Voló en primera clase habiendo pagado un billete de turista. Tú también puedes hacerlo
Casey Neistat nos ha puesto los dientes largos: viajó en 'first class' en un asiento valorado en más de 18.500 euros sin pagar un euro extra. No pasa nada: nosotros también podemos hacerlo
Tienes un vuelo. Haces las maletas y vas al aeropuerto. Tu billete es de clase turista, obvio, el dinero no te sobra. Pasas los controles de seguridad y llegas a la puerta de embarque. Y, de pronto, la aerolínea te comunica que vas a viajar en primera clase, sin pagar ni un euro extra de más. Estás exhausto: nunca has volado en la zona vip de un avión y no sabes cómo va a ser. "¡Si hay camas y minibar!", dices al llegar.
Algo parecido es lo que le ocurrió a Casey Neistat en su reciente viaje de Dubái a Nueva York con Emirates Airlines. Al conocido 'youtuber' le ofrecieron pasar las 14 horas del vuelo en primera clase. Un billete que le hubiera costado 21.635 dólares (18.800 euros).
En primera clase disfrutó de privacidad, una cómoda cama, televisor, minibar, comida a la carta, tocador con cremas de lujo e, incluso, una ducha
Neistat, que no podía creerselo, grabó su experiencia en vídeo y lo subió a YouTube. Era la primera vez que volaba en categoría vip y estaba feliz. El clip ya lleva más de 7 millones de visualizaciones. Todos quieren saber cómo es la zona reservada a los millonarios. El joven destaca las grandes dimensiones del espacio, la enorme privacidad que tuvo (gracias a tres persianas automáticas que le separaron del resto de pasajeros) y la comodidad del asiento que, dado el momento, los azafatos convirtieron en "una cama muy acogedora". A la hora de dormir, pudo hacer uso del pijama que la compañía le tenía preparado.
El 'youtuber' alucinaba. Además de la confortabilidad de su suite, este enumeró todos los extras de los que disfrutó: un tocador (con cremas faciales de lujo), un minibar repleto de bebidas y un televisor para él solo de pantalla gigante. Neistat no se cortó un pelo: para comer pidió sus platos preferidos y caviar. "Se puede encargar cualquier clase de comida durante el vuelo, ya que la cocina siempre está abierta", cuenta. Pensó asimismo en darse una ducha en el 'spa', como lo llama la compañía. Se trata de un baño en el que puedes estar de 5 a 30 minutos, siempre con reserva previa.
"Si me pongo a pensar en los días más importantes de mi vida se me viene a la cabeza el nacimiento de mis hijos, y quizá cuando mi segundo retoño se graduó en la escuela secundaria... o cuando volé en primera clase con Emirates", dijo Neistat antes de embarcar. Seguro que al salir pensó lo mismo. Si quieres viajar gratis en primera clase, sigue leyendo.
Cómo viajar gratis en primera clase: 7 claves
Querido lector, si leer la experiencia de Casey Neistat te ha puesto los dientes largos, no te preocupes: tú también puedes viajar en primera clase, y sin pagar un euro más. Es lo que se conoce como 'upgrade': el momento en el que la compañía te ofrece subir de categoría tu billete sin ningún coste extra. Te contamos cómo hacerlo gracias a los consejos de una azafata de Iberia y a los numerosos expertos que han hablado con 'MarketWatch'.
1) Viaja frecuentemente y afíliate
Si no tienes una tarjeta de afiliado, ya estás tardando en hacértela. Es gratis y puede ser tu pasaporte a primera clase. Hay muchas aerolíneas que premian a los viajeros que más vuelos tienen acumulados, aunque ellos no lo soliciten. Estas tarjetas de fidelidad a la aerolínea no sirven solo para viajar gratis, sino para mejorar tu estatus dentro del avión, lo que podría abaratar tus billetes, cuenta la azafata a 'Traveler'.
"Las aerolíneas siempre buscan exprimir sus vuelos al máximo, por eso si no tienen ocupada al cien por cien la zona vip, pasarán a ella a sus viajeros más frecuentes, dejando así libre un asiento en clase turista que puede ser ocupado por otro usuario", detalla Sean Murphy, director de la web de viajes 'Jetsetter'. "Es recomendable que los pasajeros amantes del lujo se inscriban además en los programas de viajeros frecuentes, pues las aerolíneas están más que dispuestos a recompensar a estos clientes leales", añade tras apuntar que "puede llevar tiempo llegar a ser considerado importante por la compañía", ya que hay que acumular miles de millas.
