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"¿Qué te pasa? Nada" y otros malentendidos entre parejas que se pueden resolver
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"¿Qué te pasa? Nada" y otros malentendidos entre parejas que se pueden resolver

Los periodistas Elisabeth G. Iborra y Bruno Valente crean un "traductor" que revela lo que nuestra pareja nos está queriendo decir aunque lo expresen de un modo que no está claro

Foto: Una pareja después de discutir. (iStock)
Una pareja después de discutir. (iStock)

Elisabeth G. Iborra y Bruno Valente son amigos desde hace más de 15 años. Ambos se cuentan todas sus cuitas sentimentales y durante este tiempo se han dado cuenta de que a veces es necesario un “traductor” de lo que quieren decir los gestos y palabras del otro sexo. Así que se animaron a escribir 'Tenemos que hablar' (Plan B, 2017) para que nadie se pierda en esa maraña de malentendidos que en muchas ocasiones se convierten las relaciones sentimentales por no saber interpretar las señales que nos mandan. Ahí van algunos pasajes del libro.

¿Qué te pasa? NADA

¿Estás enfadada? No. Pues pareces enfadada. ¿Lo parezco? Sí, ¿lo estás? No lo sé, ¿debería estarlo? No lo sé, ¿por qué estás enfadada? Por nada. Por nada no será, estarás enfadada por algo, ¿no? Ah, si tú no lo sabes...” Esa es una conversación habitual con mi novia que me tiene frito, me pone enfermo y no alcanzo a comprender. ¿Por qué narices no explica lo que pasa desde el primer momento?

Honestamente, las mujeres debemos aprender a comunicar lo que nos pasa sin hacernos los interesantes. Es una llamada de atención para que te preocupes por ella y estés encima. Yo que tú le diría que para ahorraros horas perdiendo el tiempo en la elucubración, porque a ti te afecta y ella no obtiene lo que quiere, podría explicarte lo que le trastorna y hablarlo para encontrar una solución juntos cuanto antes. Dile que no eres adivino ni tienes sus procesamientos mentales, así que necesitas que ella te lo aclare para poder resolver. Cuanto antes te lo explique, antes estaréis bien, que es de lo que se trata. El “ah, si tú no lo sabes” es cruel porque te está condenando a examinar todos tus comportamientos al dedillo, cuando, seguramente, tú has actuado sin darte cuenta de lo que le podría molestar. Si intuyes lo que le pasa, es que sí has hecho algo que no correspondía. Si no, no te dejes manipular. A las mujeres no nos ponen los manipulables.

Él está siendo muy egoísta contigo y, mientras siga consiguiendo lo que necesita de ti, no lo apreciará en su justa medida

Te quiero pero no estoy enamorado

Estuve saliendo con un chico durante un año, en plan serio, incluso nos fuimos a vivir juntos y él pagaba el alquiler. Nos encantaba compartir actividades, excursiones, comer bien, el sexo era fenomenal. Hasta que un día me dejó y se volvió con sus padres porque me quería pero no estaba enamorado. El caso es que sigue viniendo a buscarme al trabajo, llamándome, viene a casa y cocina para mí, y de vez en cuando nos acostamos, pero luego me deja claro que no hemos vuelto. Si se preocupa por mí y está claro que le atraigo y me quiere, ¿por qué no puede todo volver a ser como antes?

Pues a mí me da la impresión de que él ya te ha dado la respuesta: te quiere, le gustas, disfruta de tu compañía y del sexo contigo, pero no está enamorado. No son cosas incompatibles. Hay gente que necesita sentir siempre esa intensidad del enamoramiento, esa exaltación, las mariposas en el estómago, esa flojera de rodillas al ver a la persona amada. Quizá podrías explicarle que no se necesita sentir eso constantemente para ser feliz, que incluso puede ser contraproducente, pero me temo que no serviría de nada, tiene que llegar a esa conclusión por sí mismo. Lo que sí puedes hacer es plantarte y cerrarle la puerta. Porque él está siendo muy egoísta contigo y, mientras siga consiguiendo lo que necesita de ti, no lo apreciará en su justa medida. Dile que necesitas más de él y que, si no te lo puede ofrecer, es mejor seguir caminos separados. Tú no puedes poner tu vida en espera por nadie. Quizás así acabe por valorar lo que tenía contigo. Y si no, al menos recuperarás el control de tu vida.

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'Tenemos que hablar'.

La novia perfecta, pero para luego

Tengo la novia perfecta: es dulce, inteligente, guapa, muy cariñosa, comprensiva, buena persona... soy muy consciente de la suerte que tengo. Lo que pasa es que soy joven y me siento atraído por otras chicas. Me gustaría poder tomarme un par de años para ir a mi aire y ligar todo lo que pueda, pero luego volver con ella. Soy consciente de lo egoísta que suena, pero es lo que siento. Lo que pasa es que no sé cómo decírselo ¿Cómo hago para decirle que me espere?

Te voy a decir yo que tienes más morro que espalda para que no te sorprenda escucharlo por primera vez cuando te lo suelte ella. Entiendo que, por tu juventud, quieras vivir la vida y pulular por ahí, pero parece que ha llegado tu momento de aprender que todo a la vez no se puede. O ligues o novia. Se ve que ya has sopesado ambas opciones en la balanza y tu novia no ha podido con el peso de todas las niñas monas que te esperan por doquier.

Muy posiblemente, si es tan maravillosa, encontrará a otro más maduro que la valore más que tú y no la deje escapar

Bien, no pasa nada, es tu decisión, pero asume que la perderás. Aunque le propusieras que ambos os deis libertad para disfrutar durante un par de años con otras personas y ella aceptara, creo que le será difícil olvidar que la has dejado para ir de flor en flor porque ella no era suficiente para ti. Muy posiblemente, si es tan maravillosa, encontrará a otro más maduro que la valore más que tú y no la deje escapar, y cuando regreses dentro de unos años harto de fornicar a diestro y siniestro, te hará un corte de mangas histórico y bien merecido.

Pero no pasa nada, de todo se aprende. Después de vivir todo esto, apreciarás más a las mujeres maravillosas que pasen por tu vida y ya no te apetecerá tanto polinizar, así que quizá ya entonces estés preparado para tener la relación que ahora mismo no puedes tener con esta joyita. Tú disfruta de la vida sin mirar atrás ni adelante. Y folla como si no hubiera un mañana ¡pero con preservativo!

Elisabeth G. Iborra y Bruno Valente son amigos desde hace más de 15 años. Ambos se cuentan todas sus cuitas sentimentales y durante este tiempo se han dado cuenta de que a veces es necesario un “traductor” de lo que quieren decir los gestos y palabras del otro sexo. Así que se animaron a escribir 'Tenemos que hablar' (Plan B, 2017) para que nadie se pierda en esa maraña de malentendidos que en muchas ocasiones se convierten las relaciones sentimentales por no saber interpretar las señales que nos mandan. Ahí van algunos pasajes del libro.

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