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El truco definitivo para recordar algo que creías haber olvidado
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El truco definitivo para recordar algo que creías haber olvidado

A veces la memoria juega malas pasadas. Si no quieres que nada desaparezca de tu mente, procura guardar silencio ante todo

Foto: Foto: iStock.
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"Lo tengo en la punta de la lengua". El famoso dicho que se refiere a ese particular momento en el que estás a punto de decir un nombre o un dato pero que, por más que lo intentas, eres incapaz de acordarte. De repente, algo que conoces perfectamente se traba en tu paladar y eres incapaz de seguir. No es que no lo recuerdes, es que no termina de salir, tienes todas las pistas pero el esfuerzo es inútil. Normalmente, este tipo de fallos de memoria derivan en un rápido y emergente recuerdo posterior que aparece minutos después de haber hecho el esfuerzo.

Reconócelo: la memoria te juega muy malas pasadas y, por qué no, es muy divertida. A veces, cuanto más tratas de acordarte de algo, más se aleja el recuerdo de ti. De igual forma, un día estás sumido en tu rutina diaria y casi sin que te des cuenta te viene a la cabeza algo procedente de un pasado muy remoto del que ya ni siquiera tenías constancia y al que por mucho que te esfuerces, no podrás volver.

Creemos que el silencio y la tranquilidad son beneficiosas para la memoria porque fortalecen los recuerdos nuevos del cerebro

Los investigadores escoceses de la Universidad de Heriot-Watt creen que han descubierto una conexión entre lo bien que recordamos algo y las condiciones bajo las cuales se formó la memoria original. Sus consejos podrían servir para reforzar el apartado del cerebro dedicado a la memoria con resultados sorprendentes. El estudio, publicado en la revista 'Scientific Reports', intentó determinar si los momentos inmediatamente posteriores a un evento pueden afectar a la calidad del recuerdo que se forma a partir de él. Lo que descubrieron fue que los entornos tranquilos contribuyen a una retención de la memoria mucho mejor que los de ruido y que son esos momentos de silencio los que realmente ayudan a congelar los recuerdos y fortalecerlos, lo que les permite ser recordados con mejor lujo de detalles en un futuro posterior.

"Creemos que el silencio y la tranquilidad son beneficiosas para la memoria porque fortalecen nuevos recuerdos en el cerebro, y posiblemente respalda su reactivación automática", explica para 'The New York Post' Michael Craig, director de la investigación. "Sin embargo, no sabemos exactamente cómo funciona este refuerzo de la memoria relacionado con la tranquilidad. Específicamente, se desconoce si solo nos permite retener más información o si también ayuda a conservar recuerdos más detallados". Por ello, si te encuentras en uno de esos instantes mágicos en los que deseas que el tiempo no pase por nada del mundo y quieres retenerlo en tu cabeza, procura ante todo guardar silencio.

placeholder Una habitación llena de post-its a falta de memoria. (iStock)
Una habitación llena de post-its a falta de memoria. (iStock)

Para probar sus hipótesis, los expertos idearon una prueba de memoria diseñada específicamente para discernir y diferenciar estos dos conceptos: cómo de bien se almacenaba el pensamiento en el cerebro de una persona y cómo de detallada era la memoria en sí misma. Rápidamente, descubrieron que la tranquilidad y el silencio en los momentos posteriores a la prueba permitían a los participantes seleccionar pequeñas sutilezas y recordarlas más tarde, sugiriendo que la memoria había sido almacenada con mayor detalle que en aquellos que no obtuvieron el privilegio de descansar después de la prueba.

En el futuro, los investigadores planean trabajar para determinar la razón exacta por la que el sosiego y el silencio parece deparar mejores recuerdos. Para salir de dudas, planean usar un electroencefalograma para mapear la actividad de los cerebros de los participantes durante y después de la prueba para determinar qué áreas son las responsables de este curioso efecto y comprobar si el cerebro reacciona espontáneamente a los recuerdos durante periodos de calma para poder fortalecerlos.

"Lo tengo en la punta de la lengua". El famoso dicho que se refiere a ese particular momento en el que estás a punto de decir un nombre o un dato pero que, por más que lo intentas, eres incapaz de acordarte. De repente, algo que conoces perfectamente se traba en tu paladar y eres incapaz de seguir. No es que no lo recuerdes, es que no termina de salir, tienes todas las pistas pero el esfuerzo es inútil. Normalmente, este tipo de fallos de memoria derivan en un rápido y emergente recuerdo posterior que aparece minutos después de haber hecho el esfuerzo.

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