7 abogados matrimonialistas cuentan los divorcios que les han marcado

Ya sea de mutuo acuerdo o porque estás en medio de una batalla legal encarnizada por la custodia de los niños (o en los últimos años de la mascota), el divorcio no tiene nada de divertido. Terminar una relación, que debía durar para toda la vida, dividir los bienes y decidir quién se queda cada cosa no es agradable para ninguno de los involucrados y puede ser bastante doloroso cuando la familia está de por medio.

En España, las demandas de disolución matrimonial descendieron un 7,8% en 2016 respecto al año anterior, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. La bajada se dio tanto en las de divorcio como las de separación con un 7,6 y un 11,5% menos respectivamente, siendo Canarias, la Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña las comunidades donde más parejas se separaron y siendo Castilla y León, Aragón y País Vasco las que menos.

Tiene sentido que algunos divorcios puedan crear grandes dramas y los abogados especializados en el tema pueden atestiguarlo. Desde 'Prevention' siete de ellos comparten los casos más intensos que han vivido en sus carreras:

Vida paralela

"Mi cliente tenía una segunda mujer y otra familia. Representé al marido de una pareja en Chicago que tenía alrededor de 50 años y que había pasado con ella unos veinte juntos. Ella pidió el divorcio porque su marido viajaba a menudo por trabajo y sentía que se habían distanciado. Durante el periodo de separación aparecieron un montón de gastos y recibos bancarios de otro estado. Mi investigador los revisó y descubrió que este hombre había estado viviendo con otra mujer (aunque no estuvieran casados legalmente) y tenía un hijo de 6 años. Ambos pensaban que sus continuos viajes eran meramente comerciales y la verdad que era que estaba con la otra. Le pregunté cómo pudo manejar la situación con las dos familias. Cuando se tramitó el divorcio él hizo se fue con la mujer de Nebraska pero como esa relación tampoco duró, se mudó de nuevo a Chicago", comenta Mitchell B. Gordon, socio fundador de Bardford & Gordon.

Facebook

"El marido de mi cliente está engañándola por esta red social. Estuve representando a esta mujer de 40 años que habían estado casados durante 15. Ella sospechaba de que él le estaba engañando por varios cargos registrados en las tarjetas de crédito: viajes a Las Vegas, Colorado y México (aviones, hoteles, restaurantes, clubs nocturnos, balnearios...). Cuando le preguntó con quién viajaba dijo que iba solo, pero los cargos fueron creciendo y las cuentas comunes se estaban agotando. Además, en uno de los extractos aparecía que había comprado condones.

Durante el periodo de búsqueda y descubrimiento, encontramos un perfil de Facebook de su novia de 20 años. Era una página pública por lo que mi clienta y yo pudimos ver fotos de los lugares donde él se había registrado. Todo sucedió durante dos años durante los cuales uno de los cargos fue en un centro de planificación familiar, donde él había pagado un aborto. La amante tampoco sabía que él acudía a burdeles (en uno de ellos pagó unos 9.000 euros por pasar una noche al estilo 'Piratas del Caribe') por lo que rompió con él a pesar de estar embarazada y haber publicado en su perfil la fecha del próximo nacimiento. Finalmente se divorciaron y ambos consiguieron la manutención y la custodia de los respectivos hijos", explica Mitchell.

La niñera

"En este caso, esta mujer se enteró de que su marido desde hace más de 15 años se acostaba con la niñera. Los pilló juntos en la cama mientras los niños estaban en casa. Ella la persiguió por toda la casa y hasta en la calle. El marido llevó a la amante a la parada del autobús y ella acabó demandándole por acoso sexual tras empujarla del coche. En ese momento, la pareja (marido y mujer) decidieron continuar juntos para evitar pagar la demanda de la trabajadora. Para no hacerlo obtuvieron un divorcio rápido en Las vegas: dando todos los activos a su mujer para que el no tuviera nada y la niñera en el juicio no pudiera quitarle ninguna propiedad.

