El misterio Shaffer: el hombre que entró en un bar y al que nunca más se volvió a ver

El 1 de abril de 2006, un estudiante de medicina de 27 años llamado Brian Shaffer quedó con su padre Randy para cenar en un restaurante de carne en Columbus (Ohio). Brian mostraba signos de cansancio después de haber tomado pastillas para poder preparar sus exámenes toda la noche. A pesar de los consejos de su padre, decidió salir a celebrar el comienzo del “spring break”, esas desaforadas vacaciones de primavera para universitarios. Hacía apenas tres semanas, su madre Renne había muerto de mielodisplasia, un tipo de cáncer, y el siguiente lunes iba a viajar a Miami con su novia Alexis, a la que le iba a proponer matrimonio.

A pesar de sus planes, no pensaba faltar a su cita con William “Clint” Florence, con quien había quedado a las nueve de la noche. Se encontraron en el Ugly Tuna Saloona, bar y restaurante de pescado donde empezó una noche en la que los chupitos caían por la garganta uno detrás de otro. En mitad de la fiesta, Shaffer llamó a su novia, que estaba en Toledo (Ohio) visitando a su familia, para recordarle que la quería. ¿La típica mala conciencia de borracho? Apenas tres horas después, los dos amigos se encontraron con Meredith Reed, una amiga de Florence, que les volvería a llevar en coche más tarde hasta el Ugly Tuna Saloona, donde pensaban terminar la noche.

Los investigadores hicieron la cuenta y todo el mundo que había entrado esa noche aparecía en el vídeo abandonando el local, con una excepción: Brian

O, al menos, esto estaba en sus planes. Meredith, Clint y Brian entraron juntos en el bar, pero en un momento dado, este último se separó del grupo. A las dos de la mañana, se encendieron las luces, pero no había ni rastro de Brian. Sus amigos le buscaron por todas partes, entraron en el cuarto de baño de los hombres, le llamaron por teléfono y se dieron por vencidos. No fue hasta el día siguiente, después de que su novia intentase localizarle por teléfono y su padre Randy revisase el apartamento sin encontrar el menor rastro de su hijo cuando empezaron a pensar que algo extraño había ocurrido.

Lo más perturbador de esta historia, que ha sido recogida con todo lujo de detalle en 'Mel', reavivando su interés, sería desvelado por las grabaciones de la cámara de vigilancia instalada a la entrada del bar, y que mostraban cómo Brian, Clint y Meredith subían al bar a la 1:15 de la madrugada. A las dos, Clint y Meredith volvieron a bajar las escaleras, esta vez sin su amigo. Los investigadores hicieron la cuenta y todo el mundo que había entrado esa noche, aparecía en el vídeo abandonando el local, con una excepción: Brian. Ni siquiera aparecía en la segunda cámara instalada en el bar, y que recogía la única salida de emergencia. ¿Qué pudo pasar? ¿Por qué había entrado pero no había salido?

En las brumas de la noche

La grabación de las cámaras de seguridad estaba construida con el material del que están hechas las teorías de la conspiración. Entre las más razonables se encontraba que quizá Brian se había escurrido por algún ángulo muerto de la cámara o por algún ascensor provisional instalado para las obras del restaurante. Entre las más alocadas, que su cadáver estaba guardado en pedazos en alguna nevera del bar, entre atún y atún, o que había sido una de las víctimas de los asesinos de la Smiley Face. Sea como sea, ni siquiera las cámaras de los alrededores del bar recogieron el más mínimo indicio del paradero de Brian. “Había desaparecido en la metrópolis más vigilada de Ohio, donde es siempre 1984”, asegura Kirk Pepi, autor del reportaje.

Su novia llamó a diario al número de teléfono de Brian con la única respuesta del contestador automático, hasta que, seis meses después, dio tono

La gran pregunta sin resolver, no obstante, era la siguiente: de haberse fugado, ¿por qué lo había hecho de la noche a la mañana en mitad de una fiesta nocturna, sin volver a dar señales de vida? Su hermano Derek cree que las imágenes muestran que se lo estaba pasando bien. “No hay nada raro”. Él mismo había hablado con su hermano para verse esa noche, pero no había sido posible. Alex, su novia, es de la misma opinión. Esta llamó a diario al número de teléfono de Brian con la única respuesta del contestador automático, hasta que un día de septiembre, seis meses después, consiguió oír el tono del teléfono. Nadie contestó, pero le dio esperanzas de que estuviese vivo.

Desde entonces, el caso de Brian se transformó de un drama familiar a una leyenda urbana que cada cual interpretó a su gusto. Randy, el padre del joven, lideró la investigación hasta morir de manera trágica en una tormenta, en septiembre de 2008. Como leyenda de su tiempo, la historia de Brian se convirtió en un triste terreno abonado para los bromistas, como el que publicó un mensaje que rezaba “Papá, te quiero. Con amor, Brian” en el obituario 'online' de Randy (no se trataba de más que un desafortunado 'troll') o el que aseguró que había sido secuestrado por dos hombres negros, que le habían violado, disparado en la cabeza, quemado su cuerpo y violado sus cenizas.

Cuando el 6 de mayo de 2010 Eddie Vedder, el cantante de Peal Jam, pidió a los asistentes a un concierto en el Columbus' Nationwide Arena que ayudasen a encontrar a Brian (“Allá donde estés, aún pensamos en ti”), el caso ya se había convertido en una obsesión nacional. Brian llevaba tatuado en el brazo el famoso monigote que ha identificado a la banda de Seattle desde sus inicios, pero no era necesario para que Vedder se sintiese conmovido por una historia para la que aún no hay respuestas.

Como explica el reportaje de 'Mel', la historia de Brian Shaffer es hoy conocida por aparecer en exitosas recopilaciones de YouTube como “Desapariciones misteriosas” o “5 desapariciones sin explicar con misteriosas grabaciones de cámara privada”. Sin embargo, Derek, el único superviviente de la familia, aún se pregunta dónde está su hermano. “Cuando alguien desaparece, suele haber signos”, lamenta en el reportaje. “Se encuentra su vehículo. O su cartera. O su teléfono móvil da alguna respuesta. Nada de esto ha funcionado en el caso de Brian. ¿Cómo puede desaparecer alguien, sin el menor rastro de lo que le puede haber pasado?”

La hipótesis Clint

Todas las vías de investigación parecen estar muertas. Todas, menos una: la que apunta a Clint, el amigo de Brian y una de las últimas personas que le vio con vida. Fue el único que no quiso someterse al análisis del polígrafo después de la desaparición de su amigo y, como explica Derek, su actitud resulta sospechosa. “La manera en que hablaba de mi hermano después de desaparecer, de forma negativa… No esperaría algo así de alguien cuyo amigo ha desaparecido”. En una entrevista con 'The Lantern', este llegó a asegurar que “sabe algo, pero no quiere decirlo”.

De una opinión semejante es Alex, la antigua novia de Brian, que considera que es muy extraño que este se marchase sin más. Ante las acusaciones, el abogado de Clint, Neil Rosenberg, manifestó que el problema, en todo caso, era de Brian, por no manifestarse cuando lo más probable es que aún estuviese vivo, y no de su cliente. “Brian debería dar un paso adelante y acabar con todo esto”, manifestó. Diez años después de su desaparición, parece poco probable que tal cosa ocurra en el futuro inmediato. Hace unos años, la policía de Columbus aseguró manejar tres hipótesis diferentes, pero no quería explicar cuáles. Probablemente, alguna de ellas diese en el clavo. ¿Cuál?