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Se rieron en la cara de sus exmaridos: ahora son millonarias
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su vida mejoró con el divorcio

Se rieron en la cara de sus exmaridos: ahora son millonarias

Si estás pensando en separarte de tu mujer, piénsatelo dos veces antes. Estas tres divorciadas convertidas en ricas dan prueba de ello

Foto: Bernadette Doyle, Belinda Grashion y Geeta Sidhu-Robb
Bernadette Doyle, Belinda Grashion y Geeta Sidhu-Robb

Lector influyente, esto es importante. Si estás pensando en divorciarte de tu mujer, piénsatelo dos veces antes: puede que luego se ría en tu cara desde su recién estrenado Porsche. Y que se siga riendo desde su mansión, donde vive con los niños porque tú ni siquiera puedes mantenerlos. ¿Utopía? Ja, nada más lejos de la realidad. Estas tres divorciadas convertidas en multimillonarias dan prueba de ello.

(¿Tanto te gustaba tu amante? Ay, corderito...).

Belinda: "Mi marido no me dejaba trabajar"

Belinda Grashion (56) dejó a su marido hace 18 años, y la verdad que al principio las pasó canutas. Se ruborizaba cada vez que iba a comedores sociales a por alimentos para ella y sus hijas, de entonces 13 y 15 años. Ella trabajaba como masajista a tiempo parcial. Vivía en una pequeña casa de alquiler. "Lloré mucho en aquella época, lo único que quería era dar a mis hijas una buena vida, pero ni siquiera podía pagar sus viajes de estudios. Siempre cocinaba platos baratos", recuerda la mujer, quien apunta que en ocasiones se quedó sin comer para dar más a sus retoños, detalla 'Daily Mail'.

Belinda tenía todas las papeletas para caer en una depresión, pero en vez de eso decidió tomar cartas en el asunto para "ser un ejemplo" para sus niñas: "Quería demostrarles que una madre soltera como yo podía mantenerse sola e incluso llegar a ser rica". Y su profecía se cumplió.

Ahora, tras casi dos décadas, la divorciada es multimillonaria, tras amasar una importante fortuna como promotora inmobiliaria. Tiene una enorme granja en Yorkshire y una magnífica villa en Barbados.

Ella quería trabajar pero su marido no le dejaba, así que se separó de él. Ahora es millonaria

Al principio, comenzó con este trabajo para sacarse unos 250 euros al mes, con el objetivo de llegar a fin de mes. Vio un anuncio en el periódico local y pidió dinero prestado a amigos y familiares. Necesitaba 1.000 libras (1.110 euros) para iniciar el negocio que años después la bañaría en oro.

Belinda dejó los estudios a los 16 años, pero eso no fue un impedimento. Ella quería trabajar. De hecho, este deseo fue lo que la llevó a dejar a su marido, pues él no quería que su entonces esposa tuviese un empleo.

El negocio iba viento en popa: "En los primeros cuatro años ya me había convertido en millonaria. Es increíble lo mucho que cambiaron nuestras vidas. Pasamos de tener que pagar facturas a vivir en un casoplón con dos coches y con dos viajes al año al extranjero". Las niñas, que veían a su padre de forma esporádica, estaban exhaustas.

¿Cuál fue su secreto? ¿De donde sacó las ganas y fuerzas? Belinda asegura que todo está en el pensamiento. Como dice el monstruo de Bayona, "la creencia es la mitad de la curación", y eso es lo que hizo ella. "La forma de pensar es tan importante... Compré un tablero y en él puse fotos de playas idílicas, casas bellas, y cada vez que pensaba en abandonar, lo miraba mientras encendía una vela".

Tras dejar a su marido, Belinda se hizo de oro con un importante negocio inmobiliario en Reino Unido y los cursos que imparte sobre cómo ganar dinero

Pero eso fueron otros tiempos. Ahora Belinda tiene un importante negocio inmobiliario en Reino Unido e imparte cursos sobre cómo hacerse rico. Además, es abuela (tiene tres nietos), tres pisos, una casa de campo de ocho habitaciones, dos BMW (se va a comprar un Porsche), prendas de lujo (Prada y Armani), entre otras cosas. Las dos niñas que entonces comían de la beneficiencia ahora tienen 30 años y trabajan en el negocio de su madre. Sí, ellas también son ricas. Y no, Belinda no se arrepiente de haber dejado a su marido, que, por cierto, seguro que tiene mucha salud y amor.

Bernadette se hizo de oro en dos años

Bernadette Doyle (41) es otra de las mujeres que cambió a su marido por miles de euros. Se separó de su pareja hace ya 7 años. Ella se quedó con los dos hijos del matrimonio, quienes por aquel entonces tenían 3 y 1 año de edad. Como le ocurrió a Belinda, verse sola con dos niños tan pequeños le dio una fuerza inusitada, que la llevó a convertir su incipiente empresa de coaching en una mina de oro. En dos años, los ceros llegaron a su cuenta para quedarse.

"Los primeros días me sentí mal porque dedicaba mucho tiempo a mi negocio, y me quedaba poco para mis hijos. Pero es lo que pasa cuando eres el padre y la madre de la casa", cuenta Bernadette, quien nunca imaginó ser rica.

Ahora las penurias no tienen cabida para ella. Viaja con sus hijos por todo el mundo, de Creta a Portugal pasando por Dubái. Bernadette no es una persona derrochona: no gasta fortuna en cosas materiales (como móviles de última generación), pero sí lo invierte en viajes con su familia. "Hemos hecho esquí, surf y excursiones a caballo", relata orgullosa.