Tras todo este embrollo la pareja se rompió y él quiso de vuelta la mitad de sus activos (ahora todos al nombre de ella). El caso fue expuesto frente al juez que lo calificó de fraude. Por supuesto la exmujer se marchó con todo y él se quedó sin nada", explica Lisa Helfend Meyer, fundadora de Meyer, Olson, Lowy & Meyers en Los Ángeles.

Novia en el juicio

"El día que firmamos el acuerdo, al salir del juicio, la nueva novia del ex de mi cliente estaba en la puerta esperándole y ella quiso saber por qué la llevó hasta allí. Fue muy irrespetuosa y gritaba: "Llevo a su hijo, sí, estoy embarazada", así que la aparté hacía un lado y le comenté que él también tenía un hijo con su exesposa y que tendría que tratar con ella al menos hasta que cumpliera 18 años y había empezado con mal pie. Ahora les digo a todos mis clientes que no traigan de ninguna manera a sus nuevas parejas al juicio", cuenta Amy Saunders, abogada en Boston.

Canarias, la Comunidad Valenciana, Baleares y Cataluña son las comunidades donde más parejas se separaron en 2015

Despedida "amistosa"

"Representé a una señora de unos 60 años que llevaba un polémico divorcio con su marido de 70. Él estaba con una mujer más joven. Pensé que a esa edad ya se no piensa en sexo, pero lo que ocurrió me quitó esa idea de la cabeza. Tras un año de tortura firmaron los papeles y finalizaron el proceso. Justo después de la firma, me preguntaron si podían hablar a solas y yo les mostré una sala de conferencias donde podían hablar. No pensé en nada raro, ellos eran mayores y tenían nietos, solo que tenían que procesarlo todo. Tras 15 minutos esperando caminé hacia el baño y escuché ruidos de muebles en la sala. Entré y les pillé colocándose la ropa tras haber mantenido relaciones. Me disculpé y salí de allí. Supongo que sería un polvo de despedida o canalización de la ira sobrante", cuenta James Bond, abogado familiar de Nueva York.

No sin mi perro

"Este cliente pertenecía a la alta sociedad de Manhattan. Él tenía 50 años y aunque no tenía hijos, su patrimonio era bastante elevado: joyas, pisos... En poco tiempo estábamos a punto de terminar el papeleo porque eran muy cooperativos. Pero todo eso cambió cuando hubo que decidir quién se quedaba con las mascotas. El marido era inflexible acerca de quedarse con el perro pero quería que ella se llevara el loro, al que había enseñado a decir "Mi mujer es una perra", lo que presenté al juez como prueba de que ella debería quedarse con él y pájaro tropical. El juez lo rechazó y al final aceptaron una custodia compartida del animal, pasando tres semanas con cada uno. El loro iría destinado al domicilio de un familiar. Todo esto después de tres meses más y de 30.000 euros en honorarios. ¡Con ese dinero podrían haber salvado un refugio entero de animales sin hogar!", explica Val Kleyman, abogado de Nueva York.

Trío peligroso

"Tras siete años de matrimonio, el marido (sin saberlo ella) intentó convencer a la niñera para hacer un trío, diciendo que su mujer también quería. Él era médico y la trabajadora había estado con ellos desde que habían tenido el primer hijo hace cuatro años. Un día, la niñera hizo un movimiento que a la mujer le pareció inapropiado, pero unos meses después se emborracharon y acabaron en la cama los tres. El marido estaba contento porque había conseguido lo que quería, pero se llevó una sopresa cuando ambas dijeron que estaban enamoradas. Durante el proceso de custodia él intentó alegar que la niñera era una inmigrante ilegal, un argumento ridículo que no valió para nada ya que ella consiguió mantener la custodia a los niños. Tres años después ellas siguen juntas y han contratado a otra niñera", cuenta James Sexton, abogado matrimonial especializado en familia de Rockland y Manhattan.