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Lo que nunca debes decirle a un mecánico para que no te la juegue
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Los trucos que deben saber los clientes

Lo que nunca debes decirle a un mecánico para que no te la juegue

Conocer tus derechos, entender cómo comportarte y no ponerle obstáculos innecesarios al taller son tres de las claves que facilitarán que la reparación se complete con éxito

Foto: Aunque no entiendas de coches, puedes manejar la situación. (iStock)
Aunque no entiendas de coches, puedes manejar la situación. (iStock)

En una época en la que existen multitud de alternativas de calidad para viajar y desplazarse por las ciudades, la venta de coches sigue en aumento. Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), el pasado mes de agosto se matricularon 72.470 turismos, lo que supone una subida del 13,1% frente al mismo mes del año pasado. En total llevamos un 7% más de ventas que entre enero y agosto de 2016.

Frente a las recomendaciones por parte de los expertos sobre las bondades que tiene para la economía doméstica prescindir del automóvil, y la ‘cochofobia’ que se ha instalado en grandes urbes como Madrid, buena parte de la población no está dispuesta a prescindir de su medio de transporte privado. Lo demuestran los 22.876.830 turismos que el pasado año formaban parte del parque móvil nacional, según datos recogidos por la DGT. Casi 2 millones más que hace 10 años.

Desde un punto de vista lógico y de optimización de recursos no tiene sentido que un trabajador utilice una máquina que pesa más de una tonelada para moverse hasta su puesto laboral todos los días. Por motivos como este, tales estadísticas confirman una realidad: el empleo de un vehículo tiene en muchos casos algo de hecho inconsciente, simbólico y de estatus.

Frases como “no sé nada sobre coches” o “haga lo que tenga que hacer” dan el poder al taller sobre las decisiones concernientes a la reparación

Un buen momento que refleja el comportamiento instintivo que la mayoría de propietarios tiene con su automóvil sucede cuando toca ir al mecánico. Desde fuera se observa la pulida carrocería, el coche muestra su aspecto habitual, pero algo no marcha bien y no tenemos ni idea de qué puede estarlo causando. Ante la ignorancia del consumidor, resulta lógica la preocupación de si la reparación que va a tener lugar tendrá un precio justo. La mayor parte de la población no dispone de conocimientos avanzados sobre automoción y ante la negociación con un taller, solo queda tirar de tretas psicológicas. Si quieres que el próximo arreglo salga a las mil maravillas sin tener que gastar más de lo esperado, considera estos consejos para tratar con el mecánico que a continuación te proponemos.

Comunica los síntomas con precisión

Cuando acudimos a un doctor nadie señala de manera directa que padece una gastritis, un cálculo renal o una rotura de fibras. Lo más común es presentar los signos: dolor abdominal, fiebre, vómitos… A ningún experto le gusta que se haga un dictamen cuando ni siquiera se ha podido examinar el problema con calma. No obstante, una descripción detallada de las anomalías ayudará al mecánico a hallar con más facilidad la causa de la avería y proyectará una imagen de confianza de nosotros mismos.

Comunica los sonidos, las sensaciones, las fugas o los olores anormales que hayas encontrado, así como los instantes en los que estos aparecen. Si el coche ha sufrido una reparación reciente, indícalo, por si las nuevas incidencias pudieran provenir de ahí.

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Un error común es dar por hecho que el taller va a revisar todo el coche. Un automóvil es una máquina muy compleja y solo se examinará aquello de lo que se dé constancia. Si quieres, por tanto, que se estudie cualquier otra irregularidad, hazlo saber.

No señales al mecánico los procedimientos que tiene que llevar a cabo o las piezas que tiene que sustituir. Ello puede jugar en tu contra. Si la avería es menor que la que se esperaba, has dado la excusa perfecta a un mecánico deshonesto para que se lleven a cabo operaciones innecesarias, con el consiguiente aumento en la factura.

No exhibas tu ignorancia

Existen una serie de expresiones que nunca se deberían pronunciar: “no sé nada sobre coches” o “haga lo que tenga que hacer”, son dos de ellas. Nuestro desconocimiento no debe suponer jamás que concedamos todo el poder al establecimiento sobre las decisiones concernientes a la reparación.

