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Las ocho carreteras más peligrosas del mundo para conducir
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Las ocho carreteras más peligrosas del mundo para conducir

Contamos cuáles son las vías en las que esa certeza de que uno llegará a su destino de una pieza y sin problemas se desvanece

Foto: ¿Te atreves? (iStock)
¿Te atreves? (iStock)

Conducir puede ser todo un desafío. Cada vez que nos ponemos frente al volante somos conscientes del riesgo que corremos. Solo en España más de 1.000 personas pierden la vida cada año en las carreteras y, sin embargo, es considerado un país bastante seguro para la conducción. El resto del mundo, no obstante, no tiene los mismos estándares que Occidente y esa certeza de que uno llegará de una pieza, sin problemas, se desvanece. Los estilos al conducir, las leyes y las condiciones del pavimento varían tanto que lo que podría ser una locura para alguien a quien la M30 ya le sobrepasa, para un local no es más que el pan de cada día. Contamos cuáles son las ocho carreteras más peligrosas del mundo, aquellas que quizá haya que evitar si las emociones fuertes no van contigo.

Autopista Dalton

Pese a la relativa seguridad de la mayoría de las carreteras norteamericanas, existe una gran excepción: la autopista James Dalton de Alaska, también conocida como la Alaska Route 11. Con una longitud de 667 kilómetros, atraviesa una de las zonas más aisladas del país (de Fairbanks a Deadhorse, ya cerca de Ártico). Las bajas temperaturas, el hielo y la poca visibilidad causada por las frecuentes ventiscas obligan a quienes se atreven a cruzarla -sobre todo a los camioneros- a ser unos verdaderos expertos sobre la tundra.

Los pocos metros que separan la carretera del agua exponen a los conductores al aquaplaning, la mala visibilidad o a ser barridos por la furia del mar

Para hacernos una idea, no se recomienda llevar el típico neumático de repuesto, sino un auténtico kit de emergencia y un teléfono que funcione por satélite. Las autoridades aconsejan, en caso de problema médico, pedir ayuda a uno de los camiones que pasen. Eso si encuentras uno, claro.

La carretera del Atlántico

placeholder Es una de los destinos preferidos por los turistas en Noruega. (iStock)
Es una de los destinos preferidos por los turistas en Noruega. (iStock)

Es una espectacular vía que desde la costa continental de Noruega salta de isla en isla hasta llegar a Averoy, en un recorrido fantástico a través de puentes que se retuercen sobre el mar en escorzos imposibles. No es casualidad, por tanto, que sea uno de los destinos turísticos más visitados del país escandinavo. Aun así, es considerada la carretera más peligrosa de Noruega. Y no es porque esté mal construida o su mantenimiento sea deficiente, sino por su emplazamiento a muy pocos metros por encima del océano. Las tormentas (incluso los huracanes) son frecuentes y es común que la vía termine inundada, lo que expone a los conductores al aquaplaning, la mala visibilidad o a ser barridos por la furia del mar.

Camino a Los Yungas

Durante la guerra del Chaco en los años 30, muchos soldados paraguayos fueron capturados por las tropas bolivianas y obligados a construir el tramo más peligroso de una nueva carretera que une la selva amazónica con La Paz. El resultado fue el Camino a Los Yungas o, como también se le conoce, la Carretera de la Muerte. Se trata de un trazado retorcido de 64 kilómetros con un desnivel de 3.600 metros, todavía sin pavimentar y en el que se supone que hay dos sentidos. Se supone, pues en la práctica la anchura solo da para un vehículo.

Cualquiera que planee escalar el Nanga Parbat tendrá que pasar por Fairy Meadows. Un error de cálculo y el coche termina en el fondo del barranco

A ello se le suman unas condiciones climáticas imprevisibles, el barro, los deslizamientos de tierra, la posibilidad de caerse al vacío… Afortunadamente, en 2006 se construyó una vía alternativa más segura, aunque el Camino a Los Yungas sigue atrayendo a los más atrevidos.

