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La experta que enseña cómo tratar a las mujeres para que lleguen al clímax
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Aprende a encender a tu pareja

La experta que enseña cómo tratar a las mujeres para que lleguen al clímax

No existen las recetas. Si quieres verla disfrutar, escucha primero. Tu pareja habla, y no solo con su boca, también con su cuerpo

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Probablemente te encuentras inmerso en una nueva relación y, ya se sabe, cada mujer es un mundo. Solemos enfrentarnos en la cama con nuestra nueva compañera con los conocimientosy las habilidades que hemos adquirido en las pocas o muchas experiencias que la vida nos ha concedido (reconozcamos que son menos de las que nos hubiera gustado). La emoción del primer encuentroes fuerte, pero, a veces, nada más haber pasado “el trámite” de la primera vez no es necesario subrayar la frustración que puede aparecer cuando nuestra sabiduría sexual se ha mostrado poco útil, quedando así en el aire esa sensación de que quizás la cosa no haya sido tan maravillosa y rondando por nuestra cabeza la repetida pregunta de si habrá llegado o no.

Quizás tu caso seael contrario. Te hallas sumido en una relación de varios años. No tenéis ninguna duda de que el amor persiste, pero la chispa se ha perdido inevitablemente por la costumbre de convivir con la otra persona. A pesar de que para ti la calidad ha podido bajar un poco, es probable que no te quede claro si tu pareja disfruta como antes y nace incluso ese miedo a que sus orgasmos estén siendo fingidos.

Nuevo o viejo amor, el conocimiento y la práctica sexual tiene siempre que evolucionar. Lo que ya sabemos no suele bastar por sí mismo, y lo peor es que cuando algo conocido se repite en exceso puede llevar al hábito o al aburrimiento en la pareja. Ya sea que tengas que encontrarle el punto a tu nueva compañera o tu cometido sea recuperar el romance con tu chica de toda la vida, vamos a ofrecerte una pequeña ayuda. Oculta bajo elseudónimo de Sylvia, la autora del blog 'How To Make me Come',una páginaque recoge las confesiones sobre la vida sexual de diferentes internautasanónimas,nosofrece una seriede consejos para que puedas seguir desarrollando tus habilidades y que tu pareja disfrute contigo como nunca antes lo había hecho. Veamos algunos de ellos.

Comunicación sí, pero con cuidado

No es fácil para los hombres simular nuestro orgasmo y nuestra satisfacción suele ser evidente para nuestra pareja gracias a diferentes indicadores. Sin embargo, uno de los típicos errores que cometemos es pensar que ella ha llegado al clímax cuando en realidad no es así. Las actitudes que solemos tomar es dar por sentado que efectivamente hemos cumplido como deberíamos o que si ella no lo ha conseguido, mejor no saberlo. En estos casos una regla de oro es que, si tienes dudas, lo más probable es que su momento de placer no se haya culminado. Algunos estudiosllegan a asegurar que un porcentaje muy alto de mujeres ha fingido por lo menos una vez un orgasmo, luego si has tenido varias parejas en tu vida, por probabilidad es factible que no te hayas librado de no haber satisfecho plenamente las necesidades de ella.

Una regla de oro es que si tienes dudas, lo más probable es que su momento de placer no se haya culminado

¿Qué sucede, sin embargo, si efectuamos la conflictiva pregunta a nuestra chica sobre si ha llegado al orgasmo nada más acabar el encuentro?¿Has pensado en ponerte alguna vez en la piel de tu pareja ante tal cuestión? Por una parte, si lo ha conseguido estás poniendo en duda su demostración de placer, y por otra si no ha alcanzado el éxtasis puedes estar estimulando un sentimiento de culpa. Piensa también que puede ser ella la que no quiere dejártelo claro para que no seas tú el que se sienta mal.

Elegir el lugar, el momento y la manera para hablar de nuestros orgasmos es el primer paso para abordar con franqueza las necesidades de ambos. Sylviarecomienda un curioso ejercicio que consiste en dejar de lado la comunicación oral y probar con la escrita: redactar un pequeño ensayo sobre tus orgasmos e intercambiarlo después con tu pareja. Esta alteración del canal de comunicación os concederá un espacio para los dos, al tiempo que evitará el conflicto de tener que tratar temas íntimos cara a cara, lo que permite reflexionar con calma y sin pudor sobre si no sabías esto o aquello, o si estabas haciendo algo bien, pero que convendría mejorar.

