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Los nuevos cánones de belleza femeninos y por qué es imposible imitarlos
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Los nuevos cánones de belleza femeninos y por qué es imposible imitarlos

Un estudio advierte que ya no solo se persigue un modelo de belleza femenina muy delgada, sino que además deben tener los músculos de abdomen y glúteos muy marcados

Foto: "Fitspiration", ¿una nueva esclavitud de la imagen? (iStock)
"Fitspiration", ¿una nueva esclavitud de la imagen? (iStock)

Hay abundante información y reflexión sobre las poco realistas expectativas de belleza que se impone a las mujeres. Actrices, modelos y celebridades televisivas están extremadamente delgadas, lo cual genera un efecto muy negativo en los hábitos alimenticios y en la autoestima de innumerables mujeres. Pero en los últimos años se ha ido un paso más allá, el modelo de belleza impuesto no solo es muy delgado, sino que además es musculoso. Esta es la tesis de la que parten las profesoras Frances Bozsik, de la Universidad de Misuri y Brooke L. Bennet, de la Universidad de Hawai, en ‘The Conversation’.

Muchas mujeres son conscientes de la diferencia entre sus cuerpos y la tremenda delgadez de sus modelos. Esta disimilitud se identificó por primera vez en 1980 en un estudio que comparaba las medidas de las personas de la calle con las de personalidades eminentes, como mises o protagonistas de las páginas centrales de revistas como ‘Playboy’. Los autores del estudio hallaron que mientras las medias de las mujeres “normales” no habían dejado de aumentar entre 1959 y 1978, las de las que aparecían en los medios cada vez eran más delgadas.

Los moradores del lugar, que preferían a mujeres más grandes, cambiaron sus gustos después de ver los medios de comunicación occidentales

Esto es relevante porque, sobre todo entre las mujeres, compararse con otros cuerpos delgados genera incomodidad con el propio cuerpo, lo que a su vez contribuye a estados de ánimo bajos y pérdida de autoestima. Aquellas que aspirasen a imitar esas figuras estilizadas podían acabar en una espiral peligrosa de alimentarse deficientemente o incluso de vomitar lo ingerido.

En un estudio de 2002, se expuso a los habitantes de la isla de Fidji a programas de televisión occidentales. Hasta la fecha, los moradores del lugar habían preferido mujeres más grandes, asociándolo a una señal de salud. Pero tras ver como modelos a las mujeres de los programas televisivos, las habitantes del lugar empezaron a padecer desórdenes alimentarios.

Mientras los mensajes de los medios prosiguen presionando a las mujeres para que cambien sus cuerpos, las plataformas que se utilizan para consumir esos mismos medios están cambiando. En los últimos años, las redes sociales han eclosionado. En muchas de esas redes las personas pueden elegir qué tipo de contenidos seguir y cuáles les gustan. Plataformas como Facebook o Instagram usan esa información y alimentan con ella un algoritmo que mediatiza el contenido que esos usuarios ven.

Músculos y belleza

Uno de los temas que ha ganado adeptos es la ‘fitspiration’ o inspiración para estar en forma. Son fotografías o vídeos en los que se ve a las mujeres en poses que privilegian la exposición de los músculos, como el abdomen o los glúteos. De ese modo, parece que están promocionando el ejercicio sano, pero si se analizan los textos que acompañan a las imágenes, se puede observar que muchas veces incluyen mensajes que se centran en la imagen del cuerpo y en nada más. ¿Es este cuerpo musculado el nuevo ideal de belleza?

Las doctoras Bozsik y Bennet hicieron su propio estudio. En él observaron cómo las menores de 15 años elegían como modelo a las más musculadas y delgadas. Una circunstancia que hace temer a las autoras que estemos ante otra idea tóxica sobre el modelo femenino que genere más insatisfacción y trastornos.

Hay abundante información y reflexión sobre las poco realistas expectativas de belleza que se impone a las mujeres. Actrices, modelos y celebridades televisivas están extremadamente delgadas, lo cual genera un efecto muy negativo en los hábitos alimenticios y en la autoestima de innumerables mujeres. Pero en los últimos años se ha ido un paso más allá, el modelo de belleza impuesto no solo es muy delgado, sino que además es musculoso. Esta es la tesis de la que parten las profesoras Frances Bozsik, de la Universidad de Misuri y Brooke L. Bennet, de la Universidad de Hawai, en ‘The Conversation’.

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