La amante de un financiero casado le demanda por no darle lo prometido
Mantener una relación paralela cuando estás casado puede convertirse en un problema muy grande. Una modelo ha denunciado a su expareja en un procedimiento que asusta a los ricos
Ser la otra no es nada fácil. Si es una aventura efímera y pasional de una noche, no suele haber problema, pero si una mujer se convierte en la amante habitual la cosa cambia. Los sentimientos afloran y muchas féminas dejan de querer compartir a su amado esperan convertirse en la principal y acabar siendo felices para siempre. El problema es que ellos casi nunca dejan a su pareja y la situación se vuelve incontrolable.
Ese es el caso de la modelo, actriz y exmiss Internacional 2011 Aline Marie Massel, que ha demandado a su exnovio casado por más de 15 millones de dólares. Los motivos: no cumplir con lo que le había prometido, contagiarla una Enfermedad de Transimisión Sexual (ETS) y la presionó para que abortara.
Las palabras se las lleva el viento
La demandante de 31 años ha revelado en nuevos documentos judiciales los supuestos detalles sórdidos de su relación ilícita, que duró durante dos años, con el CEO de Autonomy Capital (una empresa dedicada al desarrollo, las transacciones económicas y la inersión en mercados emergentes), Robert Charles Gibbins.
En el infomre, Massel asegura que se conocieron en el restaurante francés Le Bilboquet en Nueva York en junio de 2014. Durante su primer encuentro, ella afirma que Gibbinis no le dijo que estaba casado y la cortejó con la promesa de comprarle una granja de avestruces en Uganda y una propiedad, donde vivirían juntos, llamada Royal Antler en Canadá.
Gibbins colmó a su amante con multitud de regalos durante todo el romance, incluyendo un bolso Fabergé, tratamientos de belleza y masajes en uno de los spas más caros en el centro de Manhattan y entradas para la Copa del Mundo de Brasil. Massel explica a 'Daily Mail' que descubrió que su amado estaba casado a los meses de iniciar su relación cuando recibió un mensaje de texto que decía: "No eres la primera ni serás la última". Sin embargo, la reina del modelaje, que también es licenciada en Administración de Empresas y Relaciones Internacionales, asegura que él le prometió que dejaría a su esposa inmediatamente.
Él no cumplió con lo que le había prometido, la contagió una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) y la presionó para que abortara
Massel explica en la demanda que su exnovio insistió en mantener relaciones sin preservativo. Durante sus encuentros sexuales, ella contrajo el Virus del Papiloma Humano y confiesa que él nunca le dijo que estaba infectado antes de tener sexo con ella. La modelo se sintió "muy enfadada y molesta" ya que había sido su único compañero íntimo desde su último examen de salud y este no había revelado su enfermedad.
Embarazo no deseado
La demanda indica que continuaron saliendo después de saber que había contraído el VPH, haciendo viajes internacionales y manteniendo un piso en el centro de Nueva York. Pero cuando se quedó embarazada, Gibbins le exigió abortar y le dijo que no le ofrecería ningún tipo de ayuda, personal o económica si su decisión fuese tener al bebé.
"Me ofrecieron dinero para abortar y me advirtieron que sería difícil criar a un niño solo", asegura Massel. La esposa del amante también presionó a la joven y volvió a enviarle un mensaje de texto: "Ten al bebé si tanto lo deseas. Estoy deseando verte engordar y ponerte fea". La reina de belleza cree que un detective privado estuvo persiguiéndola hasta que finalmente abortó. También piensa que él estaba preocupado por que ella pudiera hablar sobre el intento fallido de la compra de un banco ucraniano, una entidad sospechosa de blanqueo de dinero.
El representante legal del CEO ha asegurado a 'New York Post' que "estas acusaciones infundadas carecen de fundamento y que Gibbins ya ha interpuesto las demandas pertinentes con las que se defenderá". Por todos estos motivos la modelo ha decido demandar a su ex (e intentar sacarle unos 13 millones de euros) y tratar de superar este bache emocional que le está causando tantos disgustos y por el cual acude cada día al psiquiatra. La historia está ya en manos de sus abogados. ¿Quién ganará?
Ser la otra no es nada fácil. Si es una aventura efímera y pasional de una noche, no suele haber problema, pero si una mujer se convierte en la amante habitual la cosa cambia. Los sentimientos afloran y muchas féminas dejan de querer compartir a su amado esperan convertirse en la principal y acabar siendo felices para siempre. El problema es que ellos casi nunca dejan a su pareja y la situación se vuelve incontrolable.