Para los que no sean muy aficionados a expresar sus sentimientos, sus emociones y sus deseos sobre el papel (piensa que en los siglos XVIII y XIX el bestseller de literatura erótica era la novela epistolar), Sylvia avisa sobre la importancia de olvidar el resentimiento y afrontar la cuestión desde la autenticidad e incluso desde la compasión hacia el otro. Partir desde acusaciones, aunque sean leves o indirectas, no va a beneficiar tu vida sexual y la consecuencia más probable es que de un pequeño problema se pueda hacer una montaña.

Hablar sobre sexo durante el acto no suele ser tampoco una buena práctica pues llenamos un instante, en el que es importante perdernos y liberar nuestra mente, de instrucciones que pueden apagar la llama. Por el contrario, si se lleva a cabo la charla nada más acabar, es fundamental que se afronte el asunto sin presión. En este caso, la cercanía del encuentro apenas ocurrido puede ser, por otro lado, muy útil para ahondar sobre lo que realmente os enciende a ambos.

La inseguridad como enemigo. Cómo combatirla

Como ya señalamos al principio, comenzar con alguien significa en muchos casos empezar desde cero, lo que en el hombre heterosexual se traduce en preguntarse cómo afrontar su nueva situación en la cama. Valorar las relaciones como mejores o peores respecto a nuestra experiencia pasada no nos va a ayudar, pues cada pareja que aparezca en nuestra vida va a mostrar unas necesidades y una manera de llegar al orgasmo distintas. Si a ello unimos que ciertas prácticas que funcionaban con otras mujeres no obtienen los resultados esperados, esto puede conducirnos a un colapso donde se mezclan pensamientos sobre qué opina la otra persona de mí, sobre si no somos suficientemente buenos, sobre si no vamos a conseguir mejorar, etc. que puede repercutir en una bajada considerable de nuestra autoestima.

Nuestra experiencia no nos va a ayudar, cada pareja que aparezca en nuestra vida va a tener una manera de llegar al orgasmo distinta

El primer paso consiste en tener claro que no es posible leer mágicamente la mente de nuestra compañera, por lo que se hace necesario volver al punto anterior: hay que hablar y aprender... y aprender significa saber escuchar. Que la chispa funcione es cuestión de dos y no está mal descargar responsabilidades, pues si nuestra pareja no es clara, nosotros tampoco tenemos por qué ser adivinos.

Pero cuidado, no caigas tampoco en el error de que la comunicación se tenga que dar sólo con la lengua, pues tu chica habla(¡y mucho!) con su cuerpo. En ese sentido, es bastante más arriesgado actuar desde el principio con la brusquedad y con la violencia que a veces se produce por la propia dinámica del encuentro. Iniciar lentamente y adaptarse al ritmo que la situación vaya pidiendo es una buena recomendación y otra manera de escucharlo que ella te está diciendo a través de otros medios.

En definitiva, buena parte de tu éxito pasa por la humildad de afrontar un primer encuentro como algo verdaderamente nuevo o por asumir que siempre es necesario saber más sobre tu pareja, por mucho tiempo que lleves con ella. Aunque busques proyectar una imagen de macho alfa, puedes resultar un cordero en la cama si crees que tienes la fórmula que va a dejar a cualquier mujer feliz y satisfecha.

Aunque parezcan factores completamente ajenos a la propia actividad sexual tener la mente abierta, abrir nuevas vías para comunicarse y no entrar en los problemas desde la perspectiva de juzgar al otro son el camino para conseguir herramientas que lleven a quetu pareja disfrute contigo más que nunca.

Probablemente te encuentras inmerso en una nueva relación y, ya se sabe, cada mujer es un mundo. Solemos enfrentarnos en la cama con nuestra nueva compañera con los conocimientosy las habilidades que hemos adquirido en las pocas o muchas experiencias que la vida nos ha concedido (reconozcamos que son menos de las que nos hubiera gustado). La emoción del primer encuentroes fuerte, pero, a veces, nada más haber pasado “el trámite” de la primera vez no es necesario subrayar la frustración que puede aparecer cuando nuestra sabiduría sexual se ha mostrado poco útil, quedando así en el aire esa sensación de que quizás la cosa no haya sido tan maravillosa y rondando por nuestra cabeza la repetida pregunta de si habrá llegado o no.

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