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Así se cocina el arroz blanco perfecto: nunca te saldrá ni duro ni blando
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Así se cocina el arroz blanco perfecto: nunca te saldrá ni duro ni blando

Pegado o pasado son dos términos que un buen chef no quiere escuchar cuando ha preparado el alimento. Para evitar que tus comensales los insinúen, sigue estos consejos

Foto: El mejor aspecto para un producto esencial. (iStock)
El mejor aspecto para un producto esencial. (iStock)

Es un ingrediente elemental en la mayor parte de los regímenes de todo el planeta y su preparación es también uno de los primeros conocimientos que los profanos adquieren en la cocina. No obstante, a pesar de las muchas ollas y cacerolas llevadas a los fogones repletas del cereal, incluso los cocinillas más experimentados no consiguen en ocasiones que el alimento alcance ese punto suave, esponjoso (pero no blanduzco) y con cada grano separado que caracteriza a un sabroso cuenco de humeante arroz.

Con todo, lograr esta meta no es una tarea que se pueda tildar de particularmente dificultosa. Basta conocer y seguir las indicaciones más efectivas según el tipo de grano preferido. Con semejante fin didáctico, la aplicación móvil de recetas y técnicas de cocina Tasty ha publicado un vídeo que por su detallada información ha comenzado a difundirse rápidamente en la red hasta volverse un fenómeno viral.

Las proporciones de agua y arroz, así como los tiempos de cocción son muy distintos dependiendo de las variedades

Tres clases esenciales de arroces como referencia: el blanco de grano largo, el de grano corto y el integral. Si quieres aprender cuáles son los mejores métodos para que todos ellos se acaben sirviendo en la mesa en su mejor estado, toma nota de los trucos que esta herramienta para incipientes chefs nos brinda.

Los procesos al detalle

El vídeo recuerda las dos claves que siempre hay que tener en mente a la hora de preparar el arroz: los tiempos y las proporciones. Periodos breves de cocción provocan que el alimento acabe 'al dente', un estado que, a diferencia de lo que ocurre con ciertos platos de pasta, no suele ser óptimo, a no ser que por motivos de dieta el arroz deba poseer un menor índice glucémico. Por el contrario, demasiado tiempo en la olla generará que los granos acaben pegados entre sí, con una textura blanda y gomosa. Por lo que se refiere al agua, basta saber que si se utiliza mucha el arroz quedará demasiado húmedo, mientras que si la cantidad es escasa el grano acabará probablemente chamuscado.

Para evitar estos dos comunes errores, veamos cuáles serían las proporciones convenientes. Para el arroz de grano largo, dos tazas de agua por cada una del alimento. Para el grano corto, una taza y un cuarto de agua por cada una de arroz. Por último, lo aconsejado para el integral sería una taza y tres cuartos de agua por cada dosis. Si eres de los que les cuesta calcular las porciones a ojo te recomendamos que adquieras una útil y económica jarra de medición de cocina.

Cuando se ponga a hervir, rebaja la potencia a fuego lento y nunca retires la tapa que cubre la olla

Una advertencia. A pesar de ser el método tradicionalmente más utilizado y el mejor de cara al sabor y la textura, la técnica de las proporciones se ha puesto en entredicho en los últimos meses por culpa de una sustancia como el arsénico que, por desgracia, se encuentra muy presente en ciertas variedades. Si utilizas arroces españoles, vas sobre seguro. Las especies cultivadas en comunidades como Valencia, Extremadura, Cataluña, Aragón, Navarra, Murcia y Andalucía poseen cantidades muy bajas de la sustancia y se encuentran fuera de la alerta.

Foto: ¿Proporciones equivocadas? (iStock)

Llega por fin el momento de la preparación. Coloca el arroz en un colador o en un escurridor y enjuágalo en el grifo. Eliminarás de esta manera el almidón sobrante. ¿Cuánto tiempo hay que ponerlo bajo el chorro? Algunas personas lo mantienen hasta que el agua que se filtra por el colador se vuelve transparente, otras prefieren llevar a cabo la operación tres veces.

Coloca el arroz y el agua en la cacerola y añade opcionalmente una pizca de sal si prefieres darle un punto de sabor. Cuando el agua empiece a hervir, remueve el contenido y rebaja la potencia a fuego lento. Coloca la tapa sobre la olla y espera los siguientes tiempos: 18 minutos para el arroz blanco de grano largo, 15 para el de grano corto y 45 para el integral. Resiste a la tentación y no abras nunca la tapa durante este proceso ya que el vapor contenido ayuda a la cocción.

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Foto: iStock.

Cuando alcances los tiempos aconsejados, apaga los fuegos y deja reposar el alimento entre cinco y diez minutos más, de nuevo sin retirar la cubierta. Paso a paso habrás obtenido un arroz perfecto, listo para ser degustado por los paladares más severos y exigentes.

La más sabrosa variante

Tasty ofrece una receta adicional para aquellos que prefieran poner sobre la mesa un bol con un toque de sabor diferente. Atento a las instrucciones.

Vierte un chorrito de aceite de oliva sobre la cacerola y sofríe unos trocitos de chalota, cebolla, cebolleta o ajo (a tu gusto) de 30 segundos a un minuto. Añade el arroz y remuévelo con el condimento elegido otro medio minuto más. Vierte un poco de vino blanco y sustituye el agua por caldo de verdura, pollo o ternera con una pizca de sal.

Cuando el caldo empiece a hervir, sigue los tiempos y los procesos señalados anteriormente para las diferentes variedades. Presentarás sobre la mesa un bol de arroz con un gusto distintivo que lo convertirá en algo más que un mero acompañamiento para tus platos.

Es un ingrediente elemental en la mayor parte de los regímenes de todo el planeta y su preparación es también uno de los primeros conocimientos que los profanos adquieren en la cocina. No obstante, a pesar de las muchas ollas y cacerolas llevadas a los fogones repletas del cereal, incluso los cocinillas más experimentados no consiguen en ocasiones que el alimento alcance ese punto suave, esponjoso (pero no blanduzco) y con cada grano separado que caracteriza a un sabroso cuenco de humeante arroz.

Trucos
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