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Un profesor rechaza 11 millones de dólares por enseñar en un centro de Hong Kong
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tiene 28 años

Un profesor rechaza 11 millones de dólares por enseñar en un centro de Hong Kong

Lam Yat-yan es un cotizado maestro por el que dos empresas pujan fuerte. "Para mí no hay diferencia entre tener 50 u 80 millones", dice él

Foto: Lam Yat-yan ofrece sus clases (Facebook)
Lam Yat-yan ofrece sus clases (Facebook)

Se les trata como estrellas de cine, se comportan como auténticos ídolos y se les venera como si fueran divinidades. Ser profesor en Hong Kong puede resultar una profesión muy rentable si se consigue ascender posiciones en la lista de lo más solicitados por los estudiantes. Tanto, que gracias a la enseñanza es posible aumentar los ceros en la cuenta corriente de manera sustancial. ¿Se imagina un maestro que disponga de más de 50 millones de dólares?

Existe. Se llama Lam Yat-yan y tiene 28 años. A pesar de su corta edad, este joven ha conseguido que los centros de enseñanza privada e intensiva hongkoneses se peleen por tenerle en plantilla. La importancia de que una u otra empresa se haga con estos profesores estrella resulta fundamental, pues de ellos depende que más o menos alumnos se matriculen aumentando en proporción sus beneficios. Estos maestros son, sin duda, los emblemas que más alto enarbolan los centros para orgullo y gloria de su fama.

Ahora, Yat-yan se ha convertido en objeto de disputa entre Modern Education y Beacon, dos de los reputados 'colegios' que quieren hacerse con él. Como sea. No importa si hay que ofrecerle 11 millones de dólares. De hecho, así lo hizo Modern Education en una carta abierta publicada en la prensa china la semana pasada: tan suculenta cifra sería suya si abandonaba su actual compañía y se 'mudaba' a la oferente.

Según publica 'Financial Times', Lam Yat-yan –al que describen como un cantante de 'boy band' por su peinado y su estilismo– ha rechazado la tentativa. “Beacon me ha proporcionado un lugar de trabajo justo y razonable, y para mí no hay diferencia entre tener 50 u 80 millones”, confesó en su cuenta de Facebook como motivo de su renuncia, tal y como puede verse sobre estos párrafos. Este profesor que, como puede comprobarse en la publiación inferior emitida desde la conocida red social, es tratado como una celebrity y su rostro puede verse en grandes carteles distribuidos por Hong Kong.

Idolatrado por sus alumnos

Las clases de Lam Yat-yan se han hecho famosas por su efectividad y uso de la psicología como pieza clave. “He visto llorar a gente llorar en sus clases a través de vídeo por culpa de lo que dice sobre motivación”, asegura Tiffani Lai, una de sus exalumnas, que le califica como “un buen conversador”. “Tengo amigos que le adoran como a un Dios”, reconoce Coby Lam, otro de los afortunados estudiantes que ha tenido el privilegio de asistir a sus clases.

Pero no sólo su faceta dialéctica es la que encandila a su alumnado, sino que sus dotes como profesor van más allá y provén de excelentes resultados a todo aquel que pasa por sus manos. “Un amigo mío saca mejores notas después de ir a sus clases, y por eso yo también decidí inscribirme con él”, recuerda Coby. Testimonios como estos son los que animan a Modern Education y Beacon a pujar fuerte por él, pues de Yat-yan dependen directamente el 40% de sus ingresos.

Una educación cobrada a comisión

La enseñanza es un gran negocio en Hong Kong, donde las familias más pudientes reservan auténticas fortunas para que sus retoños puedan tener acceso a los mejores centros educativos de cara a la universidad. Los altos puestos están copados, y hay que luchar duro para poderse hacer hueco en un sector muy competitivo amenazado continuamente por la sombra del envejecimiento imparable de la población. Para ello, la mejor opción posible es que la educación del estudiante recaiga sobre los mejores.

Por eso, los padres de los alumnos están dispuestos a pagar lo que haga falta con tal de que sus hijos consigan el éxito. Lo mejor, en este caso, se llama Lam Yat-yan. Este tutor, igual que el resto de compañeros de profesión, cobra un sueldo a comisión por estudiante, lo que se ha visto favorecido gracias a las nuevas tecnologías: las clases no presenciales a través de internet amplían sustancialmente su público objetivo. Cuatro sesiones se cobran a 590 dólares.

Se les trata como estrellas de cine, se comportan como auténticos ídolos y se les venera como si fueran divinidades. Ser profesor en Hong Kong puede resultar una profesión muy rentable si se consigue ascender posiciones en la lista de lo más solicitados por los estudiantes. Tanto, que gracias a la enseñanza es posible aumentar los ceros en la cuenta corriente de manera sustancial. ¿Se imagina un maestro que disponga de más de 50 millones de dólares?

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