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El hombre con el hígado trasplantado que acabó una carrera en honor a su donante
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"ESPERO QUE CONCIENCIE SOBRE LA DONACIÓN DE ÓRGANOS"

El hombre con el hígado trasplantado que acabó una carrera en honor a su donante

Miguel Ángel no podía correr con el hígado trasplantado, pero se apuntó a una carrera para demostrar que había superado su enfermedad. Su historia ha emocionado en redes sociales

Foto: La historia de Miguel Ángel ha emocionado en redes sociales (@saus_m)
La historia de Miguel Ángel ha emocionado en redes sociales (@saus_m)

Llegó el último a la meta pero lo hizo con una sonrisa de oreja a oreja que encogió el corazón a todos los presentes. Miguel Ángel Ferriol era uno de los participantes de la primera carrera que organizó el Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, cuatro kilómetros que él terminó una hora y media más tarde que el resto de corredores. De hecho, poco antes de su llegada, la organización ya estaba quitando las vallas y guardando las medallas en sus cajas. Fue entonces cuando una mujer se acercó a Mar Saus, una de las voluntarias. “Perdona, aún queda un corredor que no ha llegado y es mi marido”, le suplicó. Su marido, Miguel Ángel, tenía el hígado trasplantado y apenas podía correr.

“En cuanto la mujer me dijo eso, dejé de quitar las vallas y corrí a buscarle una medalla”, relata Mar a El Confidencial. Para entonces, la carrera había terminado oficialmente y de las 600 personas que habían acudido ya solo quedaban unas 50, la mayoría organizadores y voluntarios. “Le fui diciendo a los demás que había un último corredor y cuando se enteró la organización, avisaron por el megáfono”.

"Corro por mi donante"

Así, y a contrarreloj, Mar y sus compañeros volvieron a colocar apresuradamente la cinta de llegada y a preparar el ansiado premio del último participante. A los cinco minutos, Miguel Ángel, ante la atenta mirada de los emocionados voluntarios, aparecía con “una sonrisa que no le cabía en la cara” y un importante mensaje en su camiseta: “Corro por mi donante”. Con los brazos en alto y el dorsal 531 en su camiseta, Miguel Ángel cumplía su propósito.

“Se había apuntado a la carrera para demostrarse que podía con todo y que había superado su enfermedad”, cuenta Mar, quien sembró la semilla que hizo posible este recibimiento. La estudiante de Medicina publicó su historia en Twitter hace un par de días. Una historia de superación que ya ha sido compartida más de 15.000 veces.

Se apuntó para demostrarse que podía con todo y que había superado su enfermedad

A su llegada, Miguel Ángel abrazó a su mujer visiblemente contento. “Estaba muy orgulloso”, recuerda Mar. “Hubo voluntarios que corrieron con él un tramo de la carrera y se lo agradeció muchísimo. Decía que eran sus ángeles”. Desde el Hospital Universitario Son Espases coinciden: “Fue un momento muy emocionante para todos los que estuvimos allí”.

placeholder Momento en el que a Miguel Ángel le colocan la medalla (@saus_m)
Momento en el que a Miguel Ángel le colocan la medalla (@saus_m)

Mar se apuntó como voluntaria a la carrera con un grupo de scouts y asegura que la experiencia es, sin duda, para repetir. “Se nos puso a todos la piel de gallina de ver lo orgulloso que estaba de sí mismo y la gratitud que mostraba por el apoyo. Él también ha ganado esta carrera”, cuenta. “Espero que la repercusión que ha tenido este hilo sirva para concienciar sobre la importancia de la donación de órganos y muchas más personas puedan vivir experiencias y momentos como este”.

Llegó el último a la meta pero lo hizo con una sonrisa de oreja a oreja que encogió el corazón a todos los presentes. Miguel Ángel Ferriol era uno de los participantes de la primera carrera que organizó el Hospital Son Espases de Palma de Mallorca, cuatro kilómetros que él terminó una hora y media más tarde que el resto de corredores. De hecho, poco antes de su llegada, la organización ya estaba quitando las vallas y guardando las medallas en sus cajas. Fue entonces cuando una mujer se acercó a Mar Saus, una de las voluntarias. “Perdona, aún queda un corredor que no ha llegado y es mi marido”, le suplicó. Su marido, Miguel Ángel, tenía el hígado trasplantado y apenas podía correr.

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