Luxor-al-Hurghada

Esta carretera de casi 500 kilómetros une dos populares centros turísticos en Egipto. Sin embargo, además de la falta de servicios como gasolineras u hoteles, el riesgo de robos y secuestros es alto. El camino suele estar repleto de policías y agentes de seguridad y a los turistas se les recomienda conducir en convoy, a ser posible con guardias armados. Con el fin de eludir problemas, los conductores locales a menudo viajan a altas velocidades y suelen evitar el uso de luces durante la noche.

Carretera Sichuán – Tíbet

En 1954 se inauguró esta vía sin pavimentar que atraviesa varios pasos de montaña para conectar el suroeste de China con el Tíbet. Debido a su espectacular paisaje, se la conoce como el “camino hacia el cielo”, pero traspasarla da lugar a una serie de problemas, como el quedarte atrapado en el barro, el mal de altura (llega a estar a 5.000 metros de altitud) e incluso el terrible tráfico. El camino se extiende por más de 2.100 kilómetros, con numerosas curvas y pendientes empinadas.

Fairy Meadows

Quizá sea el nombre más inapropiado para una carretera peligrosa. Se trata de la ruta de acceso habitual para cualquiera que planee escalar el Nanga Parbat, la novena montaña más alta del mundo. Y aunque sea habitual para mochileros y escaladores occidentales, sus estrecheces durante un tramo específico de 12 kilómetros no son aptas para cardíacos. Un error de cálculo y el coche termina en el fondo del barranco. Además de poner tu vida en peligro, es un camino privado y tendrás que pagar por usarlo.

Avenida Commonwealth

A diferencia que el resto de carreteras, esta vía está en medio de una gran ciudad. Uno imagina que no puede pasar nada malo, no hay barrancos ni heladas mortales ni nada parecido. Entonces, ¿qué hace a esta avenida de Ciudad Quezón (Filipinas) tan peligrosa?

La carretera más larga, solitaria y, por ende, aburrida del mundo está en Australia: 1.600 kilómetros casi sin curvas ni cambios en el paisaje

Pues que atravesarla sin atropellar a alguno de los peatones, ciclistas o animales que se cruzan constantemente es todo un desafío, sobre todo si no estás acostumbrado. Además, la falta de señalización, el poco respeto a los límites de velocidad y los cambios de carril aleatorios hacen que sea relativamente fácil tener un accidente (suele haber de tres a cinco cada día).

Autopista Eyre

placeholder Cuidado, que no vienen curvas. (iStock)
Cuidado, que no vienen curvas. (iStock)

Una gran carretera recta. Pocas curvas. A través de una vasta llanura sin rasgos, con mucha nada, con paisajes repetitivos y cientos de kilómetros sin estaciones de servicio. Durante los más de 1.600 kilómetros de la autopista Eyre en Australia, uno se suele encontrar pocos coches y personas. Por eso, quizá sea la carretera más larga, solitaria y, por ende, aburrida del mundo. Es precisamente el sopor que siente el conductor lo que se vuelve en su contra. Tras horas sin ningún estimulo, tendrás suerte de reaccionar ante, por ejemplo, un canguro que se te cruce en tu camino.

Conducir puede ser todo un desafío. Cada vez que nos ponemos frente al volante somos conscientes del riesgo que corremos. Solo en España más de 1.000 personas pierden la vida cada año en las carreteras y, sin embargo, es considerado un país bastante seguro para la conducción. El resto del mundo, no obstante, no tiene los mismos estándares que Occidente y esa certeza de que uno llegará de una pieza, sin problemas, se desvanece. Los estilos al conducir, las leyes y las condiciones del pavimento varían tanto que lo que podría ser una locura para alguien a quien la M30 ya le sobrepasa, para un local no es más que el pan de cada día. Contamos cuáles son las ocho carreteras más peligrosas del mundo, aquellas que quizá haya que evitar si las emociones fuertes no van contigo.

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