Los cinco planes de la comunidad científica para acabar con el virus del Zika

Desde que el pasado 27 de noviembre las autoridades sanitarias brasileñas confirmaron la muerte de un hombre residente en la región amazónica de Maranhao por zika, la información sobre el virus inunda las páginas principales de los medios de comunicación. En Brasil, hasta el momento, el Ministerio de Sanidad ha confirmado tres muertes posiblemente relacionadas con el virus: un bebé, un hombre que también tenía lupus y una chica de 16 años. Y el virus se propaga como la pólvora por Latinoamérica a través de la picaduras del mosquito 'Aedes aegypti'.

Aunque el brote principal está ubicado en Brasil y apenas se conocen casos de infectados en los países vecinos -como Colombia, donde un reciente boletín epidemiológico habla de un total de 16.419 casos de zika, de los que 890 corresponderían a embarazadas-, desde hace algo más de dos meses, medio mundo está en alerta porque el virus pueda entrar en sus territorios y la OMS teme que entre tres y cuatro millones de personas resulten afectadas por el actual brote. Su rápida difusión (y su casi segura relación con malformaciones en recién nacidos) preocupa a las autoridades sanitarias, que han pedido a las mujeres de las zonas afectadas que se abstengan de quedarse embarazadas, así como a las ya encinta, viajar a estas zonas.

La comunidad científica busca técnicas más efectivas que consigan acabar con la epidemia antes de que sea demasiado tarde

En principio, se sabía que el virus solo afectaba a mujeres en estado de gestación, pero cada vez son más lo casos de pacientes que acuden a hospitales con fiebre, picores y dolor de cabeza consecuencia de las picaduras.

Aunque de momento solo afecta a las áreas cálidas y se desconoce cuál es su impacto real, las autoridades sanitarias recomiendan una serie de precauciones para prevenir el contagio de zika, como eliminar los criaderos de mosquitos, evitar el contacto con estos, aplicarse en la piel repelente, vestir pantalones largos con botas y camisas de manga larga, además de utilizar mosquiteros y toldillos para proteger a gestantes, niños, ancianos y enfermos.

No obstante, y a la espera de que se encuentre una vacuna contra el virus, la comunidad científica busca técnicas más efectivas que consigan acabar con la epidemia antes de que sea demasiado tarde. Aunque todavía no se ponen de acuerdo en cuál será la más eficaz.

1. Exterminar a las larvas con una bacteria

El Ministerio de Salud de Costa Rica ha informado recientemente de que pondrá en marcha una técnica para acabar con el mosquito 'Aedes aegypti', responsable de transmitir el virus del Zika, además de otros como el dengue o el chikunguña: introducir una bacteria llamada 'spinosad' ('Saccharopolyspora spinosa') en depósitos de agua de gran tamaño, naturales o no, donde se sospecha que el virus se reproduce, con el objetivo de contrarrestar el vector.

La idea es introducir la bacteria en forma de pastillas en el agua donde se crían las larvas del mosquito para exterminarlas, ya sea tras ingerirla o por contacto con la misma. En ningún caso matará al mosquito adulto, y, además, según los responsables, no genera ninguna toxicidad para el ser humano una vez hayan pasado dos meses y medio desde su introducción en el agua. “Es la mejor opción de tecnología biológica para el control de larvas que existe en el mercado, debido a la residualidad durante 10 semanas, que incluso permite el recambio del 80% de agua diario sin perder el efecto”, ha asegurado el encargado del Programa de Control de Vectores del Ministerio de Salud, Rodrigo Marín, en un comunicado de prensa.

Con la introducción de esta bacteria en el agua, no solo se acaba con las larvas del 'Aedes aegypti' sino que también afecta a otros insectos y fauna acuática

El Ministerio de Salud recomendó a los municipios, particulares con grandes propiedades, hoteles, centros educativos e industria en general usarla en el agua estancada de jardines, acequias, caños, estanques, piscinas o fuentes, siguiendo las recomendaciones de los distintos fabricantes.

