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Anxo Pérez, el gallego que cambiará por completo cómo aprendemos idiomas
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APRENDE A HABLAR UNA NUEVA LENGUA EN 8 MESES

Anxo Pérez, el gallego que cambiará por completo cómo aprendemos idiomas

El de Finisterre afirma haber encontrado un sistema innovador para afrontar la enseñanza del inglés, y no se parece en nada a lo que hemos visto hasta la fecha. Su éxito es su mejor aval

Foto: El superventas 'Los 88 peldaños del éxito' acaba de ser reeditado en forma de musical.
El superventas 'Los 88 peldaños del éxito' acaba de ser reeditado en forma de musical.

“Lo que distingue este método de los anteriores es todo”. Así explica Anxo Pérez, acompañando la aseveración de una breve risa, 8Belts, el sistema de aprendizaje de idiomas que le ha hecho saltar a la fama internacional y que hoy en día utilizan 30.000 estudiantes en 45 países diferentes. Un modelo que comenzó utilizando para enseñar el chino mandarín a través de una plataforma informática y que acaba de marcarse como objetivo enseñar inglés a los españoles, una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro país.

“Hemos creado un antes y un después en la enseñanza de idiomas”, recuerda Pérez a El Confidencial. “¿Es un método milagro? Por supuesto que no, requiere esfuerzo, pero ofrece resultados”. Muchos quizá conozcan al emprendedor gallego por sus apariciones televisivas en el programa de Pablo Motos o en el de Susana Griso, gracias sobre todo a su libro 'Los 88 peldaños del éxito' (Alienta), en el que explicaba su trayectoria vital, que le hizo dejar su hogar a los 15 años para ganarse la vida en EEUU trabajando como intérprete en instituciones como la ONU. Ello le condujo a fundar 8Belts, que en un primer momento tenía como objetivo la enseñanza del

“Vi un problema que sufría en mis propias carnes y más tarde me di cuenta de que era una oportunidad de negocio”, explica Anxo. “Lo que sucedió fue que lo que en principio era una idea terminó convirtiéndose en algo explosivo. Fueron 40.000 horas de trabajo dedicadas a desarrollar la metodología y crear la empresa”. El emprendedor, que sigue siendo el único accionista de la compañía, nos cuenta la historia del primer alumno que 8Belts tuvo, llamado Hugo. Pérez le propuso, ya que la metodología está basada en conversaciones con nativos, quedar en persona y charlar durante media hora en mandarín. “La conversación, que tenía que haber sido de treinta minutos, terminó convirtiéndose en sesenta, solamente en chino. Me pareció impactante. Le dije que podía ser que lo que acabábamos de ver no se hubiese visto antes: que en tan sólo tres meses, sin viajar al país, pudiese mantener una conversación de sesenta minutos en un idioma tan complicado como el chino. Ese día me di cuenta de que teníamos una bomba”. Pero, ¿cómo consigue alguien defenderse en chino en apenas tres meses?

Una metodología, dos claves

El sistema se basa en sesiones de 30 minutos de duración a través de una plataforma web de 8Belts que uno debe respetar escrupulosamente. No hay lecciones teóricas, ni aprendizaje de gramática, ni libros de texto, ni estudio en casa, ni siquiera lo consideran “clases”. “Lo que plantea es una ruta de aprendizaje, como una escalera en la que cada cosa que aprendes es un peldaño”, explica Pérez. Las sesiones plantean objetivos diarios para los que se utiliza una serie de indicadores, que pueden estar en rojo o en verde, que significan “repasar” y “avanzar”, y que configuran los diferentes objetivos (o Belts), de los que se compone el sistema. Pablo Motos, por ejemplo, es Belt 4 de mandarín; Emilio Butragueño, Belt 5 y Juanma López Iturriaga es Belt 6. Un sistema que favorece la superación personal al provocar que el usuario considere el siguiente hito como un reto.

La primera clave es la que Anxo Pérez denomina la Teoría de la Cara de Gandhi, que ha expuesto repetidamente en charlas como la impartida en una charla Ted: “Viene a decir que si tuviéramos que construir el retrato de un personaje histórico con un puzzle, habría dos maneras de hacerlo, de igual manera que aprender un idioma. Por un lado, coger una pieza azul del cielo, otra pieza, otra y otra, y pasarían varios años y tendrías miles de piezas del cielo pero no sabrías de qué trata ese cuadro. La forma más correcta de hacerlo para que la gente supiese en el menor tiempo de lo que se trata sería empezar por la nariz, y luego seguir desde ahí. Con las mismas piezas, tendrías muchas más información: todas las piezas son igual de grandes, pero no igual de importantes”.

