El abogado del bombero transexual acusado de maltrato está ligado a Hazte Oír

Íñigo Urien Azpitarte, el abogado que lleva el caso del bombero que cambió de sexo después de estar incurso en un juicio por violencia de género, fue candidato a las elecciones europeas de 2014 por el partido Familia y Vida, cuyo ideario está muy próximo al de la asociación Hazte Oír, con quienes también ha colaborado y ha dado charlas difundidas en la página web de esta asociación que se hizo célebre con su autobús en el que se hablaba de vulvas y penes.

El ideario del partido por el que se presentó Urien es breve: “La familia, que está compuesta por un hombre y una mujer y el fruto, que son los hijos”. Este letrado también tuvo el honor de presentar la primera demanda admitida de unos padres que se declararon objetores de conciencia a la asignatura de Educación para la Ciudadanía implantada por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Este diario ha tratado de ponerse en contacto con el letrado para confirmar su relación con estas organizaciones, pero en su despacho replica un contestador automático. "Íñigo es muy autónomo, pero sigue en la onda de estas organizaciones, aunque discrepa de algunas cosas", desliza una fuente de este entorno.

Un bombero asturiano de 48 años que ha pasado por un proceso de reasignación de sexo, ahora en su DNI consta su identidad femenina

El caso que ahora ocupa al abogado vizcaíno tan ligado a las asociaciones “provida” ha despertado el interés de la comunidad jurídica. El caso es que un hombre fue denunciado hace siete años por maltrato psicológico a su mujer. Durante el transcurso de ese tiempo, en el que no se ha resuelto el litigio judicial, el varón ha cambiado de sexo: ahora es una mujer. Se trata de un bombero asturiano de 48 años que ha pasado por un proceso de reasignación de sexo, lo que incluye que en su DNI ahora consta su identidad femenina. Precisamente por eso, el procedimiento judicial podría quedar sin efecto, pues es un supuesto que no contempla el Código Penal.

Urien Azpitarte, el letrado militante de las organizaciones antiabortistas, sostiene que cuando empezó a representar a su cliente este era un hombre casado por la iglesia, pero que durante el proceso se fue identificando como mujer y “le fue diagnosticada una disforia de género”. En resumen, la defensa se basa en que cuando cometió el delito ya era una mujer, aunque no se tuviera constancia de ello. La estrategia del abogado apunta en esa dirección. “La ley habla de violencia del hombre contra la mujer, y él no era un hombre”.

Hasta Estrasburgo

El hombre, que se declara "muy afectado" por todo el proceso, también tiene en marcha un proceso para resolver la custodia de los hijos que tuvo con la mujer que le interpuso la demanda por malos tratos. Tuvo otras denuncias de su exesposa, pero fueron desestimadas en su momento. El letrado ya ha advertido que está dispuesto "a llevar el caso hasta Estrasburgo si es necesario".