Te has atado mal los cordones toda tu vida. Así se hace el nudo
Hay muchas formas de hacerte el nudo, pero lo resumiremos en dos: bien y mal. Si se te deshace cada dos por tres y estás harto de agacharte a repetir el proceso, deberías leer esto
Se te desatan los cordones de las bambas o los zapatos todo el rato. Tienes que estar agachándote cada hora a volver a hacerte el nudo. Te los pisas cada dos por tres y piensas que es culpa de la calidad de las cuerdas. Pero no, amigo, estás más que equivocado. La responsabilidad de que esto te ocurra es solo tuya. Asúmelo: a tu edad te atas mal los cordones.
Un estudio de la Universidad de Berkeley en California ha revelado que el error que cometes es atar el primer nudo de la izquierda sobre la derecha, y luego hacer un arco de la misma manera. En cambio, si el cordón izquierdo lo cruzas por la derecha, tendrás unos cordones perfectamente atados, ya que se harán en forma horizontal y no en diagonal hacia el tobillo.
Un estudio ha revelado que el error que cometes es atar el primer nudo de la izquierda sobre la derecha, y luego hacer un arco de la misma manera
"Estamos tratando de estudiar los nudos desde una perspectiva mecánica. Hemos sido capaces de demostrar que el nudo débil fallará siempre y el nudo fuerte lo hará pasado un tiempo, pero todavía no entendemos por qué hay una diferencia mecánica fundamental entre ambos", dijo Oliver O'Reilly, profesor de ingeniería mecánica en Berkeley y coautor del estudio, recoge 'The Daily Mail'.
Ya sea corriendo o caminando, los estudiosos descubrieron que un cordón empieza a deshacerse por el impacto del talón al golpear contra el suelo. El nudo se estira y se relaja, y el movimiento de la pierna al caminar hace que los nudos se deslicen hasta deshacerse del todo.
Depende de tu pie
El estudio estadounidense no ha sido el primero realizado sobre la materia. Una investigación liderada por Marco Hagen y Ewald Hennig, de la Universidad de Duisburgo en Alemania, demostró el impacto que tienen los cordones en la comodidad de las personas. La pesquisa, publicada en el manual de Investigación de Medicina Deportiva y recogida por 'BBC', analizó la biomecánica y los efectos del enlazado.
Asimismo, depende del tipo de pisada que tenga uno (pronadora, supinadora o neutra) o el tipo de pie (con arco elevado, estrecho...) para elegir la lazada perfecta y no sufrir molestias. Por ejemplo, si tienes el empeine alto, debes saltarte un par de espacios de la zona central y así evitar la presión sobre esta zona que tienes más elevada. Si tu arco es alto, es el mismo procedimiento pero cambia la posición. A continuación, una explicación gráfica del sitio web Runrepeat.
Si tu caso se reduce a que tienes la punta más ancha que la media, solo has de aflojar la punta de los cordones. Si, por el contrario, tienes el pie ancho, deberás reducir la presión de toda la lazada.
Más de 43.000 combinaciones posibles
Este el año 2002 ya se investigaba la ciencia de los cordones. El matemático australiano Burkard Polster publicó en la revista 'Nature' un artículo en el que aseguraba que hay 43.200 combinaciones posibles y prácticas de atarse los cordones. De todas ellas, ¿cuáles son las mejores? Polster aseveró que las más adecuadas son aquellas que sujetan los extremos con más fuerza, lo que requiere una menor longitud de cordón.
Dependiendo de cómo sea tu calzado deberás atarte los cordones de una forma u otra. Polster confirma que si los ojales están muy juntos entre sí y las solapas muy separadas, deberemos optar por el doble cruce ('criss cross'), pero si los ojales se encuentran a cierta distancia entre ellos, lo mejor es el 'zigzag'.
El método de los dos minutos
Puedes atarte los cordones bien... y rápido. Conocido como el método de los ‘dedos mágicos’, el sistema no es nuevo pero eso no ha impedido que se haya hecho viral en la red. Requiere la mitad de tiempo que el procedimiento habitual para atarse los cordones, e incluso hay que afirma que la lazada permanece más apretada y aguanta más tiempo que la tradicional. Tenemos el vídeo:
Se te desatan los cordones de las bambas o los zapatos todo el rato. Tienes que estar agachándote cada hora a volver a hacerte el nudo. Te los pisas cada dos por tres y piensas que es culpa de la calidad de las cuerdas. Pero no, amigo, estás más que equivocado. La responsabilidad de que esto te ocurra es solo tuya. Asúmelo: a tu edad te atas mal los cordones.