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El potro, la postura sexual idónea para hombres que mandan
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"que te empotro"

El potro, la postura sexual idónea para hombres que mandan

Como pensamos mucho en ti y en tu salud sexual y sentimental, volvemos a la carga con una nueva posición que te encantará practicar, sobre todo si te gusta dominar

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Echabas de menos nuestras posturas del domingo, lo sabemos. Aunque tu pareja más. Lleva días pensando que dónde está aquella fiera que le hacía algo nuevo al acabar la semana. ¿No lo has notado?

Como pensamos mucho en ti y en tu salud sexual y sentimental, volvemos a la carga con una nueva posición. Te va a encantar seas como seas, pero más si eres hombre y te gusta dominar en la cama y si eres mujer y te va la sumisión.

La hemos bautizado como 'el potro'. No nos referimos al animal, sino al aparato de tortura que se usaba en el siglo XVI para castigar al acusado, que era atado de pies y manos a una superficie conectada a un torno. Este iba tirando de las extremidades en sentidos diferentes, dislocándolas o desmembrando al torturado.

La mujer se encuentra inmovilizada boca abajo, mientras el hombre le sujeta las manos mientras se produce la penetración desde atrás

Oye, no te asustes. Que hemos utilizado el símil por el simple hecho de que la persona que está abajo, en ese caso la mujer, está inmovilazada por el hombre, que se encuentra en la parte superior. Para que no se mueva también se puede atar a la fémina.

placeholder Potro del siglo XVI. (CC)
Potro del siglo XVI. (CC)

Da miedo con esta foto, pero prometemos que es muy placentera.

El funcionamiento de 'el potro'

El potro funciona de la siguiente manera. Ella se tumba boca abajo, con los brazos estirados por delante de su cabeza. Las piernas con un grado de separación de unos treinta centímetros como mucho.

El hombre estará sobre ella, sujetándole las manos con las suyas, e impidiendo su movimiento. Solo con esto, sin la penetración, ambos se excitarán sobremanera. Sobre todo si ambos están cómodos con ese juego de poder.

Está basada en el aparato de tortura que se usaba en el siglo XVI para castigar al acusado, que era atado a una superficie conectada a un torno

Un consejo de experto es poner un cojín bajo el pubis de ella, lo que elevará la cadera y facilitará la penetración. Esta postura incidirá en la pared vaginal, lo que maximizará el placer. El constante contacto con los glúteos llevará la excitación del hombre a otro nivel.

Lo podrás entender mejor con la siguiente imagen.

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¿La probarás?

Echabas de menos nuestras posturas del domingo, lo sabemos. Aunque tu pareja más. Lleva días pensando que dónde está aquella fiera que le hacía algo nuevo al acabar la semana. ¿No lo has notado?

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