“Se trata de una técnica efectiva a corto plazo, pero el problema es que con la introducción de esta bacteria en depósitos naturales de agua, no solo se acaba con las larvas del 'Aedes aegypti' sino que también afecta a otros insectos y fauna acuática. Además, tienen que estar muy seguros de que las larvas están ubicadas en la zona antes de aplicar la solución”, explica a El Confidencial Mar Ramos, bióloga especializada en entomología, actualmente colaboradora en la Universidad de Finlandia Oriental.

2. Machos con genes modificados

Otra posible solución es la que proponen desde la norteamericana FDA (Food and Drugs Administration), que consiste en modificar genéticamente a los machos de mosquito para que mueran antes de aparearse, de tal forma que se pueda controlar la población del 'Aedes aegypti'.

“Esta otra solución también ha generado cierta controversia entre la comunidad científica”, continúa detallando la entomóloga: “Al introducir un organismo genéticamente modificado en un sistema, se desconoce cómo va a afectar su presencia a otros organismos. Por ejemplo, estos mosquitos son la base de la alimentación de muchos pájaros, anfibios y reptiles, de tal forma que reducir sus niveles de población podría tener consecuencias directas sobre otras especies”.

Luke Alphey, fundador en 2002 de Oxitec, la primera empresa que ha utilizado mosquitos modificados genéticamente como armas para combatir este tipo de enfermedades, afirma que “de la experiencia realizada en ciertas zonas de Brasil, las Islas Caimán y Panamá, el 90% de la población de mosquitos desaparecía con esta técnica”. No obstante, y pese a que la mayoría de los expertos defienden que no pasaría nada, las autoridades de la FDA han asegurado que realizarán antes un estudio piloto en Florida para probar su utilidad.

3. Rayos X para acabar con la especie

No solo suena apocalíptico sino que se trata de una solución demasiado radical, pero tampoco se aleja demasiado de la anterior. Tras un cálculo exhaustivo de las pérdidas económicas y en vidas que podrían producirse por las picaduras de estos mosquitos (y otros insectos hematófagos), Daniel Engber propone en 'Business Insider' el uso de rayos X para esterilizar a los machos. En línea con la anterior propuesta de la FDA, la idea no es otra que 'capar' a los machos para que la raza deje de reproducirse hasta exterminarse por completo.

Se trata de modificar el esperma de los machos para que la descendencia sea solo de varones, de tal forma que la población se extinga

Edward F. Knipling, entomólogo pionero en el desarrollo de la Técnica del Insecto Estéril (TIE), fue quien inventó la aplicación de rayos X para esterilizar a especies de moscas fundamentalmente asociadas al ganado (parásitos), y en sus trabajos la técnica funcionó bastante bien. Los resultados positivos del uso de esta técnica en el pasado hacen pensar que podría ser una buena opción, pero lo cierto es que las pruebas realizadas en mosquitos dieron bastantes más fallos (si no se aplica la dosis adecuada, o bien se mata al mosquito o bien los rayos X no consiguen esterilizar al macho), por lo que no asegura nada.

4. Terminar con las hembras

En su extenso artículo, Engber también habla de utilizar la técnica inventada por Bruce Hay en el año 2007. Se trata de modificar el esperma de los machos para que la descendencia sea solo de varones, de tal forma que, al dejar de existir hembras que críen nuevas larvas, la población se extinguiría. A través de un conjunto de genes denominados 'egoístas', los mosquitos se volverían dominantes y tenderían además a matar a sus competidores. Sin embargo, como advierte Ramos, “esta técnica tan solo tiene futuro si se aplica a nivel local, no sirve para controlar grandes extensiones”.

5. Una vacuna contra el virus

Pese a que sería la solución más adecuada, la falta de conocimiento sobre la virulencia del virus y, sobre todo, de medios y dinero en las zonas afectadas hacen que encontrar una cura sea verdaderamente difícil. Además, la idea de desarrollar una posible vacuna es una de las alternativas más complicadas, teniendo en cuenta que el virus no afecta por igual a todos los infectados, por lo que resulta difícil encontrar una cura que palíe las diferentes manifestaciones del zika hasta el momento.

Mientras que algunos afectados apenas muestran leves fiebres, otros están en situación grave e internados en el hospital. Lo mismo ocurre con las mujeres embarazadas –hasta hace poco, principales portadoras del virus– ya que en los descendientes de algunas se están encontrando terribles problemas como microcefalias y en otras no ocurre absolutamente nada.