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El mejor empleado de España, descubierto por Rafael Santandreu
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Podrías ser tú

El mejor empleado de España, descubierto por Rafael Santandreu

Ser jefe consiste en: movilizar las fuerzas, modelar a la gente como estatuas de barro y perseverar con alegría y optimismo. Así puedes convertirte en uno extraordinario

Foto: Sí, podría ser él. (Corbis)
Sí, podría ser él. (Corbis)

Todas las 'neuras' que nos amargan la vida –ansiedad, depresión, estrés, timidez–, todas las preocupaciones y miedos son sencillamente el resultado de una mentalización errónea que podemos revertir de forma permanente. En 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo) el psicólogo Rafael Santandreu presenta el método para lograrlo de la mano de la escuela terapéutica más eficaz del mundo: la moderna Psicología cognitiva.

Entre los pasos que describe para reprogramar nuestra mente y convertirnos en personas sanas y fuertes desde el punto de vista emocional, también recoge, como veremos a continuación, claves para enfrentarnos al entorno laboral, incluso ante circunstancias aparentemente adversas:

placeholder 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo)
'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo)

"El primer paso consistió en dedicar unas horas a diseñar cómo sería para mí el asistente perfecto y redacté una descripción acorde:

Querido Arturo:

He diseñado el siguiente perfil de tu puesto. Creo que tenemos la oportunidad de trabajar según este modelo, que es la leche: vamos a conseguir que nuestra oficina sea la que mejor funcione de España. Al estilo de las oficinas de los grandes mandatarios, ¿te imaginas? ¡Como la de Obama! Sería genial que todos los procedimientos fluyesen de manera fácil y ordenada para poder hacer un gran trabajo a todos los niveles.

¿Qué te parecería tener las diferentes tareas divididas por departamentos e ir diseñando funcionamientos mejores cada semana? La contabilidad, por ejemplo, que discurra de forma ordenada y clara. Comprobando cada paso y teniendo una relación muy fluida con nuestro asesor financiero, que te dará toda la información que necesites (puedes llamarle cada día para irle preguntando detalles).

Asimismo, sería genial mejorar el orden, teniéndolo todo en carpetas bien claras. Un día de éstos te daré una formación sobre el libro Organizarse con eficacia de David Allen y ya verás qué fantástico es llevar la agenda al día.

Puedes autogestionar tu trabajo de forma que te lo pases genial y aprendas continuamente. ¿Qué tal sería llevar a cabo un trabajo vigoroso en las seis horas matutinas que tienes en tu horario laboral?

Es muy importante que convenzamos a los empleados de las ventajas de trabajar de forma excelente, sobre todo para ellos mismos

¡Qué bien! Tenemos la oportunidad de crear una consulta de psicología moderna y muy por encima del estándar en España, con un personal feliz y excelente, en continuo aprendizaje y muy motivado. ¡Tú serás una pieza clave en este desarrollo! ¡Estoy seguro!

Con respecto a nuestra comunicación, sería genial que estuvieses siempre disponible. Así, sí surge un imprevisto o algo urgente, me sentiré cómodo y seguro. Eso es muy valioso para mí. Lo puedes hacer llevando siempre el móvil encima o centrándote exclusivamente en nuestro trabajo durante las mañanas. Por la tarde, puedes mantener el móvil cerca para atender cualquier cosa puntual rápidamente. ¿Crees que es buena idea? ¿Es posible?

También estaría genial mejorar el tiempo de resolución de temas. Es decir, ocuparse de los trámites con mucha antelación. Por ejemplo, podemos tener comprados los billetes de avión con dos semanas de antelación. Eso me daría una sensación de eficacia y tranquilidad fantástica.

El equipo de Jordi estaba hipermotivado, hasta el punto de que el trabajo daba sentido a su vida, se sentían vivos, parte de un proyecto emocionante

Con respecto al trabajo bruto realizado, sería excelente que cumplieras las seis horas de la jornada todos los días, sin saltarte ninguno. Porque así tu trabajo cundirá de forma extraordinaria y te convertirás en un asistente increíble y modélico, quizá el mejor. Creo que sería muy bueno que fueses estricto en cuanto al horario porque algunas claves del éxito son la perseverancia y la constancia. ¿Cómo lo ves? Cuando empezamos a fallar, perdemos esa excelencia. La clave es decir «no» a cualquier distracción en horas de oficina.

