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El libro que defiende que sin los banqueros viviríamos mucho peor
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El libro que defiende que sin los banqueros viviríamos mucho peor

Pocos estarían dispuestos hoy en día a defender las bondades inherentes al sistema financiero, pero un profesor de Yale lo hace de manera convincente en su último trabajo

Foto: ¿Es el dinero la raíz de todo mal, o todo lo contrario? (iStock)
¿Es el dinero la raíz de todo mal, o todo lo contrario? (iStock)

Desde el año 2008, oír hablar del mundo financiero y de los bancos provoca que alrededor del 99% de la población tense los músculos, apriete la mandíbula y empiece a respirar agitadamente. La especulación financiera y la burbuja inmobiliaria han causado la pérdida de millones de puestos de trabajo y una situación de inestabilidad en la que las cosas nunca volverán a ser como eran. Sin embargo, no siempre fue así, y de hecho, sin los banqueros la humanidad viviría mucho más atrasada. Es la polémica tesis que el director del Centro Internacional de Finanzas de la Universidad de Yale William N. Goetzmann defiende en su último trabajo, 'Money Changes Everything: How Finance Made Civilization Possible' (Princeton University Press), una voluminosa historia de las finanzas desde la Era de Bronce hasta nuestros días.

“Las civilizaciones complejas han sido construidas con complejas herramientas financieras” es la principal tesis que Goetzmann desarrolla a lo largo de 600 páginas, inspirado por su formación como arqueólogo en su juventud. Para el profesor, el desarrollo de las finanzas es tan importante como otros tantos inventos tecnológicos en la historia del hombre; es más, es parte indispensable de la tecnología. Por ejemplo, recuerda, es muy probable que la escritura naciese durante el período de Urok en Mesopotamia para registrar el origen y el contenido de las mercancías que se intercambiaban. La pictografía no nació tanto para expresar ideas como para llevar la contabilidad.

Como explica el autor, la mayor parte de adelantos tecnológicos –de la rueda al mp3– han surgido como respuesta a un problema o una necesidad. En muchos casos, relacionada con el espacio y el tiempo: como recuerda la reseña del libro publicada en 'The Financial Times', de las carretas a los aviones, el transporte de mercancías en el menor tiempo posible ha sido una de las grandes obsesiones del ser humano. Las finanzas cumplen esa misma función, ya que permiten, por ejemplo, obtener dinero adelantado (cuando se pide un préstamo) o reservarlo para un futuro (como en una cuenta de ahorros o de jubilación).

'Money makes the world go round'

Los ejemplos de la importancia que ha tenido el desarrollo y el estudio de las herramientas financieras son inacabables, y muchos de ellos, bien conocidos. Como explica el autor en una entrevista publicada en 'The Atlantic', los primeros grandes banqueros flamencos o de la época del Renacimiento eran aplaudidos y respetados, en unos casos porque reflejaban a la perfección la ética protestante, en otros porque eran gobernantes admirados que habían evolucionado desde el comercio y auspiciaban a los grandes artistas del momento.

Antes de los mercados, tu plan de jubilación era tener muchos hijos y que viviesen lo suficiente como para ayudarte cuando te hicieses viejo

No cabe duda de que las finanzas pueden mejorar sensiblemente la vida diaria del hombre, mantiene Goetzmann. El ejemplo más claro es la creación y financiación de negocios. “Las finanzas son una herramienta”, explica. “Si piensas en la gigantesca revolución tecnológica que hemos vivido durante los últimos 20 años, ha contribuido a canalizar los fondos a las compañías tecnológicas importantes como Apple y Google”. Podemos demonizar la banca de inversión, pero “ha jugado un papel de intermediador entre la gente que quiere ahorrar, o las organizaciones que desean invertir dinero, y las compañías que tienen una propuesta valiosa y necesitan el capital”.

Uno de los grandes momentos de revolución tecnológica de la historia del hombre se produjo después de la apertura de los mercados, cuando “los bancos de inversión pudieron utilizar su dinero para construir ferrocarriles o canales por todo el mundo, o llevar la electricidad a las ciudades”. La situación era muy diferente antes de la existencia de los mercados, señala el autor, como ocurría en la época medieval: “Si eras pobre, pero tenías una gran idea, no podías conseguir dinero sin ceder por completo la propiedad”. Hasta la aparición de las patentes u otras herramientas de financiación, el capital intelectual estaba en manos del que pagaba.

