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La olvidada historia del español más controvertido y enigmático del siglo XV
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VIDA Y TIEMPOS DEL PRÍNCIPE DE VIANA

La olvidada historia del español más controvertido y enigmático del siglo XV

Un caballero que vino con un enorme pan debajo del brazo y se fue discretamente al mundo de los anónimos por la puerta de atrás, no sin que antes le levantaran la cartera

Foto: 'La prisión del Príncipe de Viana'. (E. Sala y Francés)
'La prisión del Príncipe de Viana'. (E. Sala y Francés)

"La envidia es el gusano roedor del mérito y la gloria"

Francis Bacon

En la disciplina llamada historia, la objetividad es a veces renuente y esquiva. Los datos con los que se trabaja, eléctricos y electrizantes unas veces, anodinos otras, generan en nuestro particular imaginario una toma de posicion y en ocasiones, pasión por ende. La confusión es el caldo natural y sustancia base de este arte-ciencia, y para más complejidad, a veces, mas allá de que se definen las lineas maestras del pensamiento a moldear según la visión y conveniencia de supervivencia del autor, sus mentores, el entorno social o la sencilla ley del vencedor y su avasalladora e incuestionable razón,ocurre que los datos son sencillamente contradictorios, que no hay buenos ni malos, sino barbarie a espuertas, que archivos de vital importancia se volatilizan, y que la investigación de un hecho puntual se convierte en unacto de feen medio del caos y la polución de los datos a a manejar.

Por ello, desde esta sección, desde esta ventana de posibilidades para conocer nuestra extraordinaria historia­, desde esta oportunidad de aprender y mostrar, de investigar y contrastar, de padecer y poner en valor nuestra zonas erróneas (o ciertas, según criterios), de complementar pareceres desde la dialéctica y de construirnos y constituirnos en buenos aprendices siempre alerta ante la manipulación, invito a los lectores a crear debate y temas incómodos a modo de sugerencias en el aparte dedicado a los comentarios, para asíentre todos poner en el diván­ ya sea de forma profilactica o terapéutica­, pero siempre amable y sin acritud, a esta enorme nación que es mucho más de lo que parece, aunque a veces nos recuerde a una jaula de grillos.

Vivió tres guerras civiles y no provocó ninguna (al menos directamente)

Este articulista no pretende la exégesis ni la inalcanzable perfección, ni enseñar siquiera, ni hacer caminoni escuela, para ello estan los catedráticos y eruditos en esta apasionante búsqueda de la verdad perdida. Con solo comunicar las inquietudes que nos asaltan sobre lo no definido o intangible detrás del velo de la historia, me doy por satisfecho creando esa controversia enriquecedora para todos.

El tema de hoy va sobre un caballero que vino con un enorme pan debajo del brazo y se fue discretamente al mundo de los anónimos por la puerta de atrás, eso sí, no sin que antes le levantaran la cartera.

Criado en Navarra

Es probable que el Príncipe de Viana, nacido Carlos de Evreux o Carlos de Aragón y de Navarra, propietario de un refinado cerebro y de una humanidad fuera de toda duda, hubiera acelerado la integración de los reinos de España medio siglo antes de que su déspota y terrorífico progenitor, Juan II, le hiciera la vida imposible de forma programada y meticulosa. Vivió tres guerras civiles y no provocó ninguna (al menos directamente). El caso es que los castellanos andaban a la greña en una fratricida y agotadora guerra; los aragoneses dando leña en Nápoles y los navarros a punto de entrar en una agarrada intensa entre dos familias mal avenidas, los agramonteses y los beamonteses.

Nuestro protagonista andaba tan mareado que ya no sabía dónde aparcar el taca­taca a tan precoz edad.

En una esplendorosa primavera del año 1421se personó por primera vez en la expresion material de esta vida terrenal en el monasterio de Peñafiel en tierras castellanas en medio de un silencio agudo y avasallador, el que pudo ser el personaje mas controvertido y enigmatico del siglo XV español.Como el patio de corrala nacional andaba un pelin agitado y la pobre madre del crío no daba abasto escamoteándole peligros y adversos azares, en un arrebato se lo llevó a Navarra donde su paternal y noble (en el sentido mas amplio de la palabra) abuelo, Carlos III de Évreux, rey de Navarra a la sazón lo adoptó, educó y crió como si de un hijo se tratara. El padre del futuro Principe de Viana, entre tanto, estaba repartiendo estopa por ahí.

