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Postureo empresarial: lo que debes decir y hacer en las reuniones para parecer listo
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Postureo empresarial: lo que debes decir y hacer en las reuniones para parecer listo

Ser listo no es lo mismo que inteligente, y ser inteligente no es lo mismo que parecerlo. Pero puedes engañar a todos. Prepárate para ser el mejor de tu empresa (aunque sea en apariencia)

Foto: Deja de ser el loser de la oficina. (iStock)
Deja de ser el loser de la oficina. (iStock)

Vas a muchas reuniones a diario. Demasiadas. Todos sabemos que la mayoría son una pérdida de tiempo absoluta. Te aburres. Y no solo eso: sientes que nadie te toma en serio. Hablan de un tema y comentas, pero es como si hablases con las paredes. Por no hablar de la cara de ya-está-el-tonto-de-turno que pone el de comercial cada vez que abres la boca. Has llegado incluso a pensar que eres poco inteligente y listo. Puede ser, pero no dramatices, nadie tiene por qué darse cuenta.

¿Acaso tu jefe es más listo que tú? Por dios, si no sabe juntar tres frases con sentido seguidas. Y qué decir de la pringada de sistemas operativos. Tú tienes cosas más interesantes e importantes que decir, pero a veces te las reservas para ti mismo. "¿Por qué nadie me escucha ni me tiene en cuenta?", ¿"por qué carajo no sé de qué están hablando?", piensas. Estás a punto de llorar. No desesperes.

Sarah Cooper, autora del libro '100 tricks to appear smart in meetings' (100 trucos para parecer inteligente en las reuniones) tiene la solución. Te contamos los 10 mejores. Querido, ahora todos te comentarán sus ideas y estarán ansiosos por escuchar las tuyas. Llega el 'postureo' empresarial.

1. Dibuja un diagrama de Venn

Estás de pie, dando la espalda a la pizarra. Tienes el rotulador en la mano, pero no tienes nada que ilustrar. No importa. Dibuja un diagrama de Venn. Todos te atenderán y parecerás muy inteligente. No importa si tu diagrama es impreciso, de hecho, cuanto menos claro sea mucho mejor. Les dejarás locos, incluso al imbécil de comercial.

Nadie dirá que no lo entiende por miedo a parecer tonto. Incluso antes de que dejes el rotulador en su sitio, tus compañeros comenzarán a debatir sobre si hay que meter algo en los círculos, o hacer otros. Es justo en ese momento en el que debes volver a tu sitio y seguir jugando al Candy Crush en tu móvil o a la mierda a la que estés enganchado.

2. Traduce porcentajes a fracciones

Este es muy importante. Si alguien comenta "cerca del 25% de los clientes consumen...", rápidamente interrumpe y di con seguridad como hablando para ti mismo: "ajá, así que uno de cada cuatro...". Todo ello mientras lo anotas con cara de interesante en tu libreta. Todo el mundo te mirará y asentirá. No dirán nada, están impresionados y celosos de lo bien que se te dan las matemáticas.

3. Pon orden cuando todo se vaya de las manos

En toda reunión ocurre: la gente comienza a interrumpirse, nadie escucha a nadie y todos hablan por encima de todos. Opiniones, quejas y datos se cruzan. Pero ahí estás tú para destacar. "Chicos, chicos, ¿podemos hablar de uno en uno? ¿En qué estábamos?". Dilo con enfásis. Todo el mundo se girará hacia ti, te mirará. Serás el foco de atención. Tus compañeros se quedarán alucinando con tu habilidad de poner orden en la batalla.

Aprovecha esos segundos de gloria para añadir: "¿Qué problemas estamos intentando resolver realmente?" o "¿hacia donde queremos ir?". Todos creerán que son unos necios por estar hablando unos encima de otros y tú quedarás como el más inteligente del lugar.

4. Asiente mientras finges tomar notas

Atento, esto es importante. Siempre, siempre, debes entrar con un cuaderno a las reuniones. Nada de tablets como la plebe. Tu rechazo a la teconología será alabado por todos. Mientras unos y otros hagan sus presentaciones o hablen, tú toma notas en la libreta. Con gesto serio. No hace falta que sean frases largas, simplemente tienes que apuntar palabras o números que suenen bien. Consejo: si acaban en 'ing' apunta siempre. Los porcentajes también. Y, recuerda, siempre debes asentir mientras escribes.

