Las fotos que demuestran el gran problema de adelgazar
Aunque podamos perder decenas de kilos, no nos convertiremos inmediatamente en esas personas delgadas que nos muestran las revistas. Hay otros efectos secundarios
Cuando decidimos ponernos a dieta siempre hay un motivo detrás. Buscamos sentirnos bien con nuestro cuerpo, reforzar la autoestima, estar en forma o simplemente llevar una alimentación saludable. Parece que todo son ventajas. Sin embargo, adelgazar tiene otra cara (mucho más amarga) y de la que pocas veces se habla. No solo nos referimos a los sacrificios de seguir un estricto menú, sino a la transformación que sufre el cuerpo una vez hemos perdido peso: aparece la piel flácida. Es frecuente en muchas mujeres tras el embarazo y en la mayoría de personas que adelgazan de forma drástica.
Es el caso de Kayla, una joven de Florida que ha perdido 88 kg en dos años y que ha compartido su historia en la plataforma Imgur. Su cambio es asombroso, asegura sentirse muy bien cuando se mira en el espejo, aunque una vez se despoja de su ropa la realidad es otra y es que su piel se ha dado completamente de sí. Le llueven felicitaciones y preguntas de numerosos seguidores en la red, algunos querían saber cómo habían quedado sus piernas y abdomen y Kayla ha decidido compartir más imágenes de su metamorfosis: “Aquí está, es feo, pero es la realidad después de perder tantos kilos. Piel flácida”.
La piel descolgada se concentra alrededor de su abdomen y en la parte superior del pecho y los brazos, lo que dificulta elegir ropa
Es la consecuencia de perder una gran cantidad de peso a una velocidad mayor de la que nuestro organismo puede asumir; es como tener estirada una goma de pelo durante mucho tiempo, al dejar de ejercer esa presión pierde toda su elasticidad. Es lo que le ha pasado a Kayla, la piel descolgada se concentra alrededor de su abdomen y en la parte superior del pecho y los brazos, lo cual la condiciona a la hora de elegir la ropa y la afecta en otras actividades cotidianas, como ducharse, ya que tarda más de 30 minutos en asearse, secarse e hidratarse. Pero la joven no desiste. Su plan es seguir haciendo ejercicio para conseguir que su piel se reduzca tanto como sea posible de forma natural.
La historia de Kayla, de la que en los últimos días se han hecho eco varios medios como 'The Huffington Post', 'Daily Mail' o 'Indy 100' ha llevado a numerosos internautas y expertos en nutrición a ofrecer consejos para combatir la flacidez del órgano más extenso del cuerpo. Veamos algunos de ellos.
Prevención
Si queremos perder los kilos de más es importante seguir una alimentación saludable y equilibrada de manera que se produzca una pérdida de peso gradual, nunca repentina con dietas milagro; adelgazar demasiado rápido hace que el cuerpo entre en estado de inanición.
La ingesta de líquidos y frutas y vegetales ricos en agua te hidratará por dentro, pero también deberás hacerlo por fuera con lociones
Realizar ejercicios de tonificación también es esencial. Los músculos queman más calorías que la grasa, levantar pesas y desarrollar los músculos antes de empezar la dieta ayudarán a tonificar el cuerpo y evitará que se desarrolle piel flácida. Una vez dada por concluida la dieta, el ejercicio aeróbico será un gran aliado, ya que favorece la circulación sanguínea y mejora el riego de la epidermis, dotándola de más nutrientes y devolviéndole un mejor aspecto.
Hidratación
La ingesta de líquidos y frutas y vegetales ricos en agua te hidratará por dentro, pero también deberás hacerlo por fuera con lociones que mantengan la piel flexible para que pueda adaptarse al nuevo peso. Igualmente es importante no exponerla al sol, ya que se resecará y la deshidratación será mayor.
Alimentación
Seguir una dieta saludable será necesario para evitar ganar peso y para mejorar el estado de la epidermis. En frutas y verduras se encuentran la vitamina E y C, regeneradoras dérmicas que potencian un aspecto saludable. Además, tal y como señala la prestigiosa nutricionista Gillian McKeith en su bestseller 'You are what you eat' (Eres lo que comes) es fundamental no saltarse las comidas y desayunar todos los días. El equilibrio es la clave.
Tras perder muchos kilos a menudo hay que recurrir al bisturí: el cuerpo no ha podido adaptarse al nuevo peso
Cirugía
Kayla explica en su publicación que sigue todos estos consejos, pero es consciente de que tal vez no sea suficiente para deshacerse de toda la piel laxa. “Ninguna cantidad de ejercicio la eliminará”, por eso espera poder ahorrar lo suficiente como para ponerse en manos de un cirujano. Como Kayla, son muchas las personas que tras perder muchos kilos deberán recurrir al bisturí, ya que su cuerpo no ha podido adaptarse al nuevo peso. Son varias las alternativas, aunque los cirujanos optan casi siempre, en primer lugar, por una abdominoplastia, una técnica quirúrgica capaz de eliminar el exceso de piel que queda después de adelgazar y que puede eliminar tejido y reafirmar los músculos abdominales; o el lifting de brazos, destinado a recuperar la tensión natural de estos.
Cuando decidimos ponernos a dieta siempre hay un motivo detrás. Buscamos sentirnos bien con nuestro cuerpo, reforzar la autoestima, estar en forma o simplemente llevar una alimentación saludable. Parece que todo son ventajas. Sin embargo, adelgazar tiene otra cara (mucho más amarga) y de la que pocas veces se habla. No solo nos referimos a los sacrificios de seguir un estricto menú, sino a la transformación que sufre el cuerpo una vez hemos perdido peso: aparece la piel flácida. Es frecuente en muchas mujeres tras el embarazo y en la mayoría de personas que adelgazan de forma drástica.