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Dos trucos eficaces para sobrevivir al ataque de un perro (y 5 recomendaciones más)
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que no cunda el pánico

Dos trucos eficaces para sobrevivir al ataque de un perro (y 5 recomendaciones más)

Vas tranquilamente paseando por el parque y, de repente eres sorprendido por un temible cánido que se lanza a por ti; ¿sabrías cómo actuar?

Foto: Si se les entiende, no resultan tan impredecibles como podemos imaginar. (iStock)
Si se les entiende, no resultan tan impredecibles como podemos imaginar. (iStock)

¿Eres de esas personas miedosas que ven un perro suelto en un parque y cree que el apocalipsis ha llegado y viene a por ti? Probablemente entonces cada vez que veas uno de esos mejores amigos del hombre (no para ti) te quedes completamente en tensión y te bloquees. ¿Qué hago? ¿Corro? ¿Me quedo quieto/a?

Si esto te pasa cuando ves a un chihuahua en el parque de al lado de tu casa, no queremos ni imaginar cuando, por algún avatar del destino, de verdad un perro te ataque con peligro para tu integridad física. Pero mantén la calma, es muy improbable que eso te pase.

"Cada situación es diferente, y también hay que tener en cuenta las capacidades de cada uno"

En cualquier caso, el experto estadounidense en seguridad Bill Santon muestra en ‘Daily Mail’ dos métodos para defenderse del ataque de un perro salvaje. Conocerlos seguro que te ayudará, al menos, a mantener la situación bajo control.

A) Método físico

Pese a que el primer instinto si se acerca un perro a atacar es alejar las extremidades, él recomienda poner un brazo por delante para hacer un bloqueo, mientras que el otro brazo queda escondido detrás de la espalda. “Esto repelerá al perro y le hará no colgarse del brazo, o descolgarse si ya te había mordido”. Es importante tener un buen sentido de la propiocepción para controlar nuestra posición y que el perro no nos arrastre.

“El animal puede morder las piernas, el abdomen, el cuello o la cara, pero yo prefiero que se lance a por el brazo, que tiene más hueso para él y a mí me permite tener más control”, añade Santon.

B) Método mental

Otro truco recomendado por Bill Santon consiste en disuadir al perro del ataque antes de que se llegue a acercar. Se realiza mediante una técnica parecida a la empleada para ahuyentar a los osos. Lo que hay que hacer es levantar los brazos bien arriba y gritar, y todo esto lo más rápido que se pueda. Se trata de parecer lo más grande posible y que así el perro ceje en su idea de atacar.

Santos afirma que este método suele funcionar si se hace bien, aunque “cada situación es diferente, y también hay que tener en cuenta las capacidades de cada uno”.

Además, y por si no tienes la técnica depurada, aquí van 5 consejos que te serán muy útiles en tu día a día entre cánidos.

1. Quédate inmóvil

Si no sabemos si va a abalanzarse o no, una buena idea será permanecer completamente inmóvil. Así el animal no se sentirá amenazado y no tendrá en instinto de atacar. Sobre todo trata de mantener la calma y, a nivel cotidiano, calma, lo más probable es que el perro se acerque para jugar contigo y, aunque a ti te parezca demasiado impetuoso, no tenga ninguna intención de morderte.

Recuerda que si entras en pánico y mueves las brazos o las piernas caóticamente puede asustarse y, al sentirse amenazado, atacar.

2. Evita el contacto visual

Para muchos animales, cuando otra especie (o la suya propia) les mira fijamente, es en realidad una señal de desafío. Si miramos fijamente al perro, este puede pensar que le estamos desafiando y tenemos intención de atacarle.

Sobre todo para la gente que le dan miedo los perros es muy difícil no mirarle, y lo que suele pasar es que no le quitan la vista de encima por si se acerca un milímetro pero, si es tu caso, evítalo, ya verás como pronto deja de estar pendiente de ti.

3. No corras

Ya sea porque te ataque o porque quiera jugar, correr delante de un perro solo hará que avive su instinto cazador y tienda a ir detrás de ti. A ellos les encanta correr, sobre todo si están todo el día encerrados en una casa, así que, si quiere un poco entretenimiento y haces esto, creerá que estás jugando, como cuando su dueño le tira objetos o corre con él.

Si se produjese un ataque, igualmente, no te lances a la carrera. Seamos sinceros, por mucho que nos guste vestirnos de fluorescente y fardar con el ‘running’, el perro va a correr más que nosotros.

4. Haz la croqueta

Sí, sí, la croqueta. En el caso de que estemos en el suelo, o de que nos hayamos caído, lo mejor para protegerse es colocarse boca abajo con las rodillas encogidas y las manos sobre el cuello, e intentar rodar para zafarse del animal.

5. Distrae al perro con otro objeto

Si tienes algo a mano lánzaselo para que centre su atención en él y vaya hacia allí (tirar el iPhone solo en caso de ataque real). Si además son objetos que pueda masticar, mejor que mejor, le darán para entretenerse un rato y tu podrás respirar a salvo, o esconderte en una trinchera cercana.

¿Eres de esas personas miedosas que ven un perro suelto en un parque y cree que el apocalipsis ha llegado y viene a por ti? Probablemente entonces cada vez que veas uno de esos mejores amigos del hombre (no para ti) te quedes completamente en tensión y te bloquees. ¿Qué hago? ¿Corro? ¿Me quedo quieto/a?

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