Francia prohíbe el foie gras durante tres meses por miedo a la gripe aviar

Francia se ha visto obligada a tomar una decisión extrema por culpa de la gripe aviar: el país galo ha prohibido la producción de foie gras durante tres meses por miedo a que se pudiera extender este peligroso virus. El pasado mes de noviembre, una peligrosa cepa del virus H5N1 fue detectada en Dordoña, en el suroeste del país y, ahora, unos meses después, se ha decidido tomar medidas drásticas para evitar que el ser humano pudiera entrar en contacto con ella.

Esta alerta sanitaria no hace más que afectar aún más a un sector muy dañado en los últimos años. Desde algunos focos ya se había criticado duramente el sistema de producción que tiene lugar en algunos casos, en el que las aves se ven obligadas a tragar ingentes cantidades de alimento para hacer crecer el hígado de las aves. No sólo lo hace más sabroso, sino que engorda para dar más cantidad, a veces hasta diez veces más de su tamaño normal.

Francia ofrecerá más de 130 millones de euros para compensar las pérdidas, pero se calcula que esta situación puede costar hasta 4.000 puestos de trabajo

Se estima que Francia es la productora de, aproximadamente, el 75 por ciento de foie gras del mundo, por lo que esta prohibición de tres meses puede suponer un importante golpe contra una industria realmente prolífera. La prohibición por parte del Ministerio de Agricultura tras la investigación pertinente por la cepa encontrada prohibe que ningún departamento francés tenga patos o gansos en sus mataderos hasta el próximo mes de agosto.

Esta situación no sólo afectará al consumidor, que verá cómo un producto bastante habitual en sus despensas podría pasar a ser durante estos meses un bien suntuario. Se estima que habrá cerca de 10 millones de aves en el mercado, un importante descenso de la matería prima que pueda dar lugar a un importante crecimiento del precio del foie gras en los próximos meses. Al menos, hasta que desaparezca la prohibición desde Francia.

Pero el problema no sólo afectará a los consumidores, sino que provocará importantes daños entre los criadores: pese a que el Ministerio de Agricultura ha anunciado que ofrecerá ayudas al sector cercanas a los 130 millones de euros para compensar las pérdidas, se calcula que esta situación puede costar hasta 4.000 puestos de trabajo. Eso, sin tener en cuenta que, evidentemente, será el propio sector el que tenga que asumir los costes fijos de la producción.

No será hasta el próximo mes de agosto cuando Francia levante esta prohibición en la producción de foie gras. Es necesario recordar que este virus no sólo es letal con las aves, sino que se quiere evitar a toda costa que pase a los seres humanos por las terribles consecuencias que podría tener. Mientras tanto, Francia ve cómo sufrirá gravemente uno de sus sectores más potentes. Una crisis necesaria para impedir que un virus tan peligroso se pueda propagar.