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El secreto de Button, la empresa en la que todo el mundo quiere trabajar
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'OMOTENASHI' PARA TODOS

El secreto de Button, la empresa en la que todo el mundo quiere trabajar

En poco más de un año se ha convertido en la compañía preferida de los trabajadores, y aunque utiliza un término japonés para hablar de su filosofía, tiene unos principios muy lógicos (y occidentales)

Foto: La compañía subió esta fotografía a su cuenta de Instagram junto al comentario "hay que amar a este equipo". (Instagram/@usebutton)
La compañía subió esta fotografía a su cuenta de Instagram junto al comentario "hay que amar a este equipo". (Instagram/@usebutton)

La revista de negocios 'Crain's' acaba de publicar su listado de las 100 mejores empresas de Nueva York para trabajar. El primer puesto lo ocupa Button, una 'start up' con apenas un año de vida que se dedica al B2B, es decir, a conectar diferentes aplicaciones como Ticketmaster, Airbnb o Uber. Con un capital inicial de 14,5 millones de dólares y una plantilla de 25 trabajadores, la compañía situada en Gramercy Park ha escalado rápidamente al primer puesto de la lista de las empresas más envidiadas. Pero ¿qué es lo que la distingue del resto?

La palabra que la compañía utiliza para resumir su filosofía es “ometanashi”, un término de moda desde que fue utilizado por Japón durante el discurso de su candidatura para las Olimpiadas de 2020. Por lo general, la palabra suele emplearse para referirse a la hospitalidad nipona que, en teoría, no tiene parangón en el resto del mundo. En la práctica, como explica Mike Jaconi, el CEO de la empresa, a 'Business Insider', suele referirse a “la capacidad del huésped para predecir lo que su invitado quiere antes de que lo pida”. Y este no es sólo el cliente, sino también el trabajador.

Los responsables de la firma lo tienen claro: si algo debe ser su compañía es una familia. Algo sencillo por ahora, puesto que sólo tienen 25 empleados

¿En qué se traduce el “omotenashi” en un contexto laboral? En poner la tirita antes de que se produzca la herida o, mejor dicho, en preocuparse de que los empleados tengan lo que necesitan incluso antes de que se den cuenta de ello, anticipándose a cualquier queja. Por eso han fomentado iniciativas como un permiso por paternidad o maternidad de 17 semanas y el pago de 1.000 dólares a cada uno de los empleados que tenga un hijo.

Somos familia

Los responsables de la firma lo tienen claro: si algo debe ser su compañía es una familia. Algo sencillo por ahora, dado que el número de sus empleados es, según la clasificación convencional, el de una PYME pequeña. Como explica uno de los fundadores de la firma a 'Crain's', la prioridad número uno para su empresa es apoyar a sus trabajadores a través de su vida personal. “Tener hijos es una de las cosas más importantes, si no lo que más, en la vida de la gente”, explicaba. “Queremos ser un apoyo y convertirlo en la experiencia más maravillosa posible”.

Esta apuesta por garantizar el bienestar del empleado a través de las ayudas a la paternidad se encuentra en auge entre muchas de las 'start up' tecnológicas. Hace apenas unas semanas Mark Zuckerberg anunció su decisión de tomarse dos meses de baja por paternidad, y Facebook ofrece a sus empleados la posibilidad de alargar este período hasta los cuatro. “Los estudios demuestran que cuando los padres trabajadores se toman tiempo para estar con sus recién nacidos, los resultados son mejores para los niños y para las familias”, señaló.

Hay otros campos en los que Button desea anticiparse a los deseos de sus empleados. Todos los años, la firma les otorga 500 dólares extra para que los gasten en sus vacaciones, que pueden ascender a los mil si tienen mujer o hijos. Además, han diseñado planes de propiedad de acciones para los empleados, bonus por rendimiento y otras recompensas repartidas mensualmente. Otro de los objetivos es responder a los intereses individuales de cada uno de los trabajadores de la empresa creando una formación específica a través de programas, cursos y seminarios con un presupuesto mínimo de 750 dólares por empleado.

Bienvenidos a nuestra casa

El principio que dirige todas esas decisiones es, como decíamos, el “omotenashi”, un concepto que suena moderno a la paz que tradicional: es un término de 'marketing' perfecto. Como explica Jaconi, se trata de la “habilidad para proporcionar a alguien una experiencia que predice dónde se encuentra o lo que quieren hacer”. De igual manera que el objetivo de las tiendas modernas como Amazon es ofrecer al consumidor aquello que desea antes de que se dé cuenta de que lo quiere, algo semejante ocurre con las peticiones de los empleados, que reciben un libro de bienvenida con los valores de la empresa nada más ser contratados.

Se trata de una generación que no desea realizar sacrificios personales para alcanzar el éxito, pero que tampoco quiere quedarse encasillada

Desde luego, no se puede negar la habilidad de la empresa para transformar algo básico –mantener al trabajador feliz para garantizar su productividad– en una seña de identidad. Sin embargo, como ocurre cada vez que un término pasa a popularizarse en el mundo de la empresa, no es oro todo lo que reluce. Como recuerda 'The Japan Times', muchos japoneses detestan dicho concepto debido a la arrogancia asociada al mismo, que sugiere que la hospitalidad nipona no tiene parangón en otro país del mundo.

Más bien debería entenderse como la apropiación occidental de un concepto que suena muy bien, aunque en realidad no haga otra cosa que señalar hacia los mecanismos que las empresas modernas deben poner en marcha si no quieren quedarse atrás. Algo esencial en un sector como el tecnológico, formado ante todo por trabajadores jóvenes con toda la vida por delante, pero que también sienten el deseo de formar sus propias familias. Se trata de una generación que, al contrario que otras que le precedieron, no desea realizar sacrificios personales para alcanzar el éxito, pero que tampoco quiere quedarse encasillada en su zona de confort. Por ello, la formación y los programas de paternidad son dos factores importantes para el bienestar de los trabajadores, algo de lo que empresas de todo el mundo pueden y deben tomar buena nota.

La revista de negocios 'Crain's' acaba de publicar su listado de las 100 mejores empresas de Nueva York para trabajar. El primer puesto lo ocupa Button, una 'start up' con apenas un año de vida que se dedica al B2B, es decir, a conectar diferentes aplicaciones como Ticketmaster, Airbnb o Uber. Con un capital inicial de 14,5 millones de dólares y una plantilla de 25 trabajadores, la compañía situada en Gramercy Park ha escalado rápidamente al primer puesto de la lista de las empresas más envidiadas. Pero ¿qué es lo que la distingue del resto?

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