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Tragedias en alta mar: por qué todavía hay colisiones entre barcos
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DOS ACCIDENTES MORTALES EN SOLO DOS MESES

Tragedias en alta mar: por qué todavía hay colisiones entre barcos

A medida que el número global de embarcaciones aumenta, los mares están cada vez más llenos y las probabilidades de que se produzcan choques aumentan

Foto: El destructor USS 'John S. McCain', tras el accidente. (Reuters)
El destructor USS 'John S. McCain', tras el accidente. (Reuters)

Sucedió de noche, a las 05:24 de la mañana hora local, frente a la costa tailandesa. El destructor estadounidense USS 'John S. McCain' colisionó con el 'Alnic MC', un petrolero de 30.000 toneladas que navegaba bajo la bandera de Liberia. Al mediodía del día siguiente, este lunes, el buque militar pudo llegar a la base de Changi, en Singapur, aunque con un amplio agujero en el casco. A día de hoy, 10 marineros continúan desaparecidos. Tras el accidente, la Armada destituyó al almirante Joseph P. Aucoin, comandante de la flota, y ha comenzado una investigación para averiguar no solo cómo ha podido suceder una tragedia así, sino si es síntoma de algo más grande que amenace a la navegación en alta mar.

Las sospechas del Ejército están más que fundamentadas. El choque entre los dos barcos en el Pacífico es algo insólito, pero lo es todavía más si tenemos en cuenta que un accidente de circunstancias similares ocurrió hace apenas dos meses. En aquella ocasión, otro destructor de la Marina, el USS 'Fitzgerald', fue embestido por un carguero cerca de la costa japonesa. Siete personas desaparecieron y más tarde se confirmaron sus muertes. Con este, y a pesar de los muchos avances en los sistemas de radar y navegación, son cinco las colisiones entre barcos de grandes magnitudes desde 2014.

Como el sistema está diseñado para hacer sonar la alarma en caso de peligro inminente, muchas veces dejan sus puestos para dormir

A medida que el número global de barcos comerciales aumenta (a finales de 2016 había unos 58.000 activos), los mares están cada vez más llenos. El tamaño de la flota mundial, si se midiese por peso, se ha doblado desde 2004. Esto, como mucho, puede aumentar las probabilidades de colisión, pero de ninguna forma explica por qué se producen. Todavía es demasiado pronto para saber si los accidentes del 'McCain' y el 'Fitzgerald' fueron provocados por la misma causa o su cercanía temporal no es más que una coincidencia. Sin embargo, el director de Estudios Militares del Royal United Services Institute (RUSI), Peter Roberts, consultado por la BBC, apunta a una posible razón que a muchos les costaría admitir: la excesiva confianza en la tecnología.

No son infalibles

“Como el sistema está diseñado para hacer sonar una alarma en caso de peligro inminente, muchas veces dejan sus puestos para tratar de dormir”, explica Roberts. Esta fijación por los instrumentos hace que, como señala Aron Soerensen, jefe de tecnología marítima del Consejo Marítimo Internacional y del Báltico (Bimco), dejen de hacer algo tan sencillo (y a la vez tan útil) como mirar por la ventana para ver cómo evoluciona una situación determinada.

placeholder El agujero en el caso del 'John S. McCain'. (Reuters)
El agujero en el caso del 'John S. McCain'. (Reuters)

Según los datos de Survey Association, un empresa danesa que trabaja para las aseguradoras de barcos, la mayoría de los accidentes suelen tener su origen en un error humano. No obstante, matiza, en muchos casos la tripulación es la que consigue evitar la tragedia, algo que “tendemos a olvidar”. Dichas equivocaciones se pueden dar por la falta de inversión en el personal causada por la crisis económica de 2008. Por mucha fijación por los instrumentos que tengan, han de saber cómo funciona el barco, pues es como una pieza sofisticada de 'hardware' que necesita estar actualizada.

El sabotaje, una teoría plausible

Incluso se baraja la posibilidad de que estos accidentes hayan sido causados por un sabotaje. No es ningún disparate, ya que el 22 de junio 'New Scientist' se hizo eco de los problemas de GPS que estaban teniendo los barcos en el Mar Negro, lo que llevó a algunos observadores a alertar de la probabilidad de que se pueda 'hackear' el rumbo de los barcos. Todo apunta, señalan, a Rusia.

Los errores humanos se explican por la falta de inversión en personal causada por la crisis económica iniciada en 2007

Sea cual sea la razón, está en el interés de todos evitar los accidentes. Por mucho que el barco en cuestión tenga todo el derecho del mundo a estar en esa posición, ambas partes comparten la responsabilidad. Una de las ideas que más se mencionan para evitar las colisiones es la separación del tráfico marítimo, por ejemplo, haciéndolos navegar por carriles distintos. Esta medida ya se lleva a cabo en el Paso de Calais, entre Francia y Reino Unido, desde 1967.

placeholder El área donde se está buscando a los desaparecidos del USS 'John S. McCain'. (Reuters)
El área donde se está buscando a los desaparecidos del USS 'John S. McCain'. (Reuters)

Pese a que la preocupación por las colisiones marítimas es más acuciante que nunca (sobre todo por los dos accidentes en solo dos meses), no hay que perder de vista las cifras totales. Según la aseguradora Allianz, el número de naufragios decae año tras año. En 2016, por ejemplo, se perdieron 85 barcos de gran envergadura, de los cuales solo uno fue causado por una colisión. No obstante, a medida que los mares se llenan de embarcaciones, los buenos marineros, con todos sus conocimientos técnicos renovados, son más necesarios que nunca. Ah, y sin que se olviden de mirar por la ventana.

Sucedió de noche, a las 05:24 de la mañana hora local, frente a la costa tailandesa. El destructor estadounidense USS 'John S. McCain' colisionó con el 'Alnic MC', un petrolero de 30.000 toneladas que navegaba bajo la bandera de Liberia. Al mediodía del día siguiente, este lunes, el buque militar pudo llegar a la base de Changi, en Singapur, aunque con un amplio agujero en el casco. A día de hoy, 10 marineros continúan desaparecidos. Tras el accidente, la Armada destituyó al almirante Joseph P. Aucoin, comandante de la flota, y ha comenzado una investigación para averiguar no solo cómo ha podido suceder una tragedia así, sino si es síntoma de algo más grande que amenace a la navegación en alta mar.

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