Mike Litoris y otros nombres propios ridículos que ponen a la gente
El humor está en la mirada del que hace el chiste o, más bien, en algunos padres muy graciosos. En España es relativamente conocido el caso
El humor está en la mirada del que hace el chiste o, más bien, en algunos padres muy graciosos. En España es relativamente conocido el caso de Luz Cuesta Mogollón, la ganadora del premio al nombre más extraño del país, en dura competencia con otros como Armando Arrimadas Piernas o Grato Amor Jurado. Ya que el destino te ha granjeado unas cuantas burlas de tus compañeros del colegio, qué menos que tomárselo con humor y, si se puede, sacar algo de rédito.
En el ámbito internacional, son cientos los nombres peculiares que aparecen en televisión, anuarios, fichas universitarias o en la red. Hay que tener cuidado, porque hoy en día resulta mucho más fácil abrir el Photoshop y tunear una imagen que tener un hijo, convencer al marido o esposa de que el nombre de tu retoño es ideal para hacer juegos de palabras, acudir al registro y perpetrar un atentado lingüístico que tu hijo recordará para siempre.
Recordemos el sonado caso de Phuc Dat Bitch (“Fóllate a esa zorra”), uno de los clásicos de estas galerías cuyo supuesto portador finalmente anunció que se lo había inventado para lanzarse a la fama. Eso sí, después de que todos los medios reprodujesen la imagen. Así que, advertidos y con cuidado, nos internamos en las procelosas aguas de los nombres 'chorra'.
El humor está en la mirada del que hace el chiste o, más bien, en algunos padres muy graciosos. En España es relativamente conocido el caso de Luz Cuesta Mogollón, la ganadora del premio al nombre más extraño del país, en dura competencia con otros como Armando Arrimadas Piernas o Grato Amor Jurado. Ya que el destino te ha granjeado unas cuantas burlas de tus compañeros del colegio, qué menos que tomárselo con humor y, si se puede, sacar algo de rédito.