Pasear de un lado a otro de la sala de reuniones te hace parecer sumamente inteligente. Hazlo

Si alguien te pregunta, di que son cosas personales y que tus anotaciones solo las entiendes tú. Si tu interlocutor no es nadie demasiado importante, suéltale que no sabes por qué el resto no apunta nada. Todos se sentirán inútiles a tu lado, don Smart.

5. Repite (muy lento) lo que diga el experto

En las reuniones siempre hay alguien que maneja más y cuyo puesto es más relevante. Quédate con su nombre. Clávatelo a fuego. Esta persona, normalmente ingeniero, se mantendrá en silencio durante toda la reunión. Le aburren los temas que estáis debatiendo. Él está por encima de todo eso. Tienes que vigilarle, y cuando haga algún comentario, repetirlo.

Foto: La inteligencia es una virtud que puede desarrollarse con el paso del tiempo. (iStock)

Te explicamos. Imagina que el ingeniero dice: "yo creo que eso no funcionaría". Tú di: "espera, ¿puedes repetir lo que has dicho? ¿por qué crees que no funcionaría?". Todo ello lentamente. Tus compañeros te idolatrarán. No solo porque tú te has dado cuenta de algo importante y ellos no, sino porque al repetir las palabras del experto, su brillantez se ha transferido a ti. La gente recordará la reunión y, erróneamente, te atribuirán a ti los brillantes comentarios que dijo otro, y que tú solo repetiste.

6. Pregunta "¿escalará?"

Hay preguntas que nadie sabe lo que significan, y tú menos, pero que según Sarah Cooper funcionan a la perfección en las reuniones. Una de ellas es "¿escalará?". Cuandose hablan de escalar una empresa se refieren a si la firma en la empresa conseguirá hacerse más grande, crecer, con la idea que se está debatiendo. Dejarás a todos alucinando.

Aunque te dé palo salir de la reunión por una llamada, debes hacerlo. Curiosamente todos pensarán que eres muy importante y estás superocupado, no como ellos

7. Pasea por la sala

Cuando alguien se levanta de la mesa y pasea por la sala, de un lado a otro, lo respetas de inmediato. Es puro poderío. Hacen falta muchas agallas para hacerlo, pero una vez de pie, la sala de juntas es tuya. Dobla los brazos y camina alrededor de la mesa. Ve a la esquina y apóyate en la pared. Suspira. "Confía en mí, todo el mundo se cagará en los pantalones al preguntarse qué estarás pensando", apunta la escritora.

8. Pide volver a la diapositiva anterior

No importa la presentación a la que asistas o de qué estén hablando. En un momento dado, el que quieras, pronuncia estas palabras: "perdona, ¿podrías volver a la diapositiva anterior?".

Inmediatamente parecerás mucho más inteligente que los demás, ya que ellos no se han percatado de lo que estás a punto de apuntar. Una vez hayan vuelto a la diapositiva en cuestión, suelta: "no estoy seguro de que significan esos números". Con cara de interesante, muy serio. De pronto, todos te mirarán como un ser superinteligente.

9. Sal a atender una llamada de teléfono

Aunque te dé palo salir de la reunión por una llamada, debes hacerlo. No en todas ni cuando esté hablando el jefe supremo. Elige bien el momento. Curiosamente todos pensarán que eres muy importante y estás superocupado. Pensarán: "vaya, esta reunión es importante, así que esa llamada sí que tiene que ser relevante".

10. Ríete de ti mismo

A la gente le encanta el humor autocrítico. Ríete de ti mismo, pero tampoco te pases. Si estás en una reunión y te preguntan por tu opinión, pero no tienes ni pajolera idea de lo que estaban hablando, tienes que decir: "sinceramente no he escuchado una sola palabra en la última hora" o "tierra trágame". Ellos se reirán, valorarán tu honestidad y valorarán si despedirte o no, pero ante todo pensarán que eres el más inteligente de la sala. ¡Bravo!

Vas a muchas reuniones a diario. Demasiadas. Todos sabemos que la mayoría son una pérdida de tiempo absoluta. Te aburres. Y no solo eso: sientes que nadie te toma en serio. Hablan de un tema y comentas, pero es como si hablases con las paredes. Por no hablar de la cara de ya-está-el-tonto-de-turno que pone el de comercial cada vez que abres la boca. Has llegado incluso a pensar que eres poco inteligente y listo. Puede ser, pero no dramatices, nadie tiene por qué darse cuenta.

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