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“¿Por qué nos odian?” La carta de un ciclista desvela qué está pasando en las carreteras
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“ESTA SOCIEDAD TIENE UN PROBLEMA”

“¿Por qué nos odian?” La carta de un ciclista desvela qué está pasando en las carreteras

Es probable que este año se dispare el número de muertes por atropello. Un ciclista ha publicado un artículo en el que se pregunta qué está fallando para que esto ocurra

Foto: La eterna guerra del automovilista contra el ciclista. (iStock)
La eterna guerra del automovilista contra el ciclista. (iStock)

Según los datos de la DGT, en 2016 murieron en España 33 ciclistas, una cifra inferior a la de 2015, que se cerró con 43 fallecidos en las carreteras españolas. Su mínimo histórico. 2017, no obstante, está siendo un año particularmente trágico para los que se desplazan sobre dos ruedas. A mediados de junio, ya habían perdido la vida en las carreteras 26, lo que pronostica un número muy superior al del pasado año. Un aumento que provocó que el director general de la DGT, Gregorio Serrano, aprobase un plan urgente para atajar esta “sangría”.

A medida que este método de transporte se populariza, es razonable pensar que el número de accidentes también aumentará. Sin embargo, como recuerda Peter Flax en un texto que se ha viralizado rápidamente entre la comunidad de aficionados al ciclismo, hay otro problema: la indiferencia, cuando no directamente el desprecio que sienten los conductores hacia los que se trasladan en bicicleta. “No me da vergüenza admitir que pasó mucho tiempo pensando cómo y por qué la gente odia a los ciclistas” es la frase con la que comienza el artículo publicado en 'Cycling Tips'.

Hay algo que no funciona, porque no entiendo que haya tantos ciclistas asesinados y que a la gente le importe tan poco

El autor lo ha vivido en su propia piel, afirma, al igual que todo aquel que haya circulado por una gran ciudad en bicicleta. O, simplemente, se haya metido en Twitter a hablar sobre su afición. “Odio cuando la gente va en bici por la calle como si fuese un coche… por favor, atropéllame” es el mensaje preferido de Flax entre los que ha visto en la red. No se trata únicamente de los conductores de automóviles, sino también de otros colegas, que le recuerdan cuando comparte una noticia de un nuevo atropello que no se tome las cosas tan a la tremenda, porque la situación es mejor que hace unos años.

Foto: Los servicios de bici pública fomentan el uso de este medio de transporte.

“Sé que hay algo que no funciona en nuestras calles y en nuestra cultura, porque si no, no soy capaz de explicar por qué hay tantos ciclistas siendo atropellados y asesinados y por qué a tan poca gente parece importarle”, escribe Flax en una carta cuya locuacidad ha conseguido que se viralice rápidamente. “Sé que a los conductores, muchos de los cuales sobrepasan el límite de velocidad y se distraen con el móvil o con su panel de control y que odian los atascos, les preocupa más que los ciclistas salgan lentamente de una señal de STOP que la descomposición social y moral que ha puesto a sus vecinos, que por casualidad van en bici, en peligro mortal”.

Una lista sin fin

Este año, por ejemplo, el piloto Nicky Hayden falleció tras ser arrollado por un automóvil mientras montaba en bicicleta en la ciudad italiana de Rímini. “La gente siente miedo porque tiene buenas razones para sentirlo”, recuerda el ciclista. Este traza un paralelismo entre movimientos como Black Lives Matter y lo que pueden hacer los ciclistas para poner de manifiesto la discriminación que sufren todos los días en la carretera, así como para animar a compilar y compartir testimonios sobre lo que está ocurriendo.

La gente está tan furiosa que publica sus diatribas en los comentarios de las noticias sobre personas que acaban de ser asesinadas

El autor enumera una larga serie de accidentes que han tenido lugar en apenas una semana en distintos puntos de EEUU. Un conductor borracho y sin carnet que se estrelló contra una docena de ciclistas que esperaban a que un semáforo se pusiese verde en Brooklyn; una mujer de 27 años que fue arrollada por un camionero en Manhattan, que cuando se bajó del vehículo no podía dejar de gritar “¡has salido de la nada, estabas en mi punto ciego!”; o una mujer que falleció en Los Ángeles tras ser atropellada por un coche que circulaba con exceso de velocidad. Su cuerpo salió volando unos 36 metros y, después de estrellarse contra el suelo, otro automóvil le pasó por encima.

La situación podría trasladarse fácilmente a España. El 10 de junio, en Navarra, tres hombres perdieron la vida y otro resultó herido en apenas tres horas en cuatro accidentes diferentes e independientes entre sí. Una semana antes, una furgoneta atropelló a dos chicos de 15 años y ni siquiera se detuvo a ayudarles. A menudo estos accidentes están causados por los excesos de velocidad o por el alcohol; una conductora ebria fue detenida por atropellar a seis ciclistas en Tarragona, una semana después de que otra mujer acabase con tres vidas en Oliva (Valencia) y diese positivo en cocaína.

placeholder Las muertes de ciclistas se han disparado este año. (iStock)
Las muertes de ciclistas se han disparado este año. (iStock)

“En todas estas historias, en los medios sociales, en las quedadas, me encuentro con incontables personas que están furiosas con los ciclistas: por pedir carriles bici, por usar los que ya existen, por ocupar la calzada, por circular por la acera, por ir lento, por ir rápido, por tener derechos, por romper las reglas, por ser unos santurrones, por circular uno al lado del otro, por llevar licra o por tener apariencia de hipsters”, lamenta el autor. “La gente está tan furiosa que publica sus diatribas en los comentarios de las noticias sobre personas que acaban de ser asesinadas”.

Sus palabrasa sugieren que el verdadero problema no se encuentra únicamente en la ausencia de estrategias de seguridad que los protejan, sino más bien, en el desprecio por parte de los automovilistas: “Veo legiones de personas que se quejan de esos malditos ciclistas, que aparentemente tienen que acostumbrarse al coste humano de que haya conductores distraídos, borrachos, drogados, que sobrepasan los límites o que quebrantan la ley”. El problema no son los corredores, las auténticas víctimas, sino de los conductores y de una sociedad que sigue desdeñando a los que montan sobre dos ruedas.

Según los datos de la DGT, en 2016 murieron en España 33 ciclistas, una cifra inferior a la de 2015, que se cerró con 43 fallecidos en las carreteras españolas. Su mínimo histórico. 2017, no obstante, está siendo un año particularmente trágico para los que se desplazan sobre dos ruedas. A mediados de junio, ya habían perdido la vida en las carreteras 26, lo que pronostica un número muy superior al del pasado año. Un aumento que provocó que el director general de la DGT, Gregorio Serrano, aprobase un plan urgente para atajar esta “sangría”.

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