[Ver: Así nos han engañado con los viajes en avión: compara el pasado y el presente]
2) Busca actualizaciones en tu móvil
En numerosas ocasiones, las aerolíneas ofrecerán un 'upgrade' a muy bajo precio una vez comprado el billete. La azafata asegura que lo hacen casi siempre horas antes de despegar, por lo que deberás revisar tu móvil una vez que estés en el aeropuerto. Aunque no es gratis, sale muy barato. La compañía brinda esta posibilidad a algunos de sus clientes para que "prueben" cómo se viaja en primera clase.
"Recientemente, me ofrecieron un 'upgrade' en un vuelo de Seattle a Los Ángeles con Alaska Airlines justo antes despegar por apenas 50 dólares (44,8 euros) más. Era poco en comparación con lo que habría costado el asiento en primera clase, así que aproveché sin dudarlo la oportunidad", asegura Dara Continenza, editora de la web de viajes 'Hopper'.
3) Factura lo más tarde posible
Las aerolíneas suelen hacer sus 'upgrade' cuando los clientes ya están esperando en la puerta de embarque, y una vez que ya han vendido todas las plazas. Por eso los expertos recomiendan encarecidamente que factures lo más tarde posible.
4) Quéjate
'Quien no llora, no mama', y en los aeropuertos sucede lo mismo. Si tu vuelo ha sufrido un retraso y te va a hacer perder una cita importante o si has tenido algún problema con la compañía o se ha roto tu asiento, quéjate, acoseja la trabajadora de Iberia. Siempre con educación, expón tu malestar, y "quizá te ofrezcan un 'upgrade' a primera clase para calmar tu enfado. Si ves que no cuela, déjalo caer sutilmente".
"Cuando nos enfrentamos a un problema que es claramente responsabilidad de una compañía aérea, quejarse es una buena opción, ya sea en el aeropuerto, a bordo o después. Puede ser tu oportunidad de conseguir un vuelo en primera gratis, detalla Xavier Sagaert, director de 'TheLuxuryTravelExpert'. Sagaert sabe de lo que habla: en un viaje, él y un compañero se encontraron con un retraso de 24 horas en su vuelo, y tras presentar una queja les ofrecieron dos vales a cada uno para hacer 'upgrade' en vuelos futuros.
5) Ayuda en una emergencia
Si ocurre algún incidente o hay que ayudar a alguien, no lo dudes: puede ser tu pase a la zona vip. "Si a la clásica pregunta de '¿hay un médico en la sala?' respondes afirmativamente y, además, cumples tu cometido de ayudar a otro pasajero, tus posibilidades de que te ofrezcan un asiento en primera suben más que justamente", confiesa la azafata.
6) Sé víctima: di que te duele algo o que vas de entierro
Desde 'Traveler' sugieren que si llevas una escayola o muletas, puedes sugerir que te den un asiento en primera para viajar con mayor comodidad. Otra opción es decir que vuelas para asistir a un funeral de un ser querido o pelearte con algún pasajero y salir victorioso (quedar como la víctima).
[Ver: El truco de un joven para viajar por todo el mundo por solo 300 dólares]
7) Acude al aeropuerto bien vestido
Como hemos detallado, las aerolíneas venden más billetes que asientos tiene el avión, por eso en numerosas ocasiones se ven obligadas a sentar a pasajeros en primera clase. Normalmente, los elegidos son viajeros frecuentes, pero si hay mucho lío simplemente elegirán a los que mejor pinta tengan. Eres lo que pareces, y una persona de 'first class' nunca viajaría en chándal o despeinado, por eso debes acudir al aeropuerto bien vestido.
"Un buen look te diferenciará de la mayoría de los pasajeros, lo que no solo te puede granjear un billete en primera, sino también ahorrarte la cola de espera", asegura Murphy.
Tienes un vuelo. Haces las maletas y vas al aeropuerto. Tu billete es de clase turista, obvio, el dinero no te sobra. Pasas los controles de seguridad y llegas a la puerta de embarque. Y, de pronto, la aerolínea te comunica que vas a viajar en primera clase, sin pagar ni un euro extra de más. Estás exhausto: nunca has volado en la zona vip de un avión y no sabes cómo va a ser. "¡Si hay camas y minibar!", dices al llegar.