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Cuándo echar 'uno rapidito' y que os guste mucho a ambos
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Cuándo echar 'uno rapidito' y que os guste mucho a ambos

Ya se sabe que ellas, como norma, prefieren un ritmo pausado y ciertos preparativos antes de la batalla. En estos casos hasta la ciencia aconseja lanzarse como si no hubiera mañana

Foto: 'Déjame al menos que suelte el cuadro y el martillo'. (iStock)
'Déjame al menos que suelte el cuadro y el martillo'. (iStock)

Si eres de esos que cree que el sexo es para tomárselo con calma y que las escenas calientes y rápidas solo funcionan en el porno, quizá es porque no has sabido ver las pequeñas rendijas que la vida nos pone delante cada día para escaparse de la estadística.

La revista 'Men's Health', biblia del hombre vividor y 'orgasmador', ilumina el camino hacia un nuevo amanecer de aquí-te-pillo-aquí-te-mato que, por tener, tiene hasta justificación científica. Si la compañía no te falta pero no consigues unos minutos de intensa diversión al día será porque no quieres, o porque aún no has leído este septálogo. Este sietólogo. Bueno, estos siete consejos para llegar, ver y vencer en tiempo récord.

1. Antes de un reto estresante

En la fuente citada, hablan de una 'presentación' importante en la empresa, pero desde esta sección creemos que los curritos que no presentan nada también tienen derecho a estresarse, y sobre todo a desestresarse de la manera más eficaz y placentera que hay.

Un estudio científico concluyó que el sexo calma los nervios, baja la presión sanguínea y reduce nuestros niveles de estrés en este tipo de situaciones. Si tienes una entrevista de trabajo, una reunión con el jefe o tienes que hablar en una boda, deja de hacerte el estrecho y aprovecha la situación. Pero ojo, el estudio se refiere a relaciones con penetración: si te pones pesado pidiendo sexo oral, no nos cites para justificarte.

2. Por la mañana

En los hombres la mañana suele ser un gran momento para hacer el amor. Por la testosterona, pero también por los niveles de energía en general y por una hormona (injustamente) menos conocida: la oxitocina, que sube mucho cuando intimamos con la pareja a primera hora y hace que nos sintamos unidos a ella durante todo el día.

El cuerpo de ella manda: el placer con mayúsculas se dará casi siempre los mismos días del mes, dos semanas después de su menstruación

Si nos lees, oh, pareja femenina comprensiva, piensa que si te lanzas ahora, aprovechando estos minutos antes de que suene el despertador, puedes dejarle tan impactado que 'se deje' también por la tarde con emoción renovada. Hay pocas deudas tan agradables de cobrar.

3. Si ves venir un catarro

Otro motivo que algunos pusilánimes esgrimen para no echar una cana al aire es estar incubando un resfriado. Error. Hay algún estudio que sugiere que un asalto sexual puede darle un empujoncito a tu sistema inmune.

Tanto la estimulación como el orgasmo parecen incrementar la actividad del sistema nervioso simpático, la concentración de adrenalina y prolactina en el plasma sanguíneo y hasta el número de leucocitos. Dales una palmada sexual a tus muchachos, esos virus no tendrán donde meterse.

4. Los mejores días de ella

Si eres heterosexual, ya va siendo hora de que asumas que, por suerte o por desgracia, tu nivel de arrojo, hombría y esfuerzo no pueden por sí solos conseguir una experiencia sexual inolvidable. El cuerpo de ella manda y no tu banda: por norma general, el placer con mayúsculas, para los dos, se dará los mismos días del mes, dos semanas después de su menstruación. En las chicas, los orgasmos se aceleran y se repiten con mucha más facilidad que el resto del mes.

¿Crees que pensar en eso es cosa de chicas? Tú mismo, quizá no te gusta que esté ansiosa, desatada... lo que se dice sedienta de ti. Oye, cada uno es un mundo y todo es respetable.

¿Que dónde están los estudios? Suponemos que los habrá, pero no hacen ninguna falta: esto es de primero de sexo, alma de cántaro.

5. Después del gimnasio

Querida amiga: no tires a la basura una oportunidad tan propicia porque parece cansado. En realidad, tanto en ellos como en ellas un poco de movimiento es un afrodisíaco mucho más comprobado que la canela o las ostras.

De nuevo tiene que ver con la testosterona, pero no es lo único. Una investigación de la Universidad de Texas comprobó que en las mujeres el flujo de sangre hacia los genitales aumentaba hasta un 169 por ciento después de hacer ejercicio.

Conclusión: no perdáis un minuto, ya os ducharéis después.

6. Al final de un mal día

Está claro que cuando estamos felices nos apetece más actividad sexual, pero si invertimos el orden de los factores también funciona: darle una alegría al cuerpo da alas también a eso que llamamos "la mente".

El miedo aumenta la adrenalina, poniéndonos en alerta para la actividad física y mejorando la excitación

Si tu primer impulso después de una jornada dura en el trabajo es tomarte unas cervezas, prueba a sorprender a tu mujer. De consolarse viene "consolador": animáos mutuamente. Aunque no tenemos nada en contra de un 'completo' como mandan los cánones, ya el hecho de rozarse, darse la mano o acariciarse tiene un efecto parecido.

Además, tener un malestar que compensar nos hace prestarle más atención al otro, ser más agradecidos y comunicativos. Si tú, lectora influyente, te desanimas con su mal humor, prueba a pasar a la acción, quizá sean justo esos sus momentos más apasionados.

7. Después de pasar miedo

Una posible respuesta a por qué hay tanto sexo en las películas de miedo: la sensación de terror, ya sea por culpa de una ficción, una montaña rusa o, como dice el redactor de MH, por pellizcarse con una cremallera, aumenta la adrenalina, poniéndonos en alerta para cualquier tipo de actividad física. Uno de los estudios que habla de ello se publicó en 'Archives of Sexual Behavior'.

En estas condiciones, la excitación funciona mejor y más rápido. Tanto si eres tú el que acaba de vivir un susto de muerte como si es ella la que se abraza a ti tras un sobresalto, puede ser buena idea hacer una terapia sexual que resulte satisfactoria para ambas partes. Más barato que la Viagra.

Si eres de esos que cree que el sexo es para tomárselo con calma y que las escenas calientes y rápidas solo funcionan en el porno, quizá es porque no has sabido ver las pequeñas rendijas que la vida nos pone delante cada día para escaparse de la estadística.

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