doctor George Salem, investigador de la Universidad del Sur de California, quien estudia cómo el movimiento afecta la salud y la calidad de vida a 'The Daily Mail'.
"Muchas de las investigaciones que la vinculan con el dolor son inexactas: no hay evidencias reales de que una mala postura cause problemas a largo plazo", explica Ashley James, portavoz de la Sociedad Colegiada de Fisioterapia y fisioterapeuta de salud ocupacional, que está investigando las causas de dolor lumbar en el lugar de trabajo.
Lo que sí importa es cuánto te quedas en la misma posición. Esto determina si tu postura te provocará o no dolencias
"Simplemente no es un problema tan grande como creemos que es. Mira a la población en general: todos tienen una ligeramente diferente y no todos padecen molestias. Incluso estar encorvado puede estar bien. No hay ningún vínculo entre estar sentado con la espalda encorvada y desarrollar dolor de espalda", añade.
El dolor de los trabajadores
Es el segundo motivo más frecuente de consulta médica y una de las principales causas de baja laboral. Además, es tan común que aproximadamente el 80% de la población mundial lo padece en algún momento de su vida, según datos del American College of Rheumatology. Cuando no se corrige a tiempo, acaba por convertirse en crónico.
Más de la mitad de los trabajadores en España sufre esta afección, siendo un 86% de afectados los que aseguran que las dolencias se agravan gradualmente debido a las condiciones laborales. Estos datos, recogidos por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, indican que el porcentaje de trabajadores perjudicados por el dolor de espalda se sitúa en un 50,3%, siendo las mujeres otro de los grupos más damnificados por este tipo de problemas, que generalmente están propiciados por lumbalgias y ciáticas.
El tiempo es la clave
En un estudio de doce semanas, publicado en 'BMC Musculoskeletal Disorders', a un grupo de sesenta personas le colocaron sensores de movimiento que midieron la curvatura de su columna vertebral y el movimiento en su pelvis mientras realizaban cinco tareas diferentes. Los investigadores no encontraron ninguna correlación entre su postura y la posibilidad de tener dolor lumbar.
Lo que sí importa es cuánto te quedas en la misma posición. Esto determina si tu postura te provocará o no dolencias. No es la forma en la que estás, sino el tiempo que pasas así. Es algo que se aplicaría incluso si te colocaras de pie y te pusieras perfectamente.
Cómo solucionarlo
Si tu dolor ha comenzado hace poco, ni siquiera hay necesidad de ir al médico o tomar una pastilla; un masaje, o practicar a menudo ejercicio o yoga, solucionarán de inmediato este problema. James asegura que el mejor consejo que debes seguir para evitarlo es seguir moviéndote.
La postura no se trata solo de cómo te sientas, sino de cómo te mueves y llevas a cabo tu vida cotidiana
Además, explica que hay un grupo muscular que no debes trabajar en estos casos: los centrales (alrededor del abdomen, pelvis y espalda). "La fuerza en el núcleo es beneficiosa, pero no es la panacea para este tipo de dolencia. En algunos casos, puede retrasar la recuperación porque después de una lesión o tensión, los músculos se engarrotan o 'encienden' como mecanismo de protección del cuerpo para protegerlo de un daño mayor. Es por eso que andas rígidamente", explica.
Este engranaje de defensa consiste en que las terminaciones nerviosas, llamadas nociceptores, reaccionan a la presión y el calor. "Si te sientas en una posición durante mucho tiempo, estos detectan la compresión y envían mensajes a la columna y al cerebro para que te sientas incómodo", dice Ashley. "Haciendo un trabajo básico puedes activarlos más, lo que aumentaría ese movimiento deficiente y empeoraría las cosas. Así que realizarlo es bueno como prevención para ayudar a proteger la espalda del daño, pero no como tratamiento", añade.
"¡Siéntate derecho o te dolerá la espalda!". ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? Seguramente muchas porque se ha utilizado como mantra durante varias generaciones. Ahora hay una gran cantidad de productos y métodos que te ayudarán a conseguir la postura perfecta: desde prótesis que se colocan en una silla, plantillas en los zapatos hasta aparatos que pitan si te encorvas.