Es noticia
La mujer de 19 años que desató el caos tras ofrecer sexo gratis
  1. Alma, Corazón, Vida
POR UN PUÑADO DE SEGUIDORES

La mujer de 19 años que desató el caos tras ofrecer sexo gratis

"Que alguien venga a por mí...". Miss Ye, de 18 años, es encarcelada 15 días por ofrecer servicios sexuales gratuitos a todo aquel que se acercara a su habitación de hotel

Foto: Fotogramas del vídeo que Miss Ye publicó en sus redes sociales.
Fotogramas del vídeo que Miss Ye publicó en sus redes sociales.

Se llama Miss Ye, tiene 19 años y ofrece sexo gratis a todo aquél que acuda a su hotel. Lo que parece una broma de mal gusto perpetrada contra una postadolescente, pasa por ser una muestra más del mundo tan loco e hipersexualizado en el que vivimos. Como en casi todas las historias sobre jóvenes problemáticos sumidos en conflictos de índole sexual, las redes sociales funcionan como altavoz y amplificador de todo el asunto. Esta no es una excepción. Así, la policía aterrizó el pasado 1 de marzo a las 10 de la noche en el recibidor de un hotel de Sanya Haitang Bay, una localidad en la isla de Hainan al sur de China, por un extraño caso de publicidad sexual.

“Que alguien venga a por mí… sexo gratis”. Una publicación en la popular red social Weibo (el equivalente a Twitter en China) acompañada de cuatro cifras: 6316. Horas después, una marabunta de gente de casi 3.000 personas, según apuntan las estimaciones de los medios de comunicación chinos, irrumpió en las puertas del hotel 'Double Tree' de la cadena Hilton. Las llamadas a la recepción del hotel se sucedieron de forma intermitente para preguntar por la bella e ingenua muchacha de labios finos, cara aniñada y mirada inocente que había ofrecido una noche de sudor y desenfreno a través de las redes sociales a todo el que quisiera.

Los responsables del hotel tomaron la decisión de llamar a la policía, y para cuando llegó, la chica ya se había esfumado del lugar. Pero no correría tanta suerte, ya que al día siguiente sería arrestada en el hotel del aeropuerto internacional Sanya Phoenix por realizar publicidad sexual explícita, así como por alterar el orden establecido del hotel, informó 'The Daily Mail'. Miss Ye fue trasladada a prisión, donde ingresará por 15 días, y tendrá que pagar una multa total de 500 yuanes (64 euros).

Miss Ye en apuros

¡Estoy en camino! ¡Habitación 6316! ¡Aquí estoy!”. Diversos vídeos se esparcieron por móviles y redes sociales que filmaron la peregrinación de hombres de todas las edades al 'Double Tree' en torno a las ocho de la noche. Otros usuarios publicaron fotos con el letrero del número de habitación de la puerta que separaba a Miss Ye de sus anónimos admiradores. Estos últimos, por cierto, aseguraron que había cola para entrar en el cuarto de la joven.

La pornografía en China está prohibida con penas de prisión para quien produzca, venda o difunda "contenidos obscenos"

Según una declaración emitida por parte del hotel en rueda de prensa dos días después, la chica de 19 años pidió a los encargados del hotel que la escoltaran para salir del edificio y, una vez en el exterior, coger un taxi. La declaración también afirma que Miss Ye admitió ante la policía haber publicado de forma intencionada el mensaje, con el objetivo de atraer más seguidores a su blog. Horas más tarde del incidente, Weibo eliminó su cuenta de la red social.

placeholder Imagen del exterior del hotel Double Tree de la cadena Hilton en Sanya Haitang Bay.
Imagen del exterior del hotel Double Tree de la cadena Hilton en Sanya Haitang Bay.

“Contaminación espiritual”

Los motivos que llevaron a la joven a hacerlo no están nada claros. El medio de noticias chino ifeng.com asegura que la chica llegó desde Shangai al popular destino turístico Sanya Haitang Bay el 26 de febrero, es decir, dos días antes. No se sabe si sola o acompañada. Lo que si está claro, es que Miss Ye se arrepintió nada más ver las repercusiones de su trastada. Atemorizada, la joven comenzó a rogar a sus seguidores que no acudieran a su llamada en los comentarios de su propia publicación ya que todo se trataba de una simple broma.

“Contaminación espiritual”. De esta forma tan peculiar califica el Partido Comunista los contenidos pornográficos clandestinos que circulan por el país, ya sea en físico a través de revistas o cintas de VHS, como en soporte digital. La pornografía en China está totalmente prohibida según un reportaje de 'Quartz'. Aquellos que producen, diseminan o venden “materiales obscenos” podrían ser encarcelados de por vida de acuerdo a la legislación penal de la República Popular.

Foto: Khalifa y Amstrong en la foto que documenta su encuentro. (Instagram)

Es posible que la persecución establecida contra los contenidos pornográficos en China depare graves consecuencias para la educación y conducta de los jóvenes y, en general, para todos los ciudadanos del país oriental. Ante una situación de censura férrea, es más que probable que la respuesta a todos los impedimentos gubernamentales acarree un efecto contrario. Eso, sumado a la presión originada en los jóvenes por estar siempre a la última y tener un gran número de seguidores en las plataformas virtuales, han podido ser los detonantes de este curioso hecho cuya reacción por parte de las autoridades parece más que desmesurada. Demasiado ruido para tan pocas nueces, demasiado disgusto para la pobre Miss Ye y que, además, tenga que asimilarlo entre rejas.

Se llama Miss Ye, tiene 19 años y ofrece sexo gratis a todo aquél que acuda a su hotel. Lo que parece una broma de mal gusto perpetrada contra una postadolescente, pasa por ser una muestra más del mundo tan loco e hipersexualizado en el que vivimos. Como en casi todas las historias sobre jóvenes problemáticos sumidos en conflictos de índole sexual, las redes sociales funcionan como altavoz y amplificador de todo el asunto. Esta no es una excepción. Así, la policía aterrizó el pasado 1 de marzo a las 10 de la noche en el recibidor de un hotel de Sanya Haitang Bay, una localidad en la isla de Hainan al sur de China, por un extraño caso de publicidad sexual.

Virales Internacional Sucesos
El redactor recomienda