Exige el presupuesto por escrito. Este deberá tener una validez mínima de 12 días. Ante cualquier avería extra, el taller deberá pedirte confirmación

Otra frase que se debería evitar es la de que “el coche es nuevo”. Por poco tiempo que tenga el vehículo, nada lo libra de las consecuencias de un golpe desafortunado o de una mala conducción. Si el coche tiene pocos años, consulta si la incidencia podría entrar en la garantía del automóvil.

Solicita el proceso común de reparación

El cliente posee el derecho de ser informado, por ello, no muestres ningún reparo en que te confirmen aquello que necesites saber durante las diferentes fases del arreglo. He aquí algunas recomendaciones extraídas del Portal del Consumidor de la Comunidad de Madrid:

  • Solicita el coste por hora de trabajo y servicio, así como si existe algún recargo por algún concepto. Pregunta si los precios incluyen el IVA.
  • Exige siempre el presupuesto por escrito. Este deberá tener una validez mínima de 12 días hábiles. En el mismo deben constar los datos de identificación del taller, del usuario y del vehículo, las reparaciones previstas, las piezas a sustituir o reparar, el precio total desglosado y la fecha de entrega del vehículo prevista.
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  • Consulta cuál sería el coste del presupuesto si este no se acepta. Si fuera el caso, es importante que el establecimiento devuelva el vehículo en el mismo estado. Se puede también desistir de la reparación en cualquier momento, abonando el importe de los trabajos realizados hasta el instante de la retirada del vehículo.
  • Ante cualquier avería fuera de presupuesto, el taller deberá comunicarla antes de iniciar el proceso, informando del importe de las nuevas incidencias. Para que se lleven a cabo, el cliente tiene que dar su consentimiento.
  • La reparación debe efectuarse con piezas nuevas. Solo si el cliente lo acepta, se pueden emplear componentes usados. En todo caso, el taller se tiene que responsabilizar por escrito de que tales piezas se encuentran en perfecto estado.
  • Exige la factura correspondiente, firmada, sellada y desglosada por conceptos, operaciones, piezas, horas de trabajo e impuestos. Los gastos de estancia solo se pueden requerir si el cliente no ha recogido el vehículo tras tres días hábiles después de la reparación. La garantía debería ser de tres meses como mínimo o 2.000 kilómetros recorridos, e incluye tanto las piezas como la mano de obra.

Ayuda al taller

Demostrar que conoces tus derechos o hacer constar que quieres tener la última palabra en la reparación, no implica descortesía o agresividad.

Igual que solicitamos a los establecimientos una buena atención, en nuestro papel como consumidores podemos también echar una mano al establecimiento para que el proceso se lleve a cabo de la mejor manera posible.

Aunque a veces sea inevitable, intenta no llevar el vehículo al taller cerca de la hora de cierre. Los trabajadores están deseando irse a casa, y aquello que se debería hablar con calma, puede acabar tratándose de mala manera.

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Si existe una fecha estimada de entrega, no llames al taller continuamente para saber el estado de la reparación o para verificar si se podría adelantar. El establecimiento tiene que atender a otros clientes que necesitan disponer de su coche tanto como tú.

Si no tienes los conocimientos o las herramientas necesarias para efectuar una reparación, no la intentes hacer tú previamente. Algunos talleres llegan a rechazar ciertos vehículos que han sido manipulados incorrectamente.

Lleva el vehículo limpio tanto por fuera como dentro, y retira todos los objetos innecesarios que tengas en el maletero.

Por último, facilita todos los medios posibles para que se puedan poner en contacto contigo. Una reparación puede retrasarse innecesariamente si el mecánico no es capaz de obtener la confirmación de la reparación o informarte sobre un nuevo problema detectado.

En una época en la que existen multitud de alternativas de calidad para viajar y desplazarse por las ciudades, la venta de coches sigue en aumento. Según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), el pasado mes de agosto se matricularon 72.470 turismos, lo que supone una subida del 13,1% frente al mismo mes del año pasado. En total llevamos un 7% más de ventas que entre enero y agosto de 2016.

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