Esa metáfora debe aplicarse al aprendizaje de idiomas: el sistema se basa en conocer y centrarse en lo verdaderamente importante para obtener la información necesaria en el menor tiempo. “Todo lo que quieras aprender tiene una cara de Gandhi, sea un idioma, un instrumento musical o cocinar”. Ello está relacionado íntimamente con lo que denomina la Teoría del Descarte, y es poner el foco en aquello imprescindible para el idioma y eliminar lo superfluo, sobre todo a la hora de entenderse en una conversación. Algo que relaciona a 8Belts con la visión de otros célebres políglotas como Benny Lewis. Y por ello mismo la duración del aprendizaje es la misma en todos los idiomas, sea chino o inglés. La constancia es mucho más importante que el talento o los conocimientos previos.

Lo que conseguimos es que con 30 minutos al día mantengas una conversación. Lo que no podemos conseguir es que des un discurso y seas experto

La segunda clave es mantener las piezas juntas, es decir, garantizar que lo aprendido, aunque no sea mucho, se retenga. “En el sistema tradicional, recibes muchísima información, pero al cabo de una semana ya no la recuerdas, es imposible. Yo defiendo que la clave no está en cuánta información entra en tu cerebro, sino en cuánta retienes. Nosotros hemos creado una serie de algoritmos que se aseguran de que esta retención sea del 100%. Imagina un sistema tradicional en el que estudias 100 cosas y recuerdas 10 e imagina otro en el que estudias 50 y las recuerdas todas. Eso es 8Belts”.

Un sistema idóneo para conversar

Si 8Belts resulta convincente no es tanto por prometer el oro y el moro, sino por explicar claramente sus objetivos y sus limitaciones. Se trata de un sistema pensado no para sacarse un C2 en Cambridge o escribir una novela en mandarín, sino para desenvolverse oralmente y con soltura en muy poco tiempo, algo que puede resultar útil a, por ejemplo, un expatriado que se vea obligado a trabajar fuera. “Lo que conseguimos es algo único, que con 30 minutos al día alguien mantenga una conversación. Lo que no podemos conseguir es que en ocho meses des un discurso en inglés o en chino, no vas a ser un experto, ese no es el objetivo. Pero ya has roto la barrera entre hablar y no hablar”. En definitiva, las grandes críticas a su sistema se centran en pedirle aquello que nunca ha ofrecido –conocimiento gramatical, profundización en la vertiente cultural de la lengua, pronunciación perfecta–, aunque la compañía se compromete a devolver el dinero al cliente si no alcanza su objetivo.

Para Anxo son dos los grandes problemas de la enseñanza tradicional. Por un lado, dar muchísima información, gran parte de la cual es irrelevante. “Nadie ha adquirido un idioma aprendiendo los nombres de todas las frutas o de todos los medios de transporte, eso no funciona”, recuerda el emprendedor, que explica que el método da prioridad a los conceptos más frecuentes y los más combinables. “El segundo error es la retención: el sistema tradicional está hecho para que olvides la mayor parte de lo que aprendas. Si sólo vas a retener una parte muy pequeña, ¿por qué no centrarse en eso expresamente? Si te dieran la información que vas a utilizar y te centras en ella obtendrás grandes resultados en poco tiempo”.

Anxo Pérez, independientemente de su método, es un personaje peculiar en sí mismo. Su biografía afirma que trabajó como intérprete para, entre otros, el FBI o Barack Obama –además de la ya citada ONU–, que domina 9 idiomas y que ha recibido el Premio Ciudadano Europeo 2014, galardón ofrecido por Foro Europa. Uno de los primeros que creyó en él fue, significativamente, César Alierta, presidente ejecutivo de Telefónica: “Me reuní con él y le conté que había creado el primer método que enseñaba un idioma en ocho meses y que era algo único a nivel mundial, lo vio clarísimo y cerramos un importante acuerdo como clientes que nos dio no sólo capital, sino prestigio y reconocimiento”. El pasado lunes, Pérez volvió a dar una conferencia magistral en el Auditorio de Telefónica, lo que para él ha significado cerrar un círculo en el que, mientras tanto, 8Belts ha pasado de 1 a 100 empleados y ha crecido un 400% anual.

“Lo que distingue este método de los anteriores es todo”. Así explica Anxo Pérez, acompañando la aseveración de una breve risa, 8Belts, el sistema de aprendizaje de idiomas que le ha hecho saltar a la fama internacional y que hoy en día utilizan 30.000 estudiantes en 45 países diferentes. Un modelo que comenzó utilizando para enseñar el chino mandarín a través de una plataforma informática y que acaba de marcarse como objetivo enseñar inglés a los españoles, una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro país.

Susanna Griso Pablo Motos Barack Obama César Alierta ONU
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