Por ello, Goetzmann considera las innovaciones financieras como un gran “democratizador”, incluso admitiendo el papel que ha jugado a la hora de causar desigualdades. Por ejemplo, resalta la importancia de algo tan obvio como un fondo de pensiones. “Antes de los mercados financieros e innovaciones como esta, tu plan de jubilación era tener muchos hijos y asegurarte de que viviesen lo suficiente como para ayudarte cuando te hicieses mayor”, recuerda con humor. “Las finanzas, por una parte, reducían la necesidad de tener un plan basado en la reproducción. Pero al mismo tiempo liberaba a los niños para hacer lo que quisieran”.

Una vez más, el factor tiempo entra en juego: “Si no tuviésemos las finanzas, no seríamos capaces de ahorrar para el futuro. No tendríamos fondos de pensiones, no tendríamos seguridad social…”, sintetiza el autor en el libro. “Realmente las necesitamos, y las necesitamos para planear nuestro futuro colectivo financiero”.

¿Ética, valores o nada de eso?

Debido a que el dinero y las relaciones financieras han influido enormemente en la vida cotidiana de la mayor parte de la población global, es normal que en él se hayan proyectado diversos valores culturales, así como una creciente desconfianza. Por ejemplo, durante siglos se atacó la usura, tanto en el mundo islámico como en el cristiano, e incluso en nuestros días acusar a alguien de ser un usurero es un grave insulto, algo que a la larga terminó fomentando el antisemitismo.

"El océano es cada vez más grande, así que los mejores pescadores pescan aún más", señala el autor en referencia a los sueldos en la banca

Además, recuerda Goetzmann, para mucha gente lo primero que viene a su cabeza cuando oyen hablar de las finanzas es “codicia” (“greed”): “Proviene de una norma cultural por la cual se espera que la gente controle su deseo de tener más. Cuando piensas en ello en términos económicos, significa que simplemente prefieres tener más a tener menos, no importa cuánto tengas”. No obstante, critica la mentalidad por la cual que alguien quiera ganar dinero está mal visto.

Por otra parte, la alta complejidad que las finanzas han adquirido durante el último siglo ha provocado que “la posibilidad de engaños y fraudes” sea cada vez mayor. En referencia a la creciente desigualdad entre los más ricos y el resto de la sociedad, el profesor considera que “esta desigualdad es en realidad un fenómeno de finales del siglo XX y principios del XXI: la relación entre lo que gana el director de un banco y lo que gana un cajero”. Por primera vez en la historia, recuerda, el sistema financiero ha permitido que unas pocas personas ganen miles de millones de dólares “a través de las inversiones y los 'hedge funds'”.

Pero también recuerda que es un sector que atrae mucho más capital humano que nunca, lo que provoca que su escala se haya multiplicado exponencialmente. “Así que si no piensas en el ratio entre los mejor pagados y los peor pagados en una organización, sino en el ratio entre la compensación de los gestores de fondos de inversión mejor pagados comparada con la escala de las oportunidades de inversión en el mundo, es posible que es algo que se haya mantenido a lo largo del tiempo”. Así pues, quizá la desigualdad no sea más que una cuestión de escala, como suele decirse de los sueldos multimillonarios de los futbolistas modernos en comparación con los antiguos.

“El océano es cada vez más grande, así que los mejores pescadores pescan aún más”, sintetiza el autor. Si de algo podemos estar seguros, es que dentro de 1.000 años el mundo financiero se parecerá ligeramente a lo que conocemos (como actualmente se asemeja al romano), pero probablemente se habrán llevado a cabo innovaciones que no podíamos ni imaginar.

Desde el año 2008, oír hablar del mundo financiero y de los bancos provoca que alrededor del 99% de la población tense los músculos, apriete la mandíbula y empiece a respirar agitadamente. La especulación financiera y la burbuja inmobiliaria han causado la pérdida de millones de puestos de trabajo y una situación de inestabilidad en la que las cosas nunca volverán a ser como eran. Sin embargo, no siempre fue así, y de hecho, sin los banqueros la humanidad viviría mucho más atrasada. Es la polémica tesis que el director del Centro Internacional de Finanzas de la Universidad de Yale William N. Goetzmann defiende en su último trabajo, 'Money Changes Everything: How Finance Made Civilization Possible' (Princeton University Press), una voluminosa historia de las finanzas desde la Era de Bronce hasta nuestros días.

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