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Es la mujer más interesante del mundo y así ha conseguido todo lo que ha querido
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los sueños sí se hacen realidad

Es la mujer más interesante del mundo y así ha conseguido todo lo que ha querido

Con 14 años se propuso estudiar en una buena universidad, ir a los Juegos Olímpicos, trabajar en la televisión, ser piloto de aviones y construir una cabaña de madera

Foto: Bonny Simi a los mandos de un avión.
Bonny Simi a los mandos de un avión.

¿Recuerdas cuando tenías 14 años? Es muy probable que los objetivos que te habías propuesto por aquella época se parezcan poco o nada al día a día que llevas ahora. Entra dentro de lo normal, o evolucionamos y nuestros propósitos cambian o bien la vida nos lleva por otros derroteros, pues no todo está siempre en nuestras manos. Sea como fuere, pocos, muy pocos consiguen mantenerse fieles al adolescente que una vez fueron. No es el caso Bonny Simi, que a esa edad escribió en una heterogénea lista de proyectos y hoy está a punto de cumplirlos todos.

A los 14 años Simi asistió a una conferencia del aventurero John Goodard. En ella el estadounidense contó que cuando no era más que un crío escribió en un papel todo lo que deseaba lograr en la vida. La llaman la “lista de deseos definitiva” y ahora entenderéis por qué. Entre las 127 metas que se propuso, estaban explorar el río Amazonas, escalar el Everest, montar en elefante, vevivir los viajes de Marco Polo, leer a Shakespeare, componer una obra musical, visitar todos los países del mundo, casarse, tener hijos e incluso visitar la Luna. En definitiva, una empresa imposible de alcanzar a menos que tengas la determinación de este particular Indiana Jones, quien murió en 2013 habiendo logrado la gran mayoría de sus objetivos: 109.

La gente habla de sueños que se hacen realidad, pero, ¿alguna vez se han detenido a pensar cuáles son los suyos?

“Todos los adultos que conocía se quejaban de lo mismo: 'Oh, si hubiera hecho esto o lo otro cuando era más joven'. Habían dejado escapar su propia vida. Estaba seguro que si lo planificaba, podría organizarme para vivir con emoción, diversión y conocimiento”. Aquellas palabras de Goodard resultaron ser determinantes en las decisiones de Simi. Tanto que lo que podría haber sido una tarea escolar fácil de olvidar se convirtió en un plan de futuro para su vida: estudiar en una buena universidad, ir a los Juegos Olímpicos, trabajar como comentarista en la televisión, convertirse en piloto de aviones y construir una cabaña de madera. Menos aspiraciones que las del aventurero, pero igual de variadas, eclécticas y complicadas de llevar a cabo.

Sin remordimientos

No es de extrañar que cuando alguien ve todo lo que Simi ha logrado, puede sentir una bofetada de realidad e incompetencia. “La gente habla de sueños que se hacen realidad, pero, ¿alguna vez se han detenido a pensar cuáles son los suyos?”, se pregunta en una entrevista a la revista de la Universidad de Stanford, institución a la que consiguió acceder a pesar de sus orígenes humildes. “Las personas solemos contenernos y pensar que no podemos hacer nada, ya sea por dinero o miedo. Yo, en cambio, quiero que te pongas en la tesitura y te preguntes: si tuvieses una garantía del 100% de tener éxito, ¿qué harías con tu vida?”.

Todos los adultos se quejaban de lo mismo: 'Si hubiera hecho esto cuando era más joven...'. Habían dejado escapar la vida

¿Cómo lo ha conseguido? No, no tiene superpoderes. Todo se debe a su deseo, tanto figurado como literal, de estrellarse una y otra vez. “Me propuse ser la mejor en las carreras de trineo. Así que me compré un billete de ida a Alemania y aprendí a base de golpes (52, para ser exactos) . Solo tienes que querer probar algo nuevo y estar dispuesto a fracasar”, señala en una entrevista del podcast 'Inflection Point'. “No estaba dispuesta a marcharme. Gracias a esa confianza, siguieron entrenándome, así hasta que me convertí en la mejor 'luger' (modalidad de trineo ligero) de EEUU”.

placeholder La bio no puede ser más larga.
La bio no puede ser más larga.

Asimismo, Simi anima a todo el mundo a perseguir varias metas a la vez, con tal de eliminar el riesgo de la desilusión. Mientras entrenaba para los Juegos Olímpicos, consiguió un trabajo de reportera en una televisión de San Francisco. El sueldo estable no solo le permitió entrenar como atleta olímpica, sino lograr el cuarto objetivo de su lista, es decir, aprender a volar: “Recuerdo entrar en la escuela de vuelo y literalmente no saber nada de nada. Solo quería aprender y alguien me dijo que por qué no intentaba asistir a unas clases. Bastan unas tres para saber en lo que te estás metiendo”. Visto así, pilotar un avión no parece tan lejos del alcance de los simples mortales.

Hagas lo que hagas, sigue tu pasión

Simi recuerda un día en el que se le presentó una decisión importante: o hacía una historia para la televisión, por la que ganaría 500 dólares, o empezaba a dar clases de vuelo como profesora, por las que ingresaría unos 100. Fue entonces cuando se dio cuenta de que la aviación se había convertido en su preferencia vital. Durante los siguientes 13 años, ya como piloto comercial, pasó casi más tiempo en el aire que sobre tierra firme. No satisfecha, y en vez de preparar la jubilación como haría casi cualquier otra persona, se unió a una nueva y pequeña aerolínea e incluso volvió a la universidad a estudiar un máster que le permitiese seguir trabajando.

Quiero que te pongas en la tesitura y te preguntes: si tuvieses una garantía del 100% de tener éxito, ¿qué harías con tu vida?

Lo que más sorprendió a su entrevistadora en la radio, la periodista Lauren Schiller, es su “completa falta de cinismo”: “Cada vez que alguien le decía a Simi que algo no se podía hacer, ella lo borda”. “¿Nació Bonny con una combinación de optimismo y agallas que la ayudó a lograrlo? ¿O esa firmeza en el carácter se puede cultivar?”, se pregunta. Sea como fuere, tan solo le queda una cosa, lo más fácil, para completar sus objetivos originales: construir la cabaña de madera, algo que ya planea hacer, aunque solo sea por cumplir los sueños de su yo de 14 años.

¿Recuerdas cuando tenías 14 años? Es muy probable que los objetivos que te habías propuesto por aquella época se parezcan poco o nada al día a día que llevas ahora. Entra dentro de lo normal, o evolucionamos y nuestros propósitos cambian o bien la vida nos lleva por otros derroteros, pues no todo está siempre en nuestras manos. Sea como fuere, pocos, muy pocos consiguen mantenerse fieles al adolescente que una vez fueron. No es el caso Bonny Simi, que a esa edad escribió en una heterogénea lista de proyectos y hoy está a punto de cumplirlos todos.

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