Verse sola con dos niños pequeños le dio una fuerza inusitada que la llevó a convertir su incipiente empresa de coaching en una mina de oro

"Cuando empecé a ganar mucho dinero me compré un montón de zapatos de firma, pero no soy de ese estilo. Vivimos en una casa normal, de cuatro habitaciones; podríamos mudarnos a otra mejor, pero estamos al lado de la escuela y por ahora es perfecta para nuestra pequeña familia". En cuanto a su coche, es un Fiat 500 de lo más normal. Un ejemplo de mujer millonaria que sigue con los pies en el suelo: "Es maravilloso saber que me encanta mi trabajo, y que si quisiera podría retirarme. No obstante, esto no entra en mis planes, pues me gusta aprovechar cada hora".

Geeta, la mujer rica que vive por todo lo alto

Geeta Sidhu-Robb (49) es ahora una madre soltera de 3 hijos. Se separó, ya ahora posee el 75% de una empresa de alimentos saludables (Nosh Detox), valorada en 4,75 millones de libras (5,27 millones de euros).

El dinero nunca ha sido un problema para ella, pero sí la salud. Ya se sabe que en esta vida no se puede tener todo. A los pocos meses de dejar a su marido, Geeta acabó en un hospital, agotada y con un vómito constante.

Ha pasado de ser casada a tener un ama de casa, un Porsche Panamera y ropa de marca, y a disfrutar viajando por todo el mundo con sus hijos

Seis meses después del divorcio, ella se mudó a su propio apartamento. Sacó fuerzas de donde pudo para sacar adelante sus pequeños. Por aquel entonces trabajaba como abogada en un bufete, pero lo dejó todo para montar su propia empresa. La compañía comenzó con pedidos a amigos, y amigos de amigos, hasta ahora, que ya se vende en Amazon.

Ahora, Geeta y sus hijos (20, 16 y 14 años) viven de lujo. "Estamos de alquiler en Chelsea, en una casa valorada en 10 millones de libras (11,1 millones de euros). Tengo un ama de casa, y una habitación más grande que la primera planta entera", asegura.

Además, disfruta de un Porsche Panamera (7.774.000 euros) y tiene ropa de marca, aunque también compra en Zara. Sus hijos están en colegio privado (13.327 euros anuales), con los que viaja por todo el mundo (Grecia, Escandinavia, África, Francia...). ¿El marido? Ni idea. Geeta ni siquiera lo ha nombrado.

España está repleto de millonarios

Las historias que acabamos de leer son de mujeres británicas, pero seguro que no hace falta rascar mucho para encontrar casos patrios, pues España está repleta de millonarios. Este colectivo aumentó en 15.000 personas en 2015, lo que representa una subida del 8,4% respecto a 2014. Nos sigue Holanda (+7,9%), Francia (5,9%) y Alemania (5,6%), según el Informe Mundial de la Riqueza 2016.

En el mundo hay un total de 193.000 millonarios (personas cuyo patrimonio supera el millón de dólares), que residen principalmente en Estados Unidos (4,4 millones de ricos), Japón (2,7), Alemania (1,2), China (un millón), Reino Unido (553.000), Francia (523.000) y Suiza (358.000). España se encuentra en el puesto 14 del ranking. En la cola de la lista encontramos a Singapur (104.000), Argentina (115.000), Austria (121.000) y México (123.000).

Cómo casarte con un rico fácilmente

Ya hemos visto que España está repleta de millonarios. Así que, si te da pereza trabajar para convertirte en uno de ellos, siempre puedes pescar a uno. Con apenas solo una firma, te beneficiarás de uno de los bienes que otro ha conseguido.

El director del Centro de Ansiedad y Fobia del White Plains Hospital, Frederic Neuman, detalla qué hay que hacer para casarse con uno de ellos:

  • Pasar tiempo en los lugares que los más ricos frecuentan. Aconseja apuntarse a clases de vela o de golf, o ir a clubs selectos.
  • Asistir a recaudaciones benéficas. Neuman dice con malicia que, cuanto más desconocida sea la causa más probable es que la gente invitada sea muy, muy rica. Los multimillonarios, considera el experto, se enorgullecen de participar en acciones caritativas para combatir desgracias de las que nadie ha oído hablar.

Si eres poco agraciado no debes desaminarte, pues alguien que es "más bien feo" puede ser igualmente deseable: todo es cuestión de personalidad, actitud y estilo, según este experto, que ejerce como terapeuta.

Si te cuesta, tienes que seguir intentándolo. Neuman cree que el principal problema de la gente que quiere casarse con alguien verdaderamente rico es que pretenden conseguir algo sin tener que pasar por el esfuerzo que ello implica. El experto hace hincapié en que "quien algo quiere algo le cuesta", y en que si alguien desea efectivamente casarse con un millonario debería poner todas sus energías en ello. Quizá cabría añadir, además, que la gente que quiere casarse con un millonario tiene otro problema: ha errado en el descubrimiento de los motivos que conducen a uno a casarse. Pero eso es otro tema.

Lector influyente, esto es importante. Si estás pensando en divorciarte de tu mujer, piénsatelo dos veces antes: puede que luego se ría en tu cara desde su recién estrenado Porsche. Y que se siga riendo desde su mansión, donde vive con los niños porque tú ni siquiera puedes mantenerlos. ¿Utopía? Ja, nada más lejos de la realidad. Estas tres divorciadas convertidas en multimillonarias dan prueba de ello.

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