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Así se transforma tu cuerpo en cuanto dejas de beber alcohol
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Así se transforma tu cuerpo en cuanto dejas de beber alcohol

Jelly Devote es una instagramer que ha realizado un simple cambio en su vida para adelgazar: ya no toma copas, cerveza o vino y en su lugar consume más agua

Foto: Jelly Devote. (Instagram)
Jelly Devote. (Instagram)

Tomarse unas cañas después del trabajo, un vinito en la cena, unas copas el fin de semana... ¿quién no bebe alcohol de vez en cuando, por poco que sea? Quizá dejarás de hacerlo si estás tratando de tener un cuerpo escultural como el de Jelly Devote. Esta 'influencer' salía a beber con sus amigos al menos tres veces a la semana y sufría uertes resacas con la misma frecuencia.

"No sé cuánto bebía, solo que era mucha cantidad", asegura sobre su afinidad a la cerveza y la sidra a 'Prevention'. Con 27 años ha reducido su ingesta a un vaso o dos de vino o champán cada dos semanas y los efectos han sido sorprendentes, tal y como puede verse en su foto de Instagram donde ha publicado el antes y el después de esta transformación.

Foto: Stop. (iStock)

Cambio radical

Las imágenes acumulan más de 14.000 'me gusta' en la red social en pocos días. En el pie de foto asegura que sigue un estilo de vida equilibrado, el polo opuesto a sus viejas costumbres. Devote era en gran parte sedentaria. Se alimentaba de comida procesada como patatas fritas, carnes empanadas, salsas grasientas, hamburguesas y refrescos. "Ni una sola verdura", asegura. "Todo lo que hacía era salir de fiesta, pasarlo bien y tumbarme en el sofá", añade.

Cuando cumplió 21 años, una foto en bikini donde salía poco favorecida la llevó a considerar empezar a hacer ejercicio. Por la misma época, su abuela, que la había mimado con dulces, mencionó de su aumento de peso.

"Ese fue el momento en que decidí que las cosas tenían que cambiar", comenta Devote, quien comenzó a entrenar en casa poco después. Alentada por su pérdida de peso inicial en las primeras semanas, después se centró en su ingesta excesiva de alcohol: "Es simplemente imposible tener un cuerpo y mente saludables tomando tanto", explica.

Somos agua

Además de cambiar el alcohol por el agua, siempre está hidratándose. También modificó el resto de su dieta, pasando de tres comidas grandes por día a cinco o seis pequeñas compuestas de verduras de hoja verde, grasas saludables y proteínas. Siempre deja espacio para tomar alguna golosina como un donut ocasional. Tras cuatro meses poniéndole empeño, perdió aproximadamente 14 kilos.

No sé cuánto bebía, solo que era mucha cantidad

A pesar de que ha tenido algunos altibajos, como una lesión en la espalda que amenazó su motivación para hacer ejercicio hace varios años, siempre se ha recuperado con una nueva determinación. "Cuando me arrastro de nuevo al gimnasio, me vuelvo a enamorar del 'fitness' y lo disfruto más que nunca", explica esta 'instagramer', que aprendió a olvidar sus complejos. "Lo más importante es que ya no me odio a mí misma", escribió en un post.

Aunque tenga más de 581.000 seguidores, ahora pasa la mayor parte de su tiempo viajando y continúa bebiendo con moderación. "He conseguido el equilibrio", escribe. Entrena cuando puede, generalmente cinco veces a la semana, en su habitación de hotel usando una banda de resistencia portátil o su mochila como peso. "Hay tantos cambios en cómo me veo, cómo me siento y cómo vivo mi vida que nunca me he sentido mejor", concluye.

Tomarse unas cañas después del trabajo, un vinito en la cena, unas copas el fin de semana... ¿quién no bebe alcohol de vez en cuando, por poco que sea? Quizá dejarás de hacerlo si estás tratando de tener un cuerpo escultural como el de Jelly Devote. Esta 'influencer' salía a beber con sus amigos al menos tres veces a la semana y sufría uertes resacas con la misma frecuencia.

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