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Colgó esta foto en LinkedIn y la insultaron cruelmente. Su respuesta fue apropiada
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CIBERACOSO

Colgó esta foto en LinkedIn y la insultaron cruelmente. Su respuesta fue apropiada

Esta responsable de seguridad en tecnologías de la información tuvo que soportar multitud de comentarios groseros por colgar una foto de un concurso de su empresa

Foto: Su aspecto físico dio lugar a más de 1.500 comentarios. (Twitter)
Su aspecto físico dio lugar a más de 1.500 comentarios. (Twitter)

Internet es impredecible y, lo que en un principio parecía un plan genial, pronto puede escaparse de las manos. Eso es lo que le pasó a Jayde Phoenix, una trabajadora de Foursys, empresa dedicada a la seguridad en el campo de la informática y de las tecnologías de la información.

Para conseguir notoriedad, y como hacen muchas empresas, decidieron abrir un concurso en la red social LinkedIn. Se basaba en adivinar cuántas memorias USB había dentro de un jarrón. El premio era una botella de champán. La protagonista de nuestra polémica se hizo una foto con el jarrón y el premio para ilustrar el concurso, pero precisamente a eso fue a lo que menos atención prestaron los internautas.

Que quizá los jefes la pusieron a ella sosteniendo estratégicamente el bote de USBs, es una posibilidad, pero el caso es que, sea como fuere, la situación se salió completamente de madre. Los usuarios comenzaron a hacer comentarios, cuando menos, desafortunados.

Usuarios de una red ¿profesional?

placeholder (Youtube)
(Youtube)

Si una publicación tiene más de 1.500 respuestas, la empresa podría decir que la campaña ha sido un éxito pero, lejos de prestar atención al concurso, algunos usuarios comentaron:

“Otra lagarta de oficina con pechos falsos tratando de hacerse pasar por una ‘experta’. En lo único que es experta es en implantes de silicona… LOL”. (Mike Chaney)

“Pelo falso, uñas postizas, pechos falsos… eso es todo lo que veo”. (Christian Cilia)

La próxima vez que haga publicidad debería tener más respeto por sí misma

Y ni siquiera son los peores; recibió todo tipo de groserías contra su persona, además de ser acosada sexualmente por parte de algunos de los internautas.

“Esa publicidad hace que la mujer de la foto no parezca nada profesional, usada como reclamo para los hombres. La próxima vez que haga publicidad debería tener más respeto por sí misma”. (Anónimo)

“¿El premio es el champán o un vistazo a las inmensas tetas de Jayde?” (UncleCav)

Pese a que estos comentarios hacen a cualquiera perder la esperanza en el género humano, lejos de amilanarse, Jayde Phoenix decidió contestar mediante un vídeo de YouTube a quienes le habían tratado de esta forma.

¿Sabes si tengo conocimientos suficientes?

En el vídeo, titulado ‘¿Mi apariencia me impide trabajar en la industria de las Tecnologías de la Información?’ (‘Do my looks stop me working in the IT industry’) delante de la cámara y con total tranquilidad, denuncia el acoso sufrido a causa de la foto en cuestión.

“Aparecí en público para ayudar en la promoción de mis compañeros de Foursys en LinkeIdn, recordad: la red ‘profesional’. Lo que tendría que haber sido un día exitoso para nuestra empresa se ha convertido en una película de terror”, explica.

En referencia a las respuestas recibidas y mostrando algunas de ellas, dice: “La gente hizo comentarios sobre mi aspecto, me humillaron por cómo me visto y hubo quien buscó mi perfil de Facebook e invitó a la gente a visitar mis fotos privadas. Algunos incluso enviaron mensajes gráficos y violentos de lo que querían hacer conmigo”.

Su testimonio pone de manifiesto, entre otras cosas, una de las eternas polémicas de las redes sociales: cómo hay quienes las utilizan (incluso las que se crearon para fines profesionales) para incurrir en conductas de acoso o ilícitas que, en muchos casos, quedan impunes.

Soy buena en mi trabajo, pero parece que algunas personas simplemente no pueden creer que pueda serlo a causa de mi aspecto

“Si bien la gran mayoría de los comentarios eran fantásticos, y totalmente dentro del espíritu del concurso, algunos eran realmente molestos (no sólo para mí, sino para mis compañeros de trabajo y jefes, por no hablar de mi familia y seres queridos). Creo que soy buena en mi trabajo, pero parece que algunas personas simplemente no pueden creer que pueda serlo a causa de mi aspecto, mi forma de vestir, o simplemente porque soy una mujer. Nos sentamos alrededor de una mesa y decimos que queremos más mujeres en la industria de las tecnologías de la información pero, ¿sólo las queremos si encajan en un estereotipo?”, continúa.

El problema del ciberacoso

Que el aspecto de una persona sea motivo suficiente para prejuzgar su profesionalidad o sus conocimientos, da para una buena reflexión sobre el (minúsculo en ocasiones) avance de una sociedad que, en cuanto a tolerancia se refiere, a menudo se ve encorsetada en estereotipos irreales pero que, sorprendentemente, convencen. Si además tenemos en cuenta que el motivo de que la tachen de mala profesional es el tamaño de sus pechos, la cosa es incluso más grave.

Finalmente, a los que dudan de su profesionalidad les dice: “VERGÜENZA DE VOSOTROS. Sé más sobre seguridad en tecnologías de la información que el 99% de la gente. Os puedo decir qué es un ataque DdoS, un SQL y cómo protegerse de un ransomware. En conclusión: no soy tonta. Soy buena en mi trabajo. Y no voy a permitir que nadie me haga ciberacoso”.

En Europa las mujeres cobran una media de un 16,2% menos que los hombres por trabajos del mismo rango

Por su parte, la empresa se puso totalmente del lado de la profesional, y publicó un post en el que decía: “¿Deberíamos obligar a que nuestros empleados vistan de una forma determinada? ¿Solo hay que permitir que representen una marca si tienen un tipo de cuerpo o un look específico?” y defendía la reflexión realizada por su empleada.

Una expresión popular dice que las mujeres a menudo tienen que demostrar dos veces para que se las reconozca laboralmente. La realidad es que en Europa ellas cobran una media de un 16,2% menos que los hombres por trabajos del mismo rango. Quizá sea cierto que las mujeres proyectan una imagen menos profesional, aunque las estadísticas del INE apuntan a que ellas están, de media, más preparadas. El debate sobre la concepción machista de los ideales profesionales es uno de los grandes escollos de nuestros días y, residual o no, el hecho es que aún hay quienes se toman la libertad de proferir todo tipo de comentarios sobre el cuerpo de una mujer y a, como dice Phoenix, degradarla a causa de su apariencia, sin que esa conducta resulte censurable.

Internet es impredecible y, lo que en un principio parecía un plan genial, pronto puede escaparse de las manos. Eso es lo que le pasó a Jayde Phoenix, una trabajadora de Foursys, empresa dedicada a la seguridad en el campo de la informática y de las tecnologías de la información.

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