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"Llevo 3 copas y son solo las 18": por qué las jóvenes inteligentes beben más que nunca
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una tendencia al alza y preocupante

"Llevo 3 copas y son solo las 18": por qué las jóvenes inteligentes beben más que nunca

Los datos reflejan que ellas consumen cada vez más alcohol. Hablamos con un experto que nos explica el patrón que siguen las causas que las empujan a los bares

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Emily Carter-Lucas, de 22 años, es la hija soñada por cualquier padre, la novia esperada por cualquier amante y la empleada perfecta para cualquier jefe. Lista, inteligente, guapa, divertida y culta. Aficionada a la literatura y a la música. Es una joven modélica... pero solo en apariencia. Y solo de día. Cuando cae la noche, Emily ahoga todas sus facultades en alcohol. Es consciente del mal que le hace cada borrachera y cada resaca pero lamentablemente no puede parar. Ella es otra de las millones de jóvenes que se han dado a la bebida en los últimos años.

Los datos hablan por sí solos. La encuesta 'El consumo de alcohol y otras drogas entre las mujeres', realizada por el Instituto de la Mujer –tras entrevistar a 17.000 personas nacidas en 1970 y publicada en 'Social Science and Medicine'– determinó que el 70,3% de ellas consumió alcohol en el último año, y el 32,5% en el último mes. Según otro estudio de la OMS, de 2010, las españolas beben 10,6 litros de alcohol puro al año, casi el doble de la media mundial (6,2 litros/ persona); el estudio señala asimismo que el 7,3% de las mayores de 15 años se ha emborrachado el último mes.

A nivel mundial, el asunto no pinta mejor. Cientos de chicas británicas, francesas o españolas se dan a la bebida cada día. ¿Por qué? ¿Siguen un mismo patrón? La mayoría de ellas tienen características similares. Son como Emily, chicas brillantes en todos los aspectos de su vida pero con una vida interior que les atormenta. La insatisfacción vital que las empuja cada noche hacia el bar de turno se suma con la aceptación institucional del consumo de bebidas espirituosas por parte de las mujeres.

"Yo bebo mucho. Ya me he tomado tres copas y solo son las 18:30 horas. Bebo mucho a diario pero más durante el fin de semana. Me gusta emborracharme", asegura Emily a 'Daily Mail', que apunta que bebe porque la relaja y la hace olvidar. "Me hace sentir peor al día siguiente, pero merece la pena. Es un hábito aceptado socialmente. Hay cinco bares a diez minutos a pie de mi casa", añade.

Si un día no bebe se siente mal, porque no tiene "otra cosa mejor que hacer". A pesar de todo el dinero que se gasta en copas y de todo lo que ha engordado (tres tallas en unos meses), no cree que tenga "un problema". No obstante, reconoce que se ha hecho mucho daño a sí misma, tanto física como emocionalmente: "Me he lastimado estando borracha. Estoy cubierta de cicatrices, contusiones y cortes. Me meto en peleas, y luego me arrepiento porque yo no soy ese tipo de persona".

El número de jóvenes alcohólicas, al alza

Las declaraciones de Emily no sorprenden porque podrían aplicarse a cualquier joven con el mismo 'problema'. De hecho, seguro que conoces a un puñado de jóvenes como ella. ¿Por qué se hacen esto? ¿Es una adicción? ¿Por qué las jóvenes inteligentes y con un buen presente y futuro están empeñadas en acabar borrachas en un bar? Hablamos de ello con el psicólogo Luis Muiño.

"El alcohol es una droga muy atractiva tanto para mujeres como para hombres. Lo que ocurre ahora es que antes estaba mal visto que ellas consumiesen más. De hecho, el alcoholismo entre mujeres estaba cuestionado socialmente, lo que respone a la ideología machista que imperaba en la sociedad", asegura el profesional, quien se refiere al cambió que comenzó a detectarse a finales del siglo XX, tal y como detalla el estudio 'Género, alcohol y cultura' (Genacis, 2004), que detalla a través de diversas encuestas el aumento progresivo del consumo alcohólico femenino.

La mayoría de las jóvenes alcohólicas son inteligentes y brillantes en todos los aspectos de su vida, pero tienen una vida interior atormentada

La curva sigue al alza. EI estudio 'Percepción y Conocimiento del Alcoholismo en España', llevado a cabo por el laboratorio Lundbeck en 2015, señala que cuanto más joven se es más se bebe. Los que más alcohol ingieren tienen una edad comprendida entre los 18 y 25 años. Por sexo, aunque tienden a equiparase, todavía son más hombres los que consumen alcohol: un 19,6% de los encuestados y un 14,5% de las encuestadas se consideran de riesgo, mientras que hay un 16,6% de abstemios y un 27,8% de abstemias.

