Los grandes beneficios para la salud de dormir con la ventana abierta

No cerrar la ventana cuando dormimos renueva el ambiente de la habitación, permitiendo que entre aire fresco y se eliminen ciertos gases que se acumulan, dificultando la respiración durante el sueño. Hasta ahora esta era la principal causa por la que los médicos calificaban esta costumbre como saludable, siendo desaconsejable solo en aquellas personas que son propensas a padecer alergias. Sin embargo, parece ser que los beneficios de este simple hábito no se quedan solo en eso.

El Profesor de Endocrinología Ashley Grossman, académico de la Universidad de Oxford, asevera que no dejar la habitación cerrada a cal y canto podría ser un método nada despreciable para prevenir la obesidad y la diabetes tipo 2. La causa final deriva de las consecuencias que tiene para el organismo hacer descender la temperatura corporal en apenas unos grados durante el reposo nocturno. ¿Cómo ha llegado este experto a tales conclusiones?

Ambientes un poco más fríos

Las afirmaciones de Grossman parten de los resultados obtenidos por un trabajo efectuado por científicos holandeses del Leiden University Medical Center, que dicen haber hallado un nexo directo entre el aumento de casos de diabetes y el calentamiento global.

En declaraciones a la ‘CNN’, una de las colaboradoras del estudio, Lisanne Blauw, señaló: “Hemos calculado que el incremento de solo un grado centígrado en la temperatura ambiente podría originar más de 100.000 nuevos casos de diabetes al año solo en los Estados Unidos”. Dicha consecuencia se debe a que el cuerpo necesita quemar menos grasa para mantener una temperatura adecuada, aumentado además la sensibilidad a la insulina y desembocando, todo ello, en una mayor acumulación de reservas para el cuerpo y un consiguiente aumento de peso.

Abre esta noche las ventanas de tu habitación para empezar a perder peso. Hay datos de la comunidad científica que avalan este hecho

“Existen evidencias de que enfriar el cuerpo solo unos grados reduce la posibilidad de padecer diabetes”, cuenta Grossman a ‘The Telegraph’. “Tomando esta información, junto a los trabajos que indican que un sueño reparador ayuda a prevenir la obesidad y la diabetes, todos podremos lograr un óptimo descanso nocturno, en una habitación fresca, con las ventanas abiertas a la brisa nocturna”. Durante una conferencia en el British Science Festival de Swansea, el profesor cuenta la experiencia personal que le inspiró esta idea: “Mi tía abuela Norah estaba casada con mi tío Albert y ambos vivían en un pequeño apartamento en el que cada vez que entrabas se respiraba mal por el calor. Siempre tenían la calefacción encendida y las ventanas cerradas. Norah y Albert eran obesos”.

Concluye Grossman: “Mejor que tomar medicamentos para la pérdida de peso, o ingerir menos Cheerios o lo que sea, para mí la solución ideal es que cuando te vayas a la cama esta noche, abras todas las ventanas, pongas el aire acondicionado y pierdas peso. Es una buena idea, y hay datos por parte de la comunidad científica que lo avalan”.

Varios trabajos señalan que el aumento de la obesidad y la diabetes tienen relación con ambientes cerrados donde la temperatura es alta

No son las únicas investigaciones que, efectivamente, defienden conclusiones parecidas. En la misma línea, otro estudio publicado hace apenas unos años por especialistas de la Universidad de Maastricht ya avisaba de que mantener el termostato de la calefacción a una temperatura de entre 15 y 17 grados durante unas horas al día aceleraba el metabolismo en un 30%, potenciando el consumo de calorías. En los casos más extremos en los que el cuerpo acababa tiritando, se llegaban a quemar hasta 400 kilocalorías.

Todos los trabajos señalaban, en definitiva, que aparte de los riesgos derivados de una mala alimentación, sendos problemas, obesidad y diabetes, podrían tener una relación directa con nuestro estilo de vida propio de ambientes cerrados, como nuestra oficina y nuestro hogar, adaptados siempre a unas temperaturas particularmente agradables. Que los grados del termostato se acerquen, por tanto, más al frío exterior, podría entrañar beneficios a largo plazo.

Críticas

No obstante, existen también opiniones que ponen en entredicho el alcance de todas estas conclusiones. Para la doctora Louise Brown, estadística del Medical Research Council Clinical Trials Unit en la University College de Londres: “De manera general, el descubrimiento de este nexo es interesante, pero no creo que sea de gran ayuda en la lucha contra el incremento de casos de diabetes a nivel mundial, a menos que lo que se esté sugiriendo es que todos nos deberíamos mover a climas más fríos”.

De la misma manera, el profesor David Spiegelhalter, de la Universidad de Cambridge, aclara: “Incluso si estas estimaciones son ciertas, el aumento de 2 grados de temperatura se asoció en estos trabajos con una mayor incidencia de diabetes de solo el 0,7%. En tales circunstancias, no creo que sea esta la mayor preocupación relacionada con esta enfermedad”.