La mejor hora del día para comer carbohidratos sin engordar ni un gramo
Un nuevo estudio ha cambiado las reglas del juego, pues ha demostrado que cenar hidratos es menos malo a la hora de perder peso
Nos llevamos toda la vida guiando nutricionalmente con el dicho "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo". Es decir, que hay que ir reduciendo las calorías y la cantidad de comida que ingerimos a medida que va acabando el día. Sobre todo si hablamos de hidratos de carbono, pues contienen glucosa y como no gaste se acabará almacenando en forma de grasa. Además, está el tema del metabolismo, que se ralentiza al caer la tarde, lo que hace más dificil que lo que ingerimos a última hora se queme.
Pues ahora el doctor Michael Mosley echa por tierra esta creencia. El creador de la famosa dieta 5:2 ha revelado en el programa de televisión 'Trust Me I'm Doctor' (Créeme, soy médico), de la BBC, que cenar hidratos de carbono complejos, como pasta o pan, engorda menos que desayunar una tostada. ¿Cómo te quedas?
Olvídate del dicho "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo", al menos en lo que a ingesta de hidratos se refiere
Esto contrasta con lo que creían los expertos: que los carbohidratos deberían comerse en gran medida al comienzo del día, ya que el cuerpo tiene más tiempo para quemar la glucosa que estos liberan.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por el de la Universidad de Surrey, detallado por Mosley en dicho espacio, revela que comer carbohidratos por la noche provoca picos de azúcar en la sangre menos drásticos que la carga de carbohidratos en el desayuno, siempre y cuando la ingesta total de esa persona no contenga demasiados hidratos. El experto ha asegurado que las personas son consumen glúcidos con cabeza y evitan su consumo excesivo en las comidas no tienen por qué engordar ni un gramo si los toman por la noche.
Los hidratos se pueden comer por la noche
Los investigadores pidieron a unos voluntarios, en buen estado de salud, que comieran durante cinco días la mayor parte de su ingesta diaria de carbohidratos por la mañana, y otros cinco que lo hicieran por la noche. Todos los participantes del estudio ingirieron la misma cantidad de carbohidratos todos los días, y estaban incluidos el pan, la pasta y las verduras.
Durante los primeros cinco días, comieron la mayoría de estos alimentos para el desayuno, seguidos por cinco días de una dieta normal antes de pasar finalmente a un desayuno bajo en carbohidratos y una cena alta en carbohidratos durante los últimos cinco días.
Comer carbohidratos por la noche provoca picos de azúcar en la sangre menos drásticos que la carga de carbohidratos en el desayuno
"Siempre le he encontrado el sentido a que es bueno consumir carbohidratos si tenemos todo un día de actividad por delante, por eso es bueno que sea en el desayuno. Pero realmente no sabemos qué sucede si alguien sigue regularmente una dieta alta en carbohidratos por la noche. Nunca antes ha habido un estudio como este, y como científico estoy emocionado de ver lo que sucede", dijo el doctor Adam Collins, uno de los autores del estudio, también acudió al programa.
Los investigadores analizaron los niveles de azúcar en la sangre de los participantes a lo largo del estudio. Los resultados revelaron que un desayuno bajo en carbohidratos y una cena alta en estos, aumentaba la respuesta de glucosa del cuerpo en un promedio de 10,4 unidades. Mientras, comer muchos hidratos por la mañana y pocos por la noche incrementaba la respuesta de glucosa en 15,9 unidades.
Lo importante: las horas sin consumir hidratos
¿La explicación? Parece ser que lo que importa no es tanto cuándo comes hidratos sino la duración del período de "ayuno" sin estos, que precede a tu comida. Si ha pasado mucho tiempo desde tu última ingesta rica en carbohidratos, tu cuerpo estará más preparado para lidiar con ella. Esto ocurre de forma natural por las mañanas porque has estado toda la noche sin ingerir nada, "ayunando".
Parece ser que lo que importa no es tanto cuándo comes hidratos sino la duración del "ayuno" sin estos, que precede a tu siguiente comida
Este estudio, por tanto, sugiere que si bajas en carbohidratos la mayor parte del día, tendrás un efecto similar.
En otras palabras, que después de unos días de desayunos bajos en carbohidratos y cenas altas en estos, tu cuerpo se amolda y mejora al responder a una pesada carga de glúcidos por la noche.
Tras estos hallazgos, los primeros que llegan a esa conclusión, Collins ha iniciado un estudio mucho más grande, que con suerte brindará respuestas más definitivas. Mientras tanto, su consejo es que no te preocupes demasiado por la hora del día en el que ingieres hidratos, siempre y cuando lo hagas con cabeza y no te pases.
Se trata, como en todo en la vida, de compensar: si has consumido muchos glúcidos por la noche, intenta minimizarlos por la mañana. Por otro lado, si has tenido un montón de pan en el desayuno, no comas pasta esa noche.
Nos llevamos toda la vida guiando nutricionalmente con el dicho "desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo". Es decir, que hay que ir reduciendo las calorías y la cantidad de comida que ingerimos a medida que va acabando el día. Sobre todo si hablamos de hidratos de carbono, pues contienen glucosa y como no gaste se acabará almacenando en forma de grasa. Además, está el tema del metabolismo, que se ralentiza al caer la tarde, lo que hace más dificil que lo que ingerimos a última hora se queme.
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