Por qué no debes comer carne más de una vez a la semana
Ser flexitariano no es lo mismo que vegano o vegetariano. Solo comen alimentos de origen animal muy puntualmente. La frecuencia marca la diferencia
La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI. En España ya afecta a más del 20% de la población adulta y lo peor de todo es que los afectados (82%) no perciben el problema, según un estudio realizado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad. Y en la población más joven la tendencia no es mucho mejor. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad continúa creciendo entre los adolescentes europeos, de hecho uno de cada tres tiene sobrepeso.
En España, los datos del informe realizado por la OMS con motivo de la próxima celebración del Día Europeo contra la Obesidad (congreso que se celebra en Oporto), reflejan que la prevalencia de la obesidad es del 9,4% en chicos de 11 años, 5,7% de los de 13 y 4,7% en los de 15. En cuanto a las niñas la prevalencia es del 3,3% de 11 a 13 años y 2,3% en las de 15.
Ser flexitariano es la clave
¿Qué se puede hacer para evitarlo? La respuesta es muy clara: hacerse flexitariano. Para empezar, el término se refiere a aquellas personas que basan su alimentación en una dieta vegetariana pero que de manera ocasional, y que por las razones que sea, consumen algunos productos de origen animal como mariscos, pescados o aves. Algunos pensarán que entonces todo el mundo entra dentro de este concepto, pero no es así. Su alimentación esta basada en una dieta verde y el consumo de origen animal es ocasional o excepcional. Lo que lo define es la frecuencia en este tipo de ingesta de alimentos.
No se debe eliminar la carne fresca o pescado diario en su totalidad, pero como dice la investigación, sí mantenerlos controlados
Aunque tienen nombre desde 1992, quizá sea la primera vez que escuchas el término ya que no se puso de moda hasta finales de la década pasada. La dieta que realizan estos flexitarianos es equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol, cardioprotectora, alta en nutrientes y fibra (y que se beneficia de los ácidos grasos del pescado y de las vitaminas y proteínas de la carne), un menú saludable de origen vegetal con alguna ingesta esporádica de procedencia animal.
Estudio español
Una nueva investigación realizada en la Universidad de Navarra descubrió que comer solo 390 gramos de carne a la semana (el equivalente a dos pechugas de pollo grandes) se relaciona con la reducción del riesgo de padecer obesidad en un 43%. El estudio hizo un seguimiento a más de 16.000 personas durante más de 10 años y descubrió que aquellos que comían solo un 25% de carnea la semana tenían la mitad de probabilidades de convertirse en obesos.
Los que comieron menos carne duplicaron el consumo de frutas y verduras en su dieta habitual y eran mucho más propensos a adherirse a una dieta más mediterránea comiendo nueces, legumbres, cereales integrales y aceite de oliva.
Esta investigación, presentada en el congreso que se está celebrando en Portugal, examinó los datos de 16.801 personas que no eran obesas al comienzo del estudio y que fue evaluando sus hábitos alimenticios. A lo largo de diez años, 584 se convirtieron en obesos. "Los alimentos de origen vegetal contienen más fibra y ayudan a que la gente se sienta saciada más tiempo, Existe una gran variedad de productos sanos donde elegir", comenta la profesora y doctora Maira Bes Rastrollo.
El otro informe, realizado por la OMS, muestra que en nuestro país en los años de seguimiento ha aumentado la ingesta diaria de verduras y ha disminuido el consumo frecuente de dulces, pero sin ir acompañado de un aumento de la actividad física (sobre todo entre las féminas) y sí de un gran crecimiento del uso del ordenador.
La dieta flexitariana es equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol, cardioprotectora y alta en nutrientes y fibra
Así, según el estudio la Universidad de Navarra, incluso los que no comieron tantas frutas y verduras también tenían un menor riesgo de sufrir obesidad en comparación con los que consumían más carne, huevos, lácteos y grasas. "Nuestro estudio sugiere que las dietas basadas en vegetales están asociadas sustancialmente con menor riesgo de desarrollar obesidad. Esto apoya las recomendaciones actuales para cambiar las comidas ricas en origen vegetal con un menor consumo animal".
Tam Fry, presidente del Foro Nacional de Obesidad, comentó que "es evidente que no se deben eliminar los alimentos como la carne fresca o pescado diario en su totalidad, pero como la investigación sugiere, sí mantenerlos controlados. Nuestros antepasados comían repollo y coliflor (mucho más fácil de obtener que la carne), no se murieron de hambre y mejoraron en su dieta".
La obesidad es una de las epidemias del siglo XXI. En España ya afecta a más del 20% de la población adulta y lo peor de todo es que los afectados (82%) no perciben el problema, según un estudio realizado por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad. Y en la población más joven la tendencia no es mucho mejor. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad continúa creciendo entre los adolescentes europeos, de hecho uno de cada tres tiene sobrepeso.
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