Llegan los supermercados 'low low cost': aspecto soviético y todo a 30 céntimos
Sir Stelios Haji-Ioannou, el empresario griego dueño de la aerolínea de bajo coste, ha inaugurado su primer centro comercial para todos los bolsillos. Y cumple las expectativas
Por muchas críticas que acumule, está claro que el modelo 'low cost' no es solo una moda pasajera. Primero fueron las aerolíneas, luego los bares y ahora llega el turno de los supermercados. Sí, todos estamos familiarizados con el aspecto cutre y los precios imbatibles de las tiendas de descuento -tipo Aldi, Lidl o, en tiempos, Dia-, pero hay quien está dispuesto a llevar el asunto mucho más lejos. Y no es primerizo en el asunto.
Sir Stelios Haji-Ioannou, el empresario griego fundador y dueño de easyJet, ha inaugurado en el extrarradio de Londres (Park Royal) la primera easyFoodstore, en la que todos los productos cuestan 25 peniques, al cambio, unos 33 céntimos de euro.
En los pasillos del local (más parecido a un almacén que a una tienda), se pueden encontrar latas de sardinas o chili con carne, paquetes de azúcar, pasta o arroz, botes de kétchup e, incluso, botellas de aceite. La mayoría de los alimentos son de la línea EuroShopper, una marca blanca muy extendida en el norte de Europa, Grecia y Portugal. Como asegura Ashley Armstrong en 'The Telegraph', se puede llenar un carrito con todos los productos que oferta la tienda por menos de 20 libras.
Here's easyFoodstore. Reportedly doing brisk trade pic.twitter.com/ViajcV1dvo
— Bryan Roberts (@BryanRoberts72) febrero 1, 2016
Cierto es que los británicos ya están acostumbrados a tiendas de descuento como Poundland -donde todo se vende a una libra, como en su filial española, de nombre Dealz- y a las grandes cadenas alemanas, que arrasan entre las clases medias y bajas desde su introducción en el país hace 20 años. Pero la iniciativa de Sir Stelios va varios pasos más allá.
El Aldi es de pijos
El emprendedor griego lleva varios años intentando colarse en el competitivo mundo del comercio minorista. En su opinión, quedaba un hueco en el mercado del 'retail', “un espacio por debajo de las actuales tiendas de descuento como Aldi y Lidl”. Y, desde luego, a juzgar por el lugar y sus precios, parece posible ser aún más 'low'. En la tienda se acumulan los productos en austeras estanterías de metal, tal como vienen en sus cajas, sin ningún tipo de información: todo vale 25 peniques, así que no necesitas saber cosas como el precio por kilo.
Special Introductory Offer for February 2016
— easyFoodstore.com (@easyFoodstore) febrero 1, 2016
ALL ITEMS AT 25p EACH!https://t.co/uGd7NSMOxm pic.twitter.com/1ygyZdPoz8
Su supermercado, asegura el empresario, nace tras la experiencia que acumuló trabajando en bancos de comida en Grecia y Chipre, aunque esta vez con un “sentido más comercial”. Como ha explicado a 'The Telegraph', su intención es “servir a los menos pudientes”.
Un cambio de modelo
Los hábitos de compra de Reino Unido están cambiando del mismo modo que en España. Hace ya décadas que se abandonó el comercio tradicional en favor de las grandes superficies pero, de un tiempo a esta parte, lo que triunfa son las superficies medianas: los nuevos supermercados de barrio donde se pueden comprar los suministros del día a día sin necesidad de coger el coche y conducir al polígono más cercano. Es en este espacio donde quiere situarse easyFoodstore, pero en versión para pobres.
easyFoodstore looks like a Soviet era shop. Full of discounted cash-and-carry items. Will bargain-hunters like it? https://t.co/geSxmL0tpz
— Harry Wallop (@hwallop) febrero 1, 2016
Un portavoz de la cadena ha explicado en 'The Daily Mail' que los nuevos supermercados se abrirán en zonas deprimidas del sudeste de Londres “que encajan con nuestra demografía”, con compradores que “viven de los subsidios o de trabajos precarios”. Al fin y al cabo, la gente pudiente no va a acercarse a comprar a una tienda que parece “un economato de la era soviética”.
Por muchas críticas que acumule, está claro que el modelo 'low cost' no es solo una moda pasajera. Primero fueron las aerolíneas, luego los bares y ahora llega el turno de los supermercados. Sí, todos estamos familiarizados con el aspecto cutre y los precios imbatibles de las tiendas de descuento -tipo Aldi, Lidl o, en tiempos, Dia-, pero hay quien está dispuesto a llevar el asunto mucho más lejos. Y no es primerizo en el asunto.