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Alimentos que nunca volverás a comer después de conocer sus ingredientes
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Alimentos que nunca volverás a comer después de conocer sus ingredientes

Sabíamos acerca de los palitos de cangrejo, gulas, queso crema o helados, pero añadimos a esa lista algunas comidas que no tomarás más después de saber su composición

Foto: ¿Volverás a tomarlos? (iStock)
¿Volverás a tomarlos? (iStock)

Agárrate bien al asiento donde estés o apóyate en algo que te sujete porque estás a punto de descubrir algunos de los ingredientes que componen algunas de tus comidas preferidas, las tomes o no con asiduidad y que no son lo que realmente pensabas que eran.

Algunas se elaboran de manera muy diferente a la que nos imaginamos, su imagen nos hace creer que es un alimento que no es y en otras ocasiones, pensamos que se enmarcaban en un lugar concreto de la pirámide alimenticia y nada que ver con la realidad.

Foto: Christophe Brusset (Claude Gassian)

Sabemos que algo con buen sabor no tiene porqué ser una garantía de que es bueno para la salud y lo que es menos discutido es que solo porque algo esté aprobado por la administración de seguridad alimentaria sea necesario comerlo. Son muchos los alimentos que ingerimos y que no sabemos con qué los han fabricado o de qué están compuestos. Se venden como un buen aporte nutritivo en nuestra dieta, pero su forma de elaboración dista mucho de la que imaginamos. Aunque lo ideal es evitar todos los productos procesados con químicos que afectan a nuestro cuerpo, la realidad es que a veces es imposible por el estilo de vida que llevamos. La decisión de tomarlos o no está en cada uno, por eso te contamos de qué están hechos estos y ya ingerirlos dependerá de ti mismo.

Pan de molde

placeholder ¿Seguro que quieres un sándwich? (iStock)
¿Seguro que quieres un sándwich? (iStock)

A nadie le gusta encontrarse un pelo en la comida, pero eso es lo que podrías estar tomando cada vez que te preparas unas tostadas, un 'bikini' o una torre de nocilla. Una gran cantidad de pan comercial tiene un aditivo llamado L-cisteína, un aminoácido que alarga la vida útil del pan y que a menudo se sintetiza a partir del pelo humano. Algo realmente repugnante. Para evitar tenerlo en la boca, opta por el pan recién hecho de la panadería en vez del procesado que compras en cualquier supermercado.

Carne picada

Quizá hayas oído hablar de la "baba rosa". Es un relleno a base de deshechos cárnicos tratados con químicos para que sea legalmente apto para el consumo humano. Muchas cadenas de comida rápida los utilizan por lo que todos las hemos comido, pero hay que ser conscientes que una buena parte de las hamburguesas están hechas, principalmente, con tendones, lenguas, encías, párpados, hocicos, intestinos, rabos y sangre…efectivamente 100% vacuno.

Lo ideal es evitar todos los productos procesados con químicos, ya que nuestro organismo podría verse afectado

Estos "recortes" de la carne se calientan, se centrifugan con el fin de eliminar la grasa, y la masa resultante se trata con hidróxido de amonio en forma de gas para higienizarla e inactivar los posibles patógenos. Por último se corta en porciones, se comprime y se congela para un uso posterior. Lo "seguro" desde el punto de vista sanitario no tiene por qué ser sinónimo de "aceptable" nutricionalmente hablando, muy en especial cuando el producto no va etiquetado y el consumidor no tiene posibilidad de elección al respecto.

Cerveza

Seguramente un vegano pensará que puede tomar cerveza porque no tiene ningún ingrediente animal en su composición. Error. Muchas se filtran a través de isinglass, una gelatina hecha de vejigas de pescado. Mientras que muchas marcas están comenzando a deshacerse de este clarificante natural otras lo siguen conteniendo, por lo que hay una posibilidad muy grande de que te lo hayas tomado en algún momento.

Por ejemplo, Guiness lo ha eliminado en gran parte (aunque no completamente) porque el proceso le está costando más de lo esperado. Para comprobar que tu cerveza está libre de pescado, puedes consultar la base de datos de Barnivore y descubrir si tu marca preferida es 100% de origen vegetal.

placeholder Glass of light beer on the glass bar counter.
Glass of light beer on the glass bar counter.

Nubes/chucherías

Está claro que no son buenas para nuestros dientes por su alto contenido en azúcar, pero su textura y colorido son otro cantar. Además se componen de jarabe de glucosa o fructosa, gelatina y aditivos. Al igual que la gelatina, las chucherías están formadas por partes animales, en este caso por piel o cartílagos a los que se le añaden saborizantes y colorantes. Las que son de color rojo tienen un ingrediente que también se utiliza para pintalabios y vinos y que se consigue a base de machacar unos insectos que se llaman cochinillas, que se vuelven una bola cuando los intentas coger. Estos pequeños escarabajos se alimentan de bayas rojas. Secados al sol y triturados le dan este color a todos estos productos. Ahora sí que tienes otra excusa para que los más pequeños no coman tantas...

En el caso de las grajeas de colores o alubias, parecen apetitosas por su brillo y agradable textura, pero cuando sepas que realmente están hechas con secreciones de insectos, quizá no las pruebes nunca más. Seguro que te ha venido el pensamiento de que las que tomaba Harry Potter en sus novelas, con extraños sabores a cerumen, no eran tan malas como estas. Estos residuos se obtienen a partir de un pequeño insecto rojo llamado gusano de la laca que habita en lugares del sudeste asiático.

Queso rallado

placeholder Y ahora, ¿qué echamos en la pizza? (iStock)
Y ahora, ¿qué echamos en la pizza? (iStock)

Muchos asumen que este tipo de lácteo es simplemente uno normal al que han hecho trozos más pequeños para poder espolvorearlo en la pasta, pizzas o ensaladas. Pero nada que ver con la realidad. Este formato de queso tiene un ingrediente adicional inesperado que no se encuentra en el resto de su "familia": serrín. Exacto, estas partículas de madera se añaden adicionalmente aunque no lo verás en la etiqueta de su composición. Su nombre oficial es celulosa y se añade para aumentar la fibra y añadir cremosidad en los alimentos bajos en grasa ayudando a que esta ralladura se agrupe. En otras palabras, se utiliza para abaratar los costes de su fabricación.

Agárrate bien al asiento donde estés o apóyate en algo que te sujete porque estás a punto de descubrir algunos de los ingredientes que componen algunas de tus comidas preferidas, las tomes o no con asiduidad y que no son lo que realmente pensabas que eran.

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