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Por qué es mejor hacer ejercicio únicamente los fines de semana
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Por qué es mejor hacer ejercicio únicamente los fines de semana

Un estudio amplio sorprende: ir al gimnasio cada día no supone una gran diferencia para nuestra salud. Si prefieres concentrarlo en un par de días lo estás haciendo bien

Foto: Después del trabajo esto es lo que más apetece. (iStock)
Después del trabajo esto es lo que más apetece. (iStock)

Hoy es uno de esos días en que has conseguido reservar un hueco para ejercitar tu cuerpo. Solo lo logras a veces, así que llegas al gimnasio o al parque lleno de íntima satisfacción. Podrías estar en el sofá, atrofiándote, dejando la vida pasar y mirando para otro lado ante tu decadencia física, pero no.

Has cogido el toro por los cuernos, has sacado fuerzas de flaqueza y afrontas la heroica labor de... Un momento, ¿esa no es Luisa? ¿Haciendo running como ayer, y como antes de ayer? ¡¿Pero qué le pasa a la gente, no tiene nada mejor en su vida?!

Tranquilo, porque tu instinto puede estar justificado según datos recopilados por Gary O'Donovan y su equipo de investigadores del programa Exercise as Medicine ('ejercicio como medicina') de la Loughborough University en Inglaterra, publicados en 'JAMA Internal Medicine'.

Cualquier ejercicio, por poco que sea, es mejor que ninguno para evitar morir joven, aunque tengas sobrepeso u obesidad

Han reunido mediciones y encuestas en más de 63.000 personas en este país y en Escocia de 1994 a 2012: las que dijeron que hacían deporte dos o incluso un solo día a la semana bajaron su riesgo de muerte prematura entre el 30 y el 34% en relación a las que no hacían nada. Lo interesante es que los que hacían ejercicio la mayoría de los días de la semana no mejoraban mucho esa cifra. La bajada del riesgo en su caso era del 35%.

Escápate

En Gran Bretaña llaman a estas personas que prefieren tomárselo con cierta calma 'weekend warriors', 'guerreros de fin de semana'. Puede que ellos sean los más prácticos al gestionar su tiempo, porque la cantidad es más importante que la frecuencia.

Sin duda, los sedentarios irredentos lo tienen peor que ninguno, y en España son por lo menos la mitad, una cifra altísima que es clave a la hora de explicar el sobrepeso y sus problemas derivados. Entre las enfermedades más relacionadas con la falta de entrenamiento, se encuentran la diabetes, el cáncer o los problemas cardiovasculares.

El total de ejercicio semanal recomendado por la Organización Mundial de la Salud entre los 18 y los 64 años es de, al menos, 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 de actividad aeróbica vigorosa (o una combinación de las dos, claro). De los máximos se suele hablar menos, pero ten en cuenta que superar los 150 minutos es bueno. Puedes llegar hasta los 300 (5 horas) a la semana de actividad moderada sin problema. Posiblemente no es peligroso superarlos, siempre que nos hagamos chequeos periódicos, pero tampoco notaremos más beneficio para nuestra salud que si nos quedamos por debajo.

Ya en 2013, un estudio de la Queen's University Kingston negaba la importancia que casi todos damos a la frecuencia. La muestra era en este caso de 2324 adultos de 18 a 64 años en los que se habían medido los criterios de la encuesta nacional de salud canadiense. Sus datos avalaban la conclusión de que lo mejor era un mínimo de aproximadamente 150 minutos a la semana de ejercicio moderado a vigoroso, sin importar la cantidad de días de esfuerzo.

Con 150 minutos divididos en un par de días a la semana disminuyes el riesgo de muerte por enfermedad del corazón en un 40%

Claro está, para que las cuentas salgan, alguien que solo se mueva un día a la semana debería pasar dos horas y media ejercitándose. Por ejemplo, una escapada con la bici, un poco de marcha o un día en la piscina con varios ratos de nado a buen ritmo. Si te gusta hacer este tipo de actividades pero odias el gimnasio, ya sabes. Puedes sistematizarlas y tratar a los del aerobic diario de tú a tú.

¿Quiénes son los guerreros?

Un dato importante del nuevo estudio británico es que cualquier ejercicio, por poco que sea, es siempre mejor que ninguno para evitar morir joven. Y ello es así para gente con cualquier índice de masa corporal, incluidos los que tengan sobrepeso u obesidad. Nos tememos que los esfuerzos que hagas en tu trabajo o al llevar a los niños al colegio no se han estudiado esta vez. Lo que sabemos por este y otros estudios es que funciona sin duda ejercitarte en el tiempo libre y de forma moderada o vigorosa (que pierdas un poco el aliento, vaya). Caminar un rato es mejor que nada, pero no entra en los minutos mínimos.

En concreto la relación con la salud del corazón es indudable: si haces ejercicio un par de días a la semana (o lo distribuyes de forma distinta, da igual) recortarás el riesgo de deceso por enfermedad del corazón en un 40%.

En cuanto al cáncer, la investigación dice que te alejarás de morir por su causa entre un 18 y un 21% más que los no hacen deporte.

Estos paladines que son constantes pero solo uno o dos días resultaron ser más a menudo hombres que mujeres (56% del total) en el estudio. El 55% hacían deporte dos días y el 45% lo concentraban en un solo día.

Para delimitar bien los beneficios de esta forma de entrenar no se tuvo en cuenta a las personas que murieron por enfermedades crónicas durante los dos primeros años del estudio.

Hoy es uno de esos días en que has conseguido reservar un hueco para ejercitar tu cuerpo. Solo lo logras a veces, así que llegas al gimnasio o al parque lleno de íntima satisfacción. Podrías estar en el sofá, atrofiándote, dejando la vida pasar y mirando para otro lado ante tu decadencia física, pero no.

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