Este políglota y apasionado de la literatura, poeta y traductor de la 'Ética a Nicómaco' de Aristóteles, pintor , arpista y un etcétera asombroso para la época, creció en un ambiente sosegado antes de que la tormenta perfecta le cayera encima con toda su carga. Sucedió que a la muerte de su madre Blanca de Navarra, las cosas se empezaron a poner feas para el chaval. Lo de lavarse un par de veces al dia, perfumarse un pelín e ir atildado, no era muy congruente con la filosofía de su padre,si es que éste tenía alguna ­.El antagónico y fanfarron padre, Juan de Aragón, era mas de la cuerda de repartir hostias sin cuento y a destajo.

Como el reino de Navarra se le quedaba pequeño, y el voraz coronado quería más y más, a los seis meses de la muerte de su mujer, allá por el año del Señor de 1444, le echaría el ojo y el guante a la bella hija del Almirante de Castilla, Fadrique Enriquez. La incauta, Juana Enríquez y Fernández de Córdoba, rápidamente le cogió gustillo al estilo de su marido y se hicieron inseparables . Pero en la trastienda , estaba agazapado el condestable castellano Álvaro de Luna que lo tenia enfilado al navarro y en las campiñas de Olmedo, le aplicaria un correctivo inolvidable, dandose el bravucón a la fuga.

Fernando El Católico desató el enfrentamiento

Pero los problemas comenzaban a acumularse. La hija del Almirante de Castilla se había erigido en gobernadora y al llegar a Navarra se había hecho fuerte en una autoridad que no le concernía y el pueblo navarro, de armas tomar, comenzó a cabrearse. El Principe de Viana, que habia gobernado con prudencia y buena gestión los recursos del reino en nombre de su padre, se vio desplazado de malas maneras.

Mientras, Juana, la reina consorte, se dedicaba a lo suyo (echar leña al fuego­) los beamonteses partidarios del bien hacer del Principe de Viana y con visión de futuro, la liaban parda con los partidarios de Juan, los agramonteses, un poco mas bestias que los primeros.

Todo el mundo, aragoneses, castellanos y navarros, aborrecían a este elemento de la naturaleza, llegando al punto en el que Castilla, para acabar con el impresentable Juan II, se ofreció a Carlos Principe de Viana para finiquitar los desmanes de su impresentable padre. Pero la tormenta perfecta se desataría hacia el año 1452 cuando Juana Enríquez parió al que sería el futuro (¿Principe de Maquiavelo?), Fernando el Católico. El enfrentamiento ya no tenía marcha atrás.

La radical decisión del cruel Juan II de Aragón provocó insurrecciones alarmantes en Cataluña y Navarra

Entonces el vengativo padre instigado por la crecida Juana, mete preso al ya talludito chaval, pero las enormes presiones de los castellanos y la fea progresión de la guerra civil en Navarra le obligan a desfacer el entuerto. Pero el rencor seguía ahímuy vivo y Juan II lo manda al exilio a Nápoles por una larga temporada.

Vuelve de nuevo el Príncipe de Viana del exilio e intenta arrimarse a las fronteras del Reino de Navarra pero es prendido un gélido dia de diciembre en Lérida, ya enfermo. La radical decisión del cruel Juan II de Aragón, provoca insurrecciones alarmantes en Cataluña y Navarra que solo se pueden atajar con concesiones so pena de que la brutalidad del rey acabe en un baño de sangre y con el tema fuera de control. Un 25 de febrero al alba más temprana del dia rompientees liberado de nuevo este pensador y probable y capacitado estadista amante de los pactos y de la diplomacia. Seis meses más tarde este prohombre, mentor de artistas como el poeta Ausiàs March, mecenas de pro y filántropo consumado, era nombrado heredero por los alzados catalano­ aragoneses.

A la edad de cuarenta años y entrando de hurtadillas un suave otoño, moría no se sabe si envenenado o por efecto de una pulmonía de arrastre, una leyenda convertida en mito. Juan II de Aragón era un personaje brutal, pero dio a la historia de España dos grandes con diferentes suertes: Carlos Principe de Viana y Fernando el Católico,hermanastros. Uno tenía una clara rúbrica genética materna y el otro, paterna .

"La envidia es el gusano roedor del mérito y la gloria"

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