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Dicen que las vitaminas no sirven de nada, pero estos 5 complementos merecen la pena
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EL ZINC, LO MEJOR PARA TRATAR EL CATARRO

Dicen que las vitaminas no sirven de nada, pero estos 5 complementos merecen la pena

Ya hace algunos años que los médicos vienen advirtiendo del peligro del consumo masivo de suplementos para nuestros bolsillos y nuestro organismo, pero no todo es negativo

Foto: Algunos de estos productos pueden causar el efecto contrario a lo que pretenden. (iStock)
Algunos de estos productos pueden causar el efecto contrario a lo que pretenden. (iStock)

Nos gusta creer en los milagros porque son rápidos, indoloros y no requieren de esfuerzo por nuestra parte. Al amparo por la moda de lo sano y una poderosa industria de la nutrición y la dietética, hace años que prolifera el consumo de suplementos vitamínicos que se acostumbran a tomar por temporadas –jalea real o vitamina C cuando el niño está de exámenes o si tenemos un catarro, por ejemplo–, o bien de forma constante –unas gotitas de valeriana para empezar el día con calma; eso sí, con el café con leche–.

Ya hace algunos años que los médicos vienen advirtiendo del peligro del consumo masivo de suplementos no solo para nuestros bolsillos, sino para nuestros organismos, y así lo recogen numerosos estudios publicados en 'Annals of Internal Medicine'. Y de acuerdo a un reciente artículo de 'Salon', hay poca evidencia de que los multivitamínicos más populares aporten alguna ventaja para nuestra salud e incluso, señalan, pueden ser contraproducentes, como los productos antioxidantes en la protección contra el cáncer.

Si bien el exceso nunca es beneficioso, sí que es cierto que algunos suplementos benefician nuestro organismo y están avalados por la ciencia. Toma buena nota porque si te gastas un euro en ellos, saldrás ganando.

Vitamina D

De todas las vitaminas, la D es la que más nos beneficia consumir en forma de suplementos. Un meta-análisis de 17 pruebas aleatorias llevado a cabo en 2009 concluyó que este componente ayudaba a reducir la mortalidad en adultos; e idénticos resultados dio otro análisis de 2013 sobre 42 estudios igualmente aleatorios. Asimismo, la vitamina D tiene efectos positivos también en niños y ancianos, ya que reduce el riesgo de contraer la gripe en los primeros y puede mejorar la salud de los huesos en los segundos.

Como la mayoría de suplementos, los probióticos son útiles en circunstancias específicas, pero no es necesario que los consumamos diariamente

Obviamente, señala 'Salon', estas pruebas tienen sus limitaciones: La mayor es que estos estudios fallan a la hora de demostrar el mecanismo por el cual los suplementos de vitamina D reducen la mortalidad o tienen otros beneficios para la salud. No se ha demostrado, sin embargo, que sean dañinos para nuestro organismo, como ocurre con otro tipo de suplementos.

Probióticos

Muchos estudios coinciden en destacar la función beneficiosa de los trillones de bacterias que viven en nuestro organismo y el daño que producen algunos antibióticos que tomamos para tratar resfriados y otras dolencias. De tal forma, no debería sorprendernos que el consumo de probióticos –suplementos ricos en bacterias, como el yogur– ayuden a regular la flora intestinal y nos equilibren.

En este sentido, un metaanálisis realizado en 2012 sobre una muestra de 82 pruebas reveló que el uso de probióticos –la mayoría de los cuales contenía bacterias como el 'Lactobacillus genus', presente en el tracto intestinal– reducen la incidencia de diarrea tras un tratamiento con antibióticos.

Sin embargo, los probióticos no son la cura para todos los problemas digestivos: no se ha demostrado que sean efectivos en el tratamiento del síndrome de colon irritable y otros problemas crónicos. Como la mayoría de suplementos, son útiles en circunstancias específicas, pero no es necesario que los consumamos diariamente.

Zinc

Si bien la vitamina C puede ser totalmente ineficaz a la hora de prevenir o tratar un catarro, el zinc, sin embargo,es bastante efectivo. Este mineral relacionado con numerosos aspectos de nuestro metabolismo celular parece que podría jugar un papel importante en el control de la replicación o los rhinovirus, los microbios causantes del resfriado común.

Este argumento ha sido demostrado en numerosas investigaciones. Un artículo publicado en 2011 que consideró 13 estudios terapéuticos –a los participantes se les dividió en grupos, uno tratado con suplementos de zinc y el otro con placebos–, señaló que el consumo de este mineral reducía significativamente la duración del catarro y sus síntomas eran más leves.

La efectividad de los suplementos de niacina solo ha sido probada para mejorar la condición de quienes han sufrido un problema cardíaco

Así que ya saben, si con este tiempo tan loco empiezan a congestionarse, pasen de la vitamina C y vayan directamente al zinc y la vitamina D, pero con moderación.

Niacina

Conocida como vitamina B3, la niacina es utilizada como cura en muchas dolencias (incluyendo el colesterol, el alzhéimer, la diabetes y los dolores de cabeza), pero en muchos de los casos, solo una elevada dosis de niacina sirve para apreciar los resultados.

La efectividad de los suplementos de niacina solo ha sido probada para mejorar la condición de quienes han sufrido un problema cardíaco. Un estudio realizado en 2010 reveló que las personas que consumían niacina reducían el riesgo de derrame cerebral o ataque de corazón.

Ajo

Como suplemento concentrado, es un tratamiento efectivo para controlar la presión sanguínea. Un metaanálisis realizado en 2008 reveló que consumir ajo diariamente reducía la presión de la sangre, sobre todo en adultos que ya al inicio tenían unos niveles altos.

También puede prevenir el cáncer, aunque no hay una evidencia tan clara. En este sentido, se ha observado una asociación entre el consumo de ajo y la reducida incidencia de cáncer, pero podría deberse a más de un factor.

Nos gusta creer en los milagros porque son rápidos, indoloros y no requieren de esfuerzo por nuestra parte. Al amparo por la moda de lo sano y una poderosa industria de la nutrición y la dietética, hace años que prolifera el consumo de suplementos vitamínicos que se acostumbran a tomar por temporadas –jalea real o vitamina C cuando el niño está de exámenes o si tenemos un catarro, por ejemplo–, o bien de forma constante –unas gotitas de valeriana para empezar el día con calma; eso sí, con el café con leche–.

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