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De qué están hechos de verdad los alimentos (y no te va a gustar)
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¡Ay que hambre! o tal vez no...

De qué están hechos de verdad los alimentos (y no te va a gustar)

¿Qué son realmente? Son muchos los alimentos que ingerimos y que no sabemos con qué los han fabricado o de qué están compuestos. Se venden como

Foto: Palitos de cangrejo. (iStock)
Palitos de cangrejo. (iStock)

¿Qué son realmente?

Son muchos los alimentos que ingerimos y que no sabemos con qué los han fabricado o de qué están compuestos. Se venden como un buen aporte nutritivo en nuestra dieta, pero su forma de elaboración dista mucho de la que imaginamos. Aunque lo ideal es evitar todos los productos procesados con químicos que afectan a nuestro cuerpo, la realidad es que a veces es imposible por el estilo de vida que llevamos. La decisión de tomarlos o no está en cada uno, por eso te contamos de qué estan hechos estos y ya ingerirlos dependerá de ti mismo. Dale a la flecha para descubrir cuáles son.

Palitos de cangrejo

Lo sentimos, pero no están hechos de cangrejo. Están hechos a base de surimi, un invento japonés muy antiguo con el que se aprovechaban todos los restos del pescado o especies con poca salida comercial. A veces también con restos de pollo. Su sabor emula al crustáceo pero nada tiene de él, ya que está formado por restos de corvina, morena de Japón, merluza, caballa, o bacalao entre otros. Una vez bien lavados y limpios de piel y espinas son deshidratados y convertidos en esa masa blanca gelatinosa a la que se le añaden sal, almidón, aglutinantes y polifosfatos. Después de congelar y se le pone el colorante que le da la apariencia que nosotros conocemos.

¿Seguros de querer seguir echándolos en las ensaladas, sopas y arroces?

Paté

¿Quién no se ha merendado alguna vez un buen bocata de este alimento después de salir del colegio? ¿Cuántas veces no nos han dicho que el hígado es buenísimo? Seguramente lo sea, pero es que el paté no está hecho de hígado de pato. Primero habría que saber las diferencias entre este y el foie gras. El primero y más común está compuesto por vísceras de pollo, ternera y cerdo, a los que se le añaden leche, harina, especias, conservantes y saborizantes; el segundo, mucho más caro además, está íntegramente formado por hígado de pato, oca o ganso, aunque el proceso para conseguirlo tampoco es muy agradable, ya que se alimenta al animal excesivamente hasta que engorda de forma abusiva y su hígado se convierte en mucho más graso de lo habitual.

Gelatina

Es uno de los alimentos preferidos por los niños, su colorido y textura lo convierten en un postre que llama mucho su atención. No lleva conservantes ni colesterol y es un alimento rico en proteínas. Su composición quizá ya no te parecerá tan rica, ya que está hecha de colágeno de animales, es decir, piel y huesos de cualquier parte del cuerpo. Primero se les quita la sangre, después se trituran y se lavan con ácidos que lo convierten en oseína (sustancia orgánica que forma el tejido de los huesos y cartílagos). Después estará en cal de 5 a 10 semanas, se enfriará y se solificiará en forma de polvo, para encontrarla como la conocemos nosotros.

¿Te sigue apeteciendo verla vibrar?

Golosinas

Está claro que no son buenas para nuestros dientes por su alto contenido en azúcar, pero su textura y colorido son otro cantar. Además se componen de jarabe de glucosa o fructosa, gelatina y aditivos. Al igual que la gelatina, las chucherías están formadas por partes animales, en este caso por piel o cartílagos a los que se le añaden saborizantes y colorantes. Las que son de color rojo tienen un ingrediente que también se utiliza para pintalabios y vinos y que se consigue a base de machacar unos insectos que se llaman cochinillas, que se vuelven una bola cuando los intentas coger. Estos pequeños escarabajos se alimentan de bayas rojas. Secados al sol y triturados le dan este color a todos estos productos.

Ahora sí que tienes otra excusa para que los más pequeños no coman tantas...

Helados

No todos los helados están hechos de la misma forma y con los mismos componentes, de hecho últimamente se lleva mucho la elaboración casera y 100% de fruta, pero los más cremosos, así como muchas salsas dulces que se utilizan en los postres, obtienen esta textura precisamente de un aditivo llamado carragenina, que se obtiene de las algas marinas.

El resto de componentes de este postre son hielo, leche, grasas, yemas y aceites, y, sobre todo, las grandes cantidades de azúcar y los aditivos y colorantes.

Gulas

¡Qué ricas con unos buenos huevos fritos! O, ¿quién no las ha puesto en su mesa el día de Navidad, emulando a las angulas?

Al igual que los palitos de cangrejo, están hechas de surimi, aunque no contienen tantos aditivos como estos. A la mezcla final se le añade una mezcla de aceites vegetales, harina de trigo, soja, clara de huevo, tinta de calamar o de sepia y extractos de almeja. Aunque artificial, lo cierto es que es bastante saludable por su gran contenido en proteínas de pescado.

Tranchetes

Eso no es queso. Estas láminas son uno de los alimentos más procesados que existen. Se obtienen de lácteos fermentados, con un elevado nivel de sal, aditivos y colorantes que consiguen darle ese toque amarillento similiar al queso.

Según la dietista Beth Warren: “La verdad es que no es queso en absoluto, aunque depende de la marca. Muchas veces es solo un producto artificial similar al queso pero que no es más que una mezcla de grasas y proteína de suero de la leche, sólidos, emulsionantes y colorantes de los alimentos, teniendo un alto contenido de sodio y tal cantidad de grasa que una porción normal se asemeja más a una porción de carne que a cualquier producto considerado lácteo".

Salchichas

Las salchichas son, junto con los nuggets de pollo, uno de los alimentos más procesados del mundo y apenas contienen carne. La pasta que se obtiene del pollo y el cerdo, que son previamente deshuesados y triturados, ya que el proceso está prohibido con carne de vacuno. Según con un estudio de la Universidad de Harvard, las carnes procesadas como las salchichas se han asociado a un incremento del 42% en el riesgo a sufrir enfermedades cardiovasculares, y un aumento del 19% en la probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

Su composición, además de ese minúsculo tanto por ciento de carne, está formado por agua fluorada, sal, proteína de leche pasteurizada, sales sintéticas como el tritosfato de potasio y sodio, jarabe de maíz, estabilizadores, nitrato de sodio, almidón, carmín, saborizantes y ascorbato de sodio, una forma sintética de la vitamina C. Si aún tienes ganas de comerlas, mira este vídeo.

Queso crema

Este tipo de queso es muy popular. Está fabricado a base de lácteos fermentados a los que se les añade leche, nata, otros aditivos, sal, y potenciadores del sabor. Pero además, algunos de ellos, tienen aditivos como el E-153, un carbón vegetal que funciona como colorante, que se obtiene a través de la combustión de diversos materiales vegetales, y cuya función es oscurecer el color del producto y puede provocar cáncer.

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