No es difícil alcanzar la excelencia: sólo tenemos que ponerle pasión, ilusión y fuerza. Yo tengo esta visión muy clara en nuestro trabajo juntos.

Decidí enviarle a Arturo estas descripciones de su trabajo cada quince días. Cada vez con unas indicaciones diferentes, pero con la misma visión de excelencia y disfrute, y con las ideas y enseñanzas que iba creyendo oportunas.

Es muy importante que convenzamos a los empleados –o a nuestros hijos– de las ventajas de trabajar de forma excelente, sobre todo para ellos mismos. Motivarles: hacerles ver que pueden alcanzar maravillosos niveles de disfrute y excelencia. Y hay que indicarles cómo hacer las tareas con la máxima ilusión, dibujarles el escenario idílico del orgullo por el trabajo bien hecho, el compromiso y la autenticidad. Siempre apuntando muy alto.

En resumen, el primer paso del liderazgo modelador es «vender la moto», seducir para el trabajo excelente. El segundo, «dibujar el modelo», se basa en indicarles el camino para lograrlo. El tercer paso es insistir en estos dos puntos de forma periódica hasta que alcancen el nivel que deseamos. Ser jefe consiste en: movilizar las fuerzas, modelar a la gente como estatuas de barro y perseverar con alegría y optimismo.

El jefe gurú

En una ocasión conocí a un jefe extraordinario. Era el director de una editorial. Yo estuve haciendo unas prácticas en aquella empresa cuando era joven, justo después de estudiar psicología. Aquel jefe, que se llamaba Jordi, charlaba con los empleados de su visión de la editorial, de su compromiso con hacer libros con sentido, de anécdotas personales acerca de su trabajo. A esto le dedicaba por lo menos media hora al día.

El resultado es que el equipo de Jordi estaba hipermotivado, hasta el punto de que el trabajo daba sentido a su vida, se sentían vivos, parte de un proyecto emocionante. Jamás he vuelto a ver algo similar. Los empleados de Jordi solían llegar una hora antes de su horario y se quedaban, hasta las nueve o las diez de la noche.

El jefe racional tiene espacio mental para disfrutar en el trabajo y goza enseñando a los empleados: los modela hasta convertirlos en ases

En los meses que estuve allí, yo mismo me lo pasé en grande y tenía la sensación de estar viviendo una aventura, como un viaje al extranjero o algo así.

Así de potente puede ser el efecto sobre las personas de un jefe inspirador. Los principios básicos de su influencia son:

  • Jamás reprender a nadie, echar broncas o poner malas caras.
  • Ser siempre positivo: apuntar a las posibilidades maravillosas del empleado.
  • Enseñar que el trabajo puede ser una aventura única.
  • Ser muy pedagógico: mostrar el camino una y otra vez.

Uno de los problemas de las empresas –y de las relaciones personales en general– es que frecuentemente nos orientamos según un criterio que podríamos definir como: «Debo escoger empleados/amigos/familiares que valgan», en vez de: «Voy a convertir a estas personas en empleados/amigos/ familiares brutales».

La diferencia es crucial porque por el camino de la defenestración –al más puro estilo soviético– el jefe se centra en lo malo y no en lo bueno. Además, no desarrolla su capacidad pedagógica sino la de degollar empleados. Por el contrario, el jefe racional se centra en lo positivo y es muy pedagógico.

El jefe soviético –al que comete un fallo lo manda a Siberia– es paranoico porque está demasiado atento al error. Digamos que se fija demasiado en el fallo y pretende que las personas lleguen sabidas a los sitios. El tipo lo pasa fatal: está casi siempre enfadado y nervioso. Y pone nerviosos a los demás.

El jefe racional tiene espacio mental para disfrutar en el trabajo y goza enseñando a los empleados: los modela hasta convertirlos en ases; lo cual revierte en unos resultados globales de fábula.

Pongamos fin al gulag: ¡arriba la diversión!"

Todas las 'neuras' que nos amargan la vida –ansiedad, depresión, estrés, timidez–, todas las preocupaciones y miedos son sencillamente el resultado de una mentalización errónea que podemos revertir de forma permanente. En 'Ser feliz en Alaska' (Grijalbo) el psicólogo Rafael Santandreu presenta el método para lograrlo de la mano de la escuela terapéutica más eficaz del mundo: la moderna Psicología cognitiva.

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