Todo parece indicar que los datos se van a revertir, y el número de mujeres alcohólicas superará al de ellos en un corto espacio de tiempo. Una tendencia que Muño considera "natural" dada la "disminución de la presión social" sobre las féminas.

Las chicas inteligentes beben más

Pero, ¿por qué beben tanto las jóvenes inteligentes? "La tendencia al alcoholismo tiene que ver con la frustración vital. Por eso las chicas inteligentes suelen caer en esta adicción. "Si con 15 años tienes un futuro prometedor, es normal que solo te encuentres con frustraciones. La adolescencia es una época en la que impera este sentimiento, y el alcohol es una tendencia continua entre los chicos de esta edad".

Estas chicas suelen tener un coeficiente intelectual por encima de la media. Una cualidad que en este caso juega en su contra: "La gente inteligente tiene ideas de cómo transformar el mundo, y como la mayoría de sus planes no se llevan a cabo les produce frustación. Entonces beben para aliviar este sentimiento. Las copas les producen una sensación de empoderamiento falsa; creen estar en un mundo fantástico donde pueden conseguir lo que quieran", detalla Muiño.

Las chicas que acuden a la consulta de Muño por este problema reciben una terapia indivualizada, pues cada caso es diferente. "La mayoría de psicólogos trabajamos con el sufrimiento, aquel que les impide hacer su vida con normalidad. "Estudiamos cada caso en particular. Pero casi siempre hay falta de autoestima, falta de tolerancia a la tensión y frustación vital", puntualiza el psicólogo.

Muiño no es el único que relacióna inteligencia con alcohol. El psiquiatra Dr. Chris Kelly, experto en el tema, asegura que ha tratado esta adicción en mujeres exitosas. "Numerosas universidades tienen más alumnas que alumnos, y muchas de ellas acaban convirtiéndose en dependientes del alcohol. No paro de ver cómo jóvenes inteligentes consumen alcohol en exceso, provocándoles problemas de salud mental y alimentando estados depresivos ya asentados", apunta el experto al citado medio.

Acoso y decisiones sexuales equivocadas

Aunque los efectos del alcohol son nocivos para cualquiera, ellas son biológicamente más susceptibles a las consecencias que estas bebidas espirituosas causan en sus cuerpos (tienen menos grasa corporal), lo que las hace más susceptibles de sufrir acoso sexual o cometer actos de los que luego se arrepienten.

El pasado mes, Edward Tenniswood (52), fue condenado a 30 años de prisión por violar y matar a la joven India Chipchase, de 20 años. El hombre se aprovechó del estado de embriaguez de la estudiante, que había bebido seis chupitos en apenas diez minutos.

Otro caso: Jamie Leppard, de 19 años, fue condenado a 8 años de internamiento por violar a una chica de 18 años en su fiesta de cumpleaños. Ella había perdido la conciencia a causa del alcohol. Había bebido Vodka, Malibú, Bacardí, cerveza y vino. En agosto, encontraron el cuerpo sin vida de Caroline Everest, de 18 años, que había desaparecido tras salir de fiesta y beber Vodka en cantidades ingentes. La chica fue encontrada muerta en un río. Falleció como consecuencia de una hipotermia.

El alcohol no solo hacer que ellas sean acosadas, también las incita a realizar actos de los que se arrepienten la mañana siguiente. Un reciente reportaje, realizado entre 4 millones de muejeres, determinó además que más de la mitad (55%) de las encuestadas creen que las copas les hicieron tomar decisiones sexuales equivocadas. Mantener la antigua caballerosidad de llevarla a casa sin mácula cuando ha bebido demasiado cobra cierto sentido. Está claro que, si bien no podemos echarle la culpa de todo al alcohol, sí es un factor que termina de darles el empujoncito.

Como vemos, el problema es que el alcohol ya es un elemento imprescindible en el día a día de muchas jóvenes, que ven en él una vía de escape a su insatisfacción vital. Una salida que cierra otras muchas puertas y las resta como personas, les lleva a tomar decisiones sexuales equivocadas y las pone en peligro. Es una tendencia social que está lejos de reducirse.

Emily Carter-Lucas, de 22 años, es la hija soñada por cualquier padre, la novia esperada por cualquier amante y la empleada perfecta para cualquier jefe. Lista, inteligente, guapa, divertida y culta. Aficionada a la literatura y a la música. Es una joven modélica... pero solo en apariencia. Y solo de día. Cuando cae la noche, Emily ahoga todas sus facultades en alcohol. Es consciente del mal que le hace cada borrachera y cada resaca pero lamentablemente no puede parar. Ella es otra de las millones de jóvenes que se han dado a la bebida en los últimos años.

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