Las claves que debes utilizar para saber si te están engañando

En ocasiones no nos vendría nada mal que el mundo fuese como la película Increíble, pero falso en la que nadie sabía mentir y todo lo que decían era verdad. Esta ficción en un primer momento parece un mundo idílico, puesto que la gente es más transparente y noble, pero también tiene sus puntos negativos.

Quizá, pensándolo bien, tampoco está tan mal que la mentira resida en la naturaleza humana. Al menos, esto provoca que nuestra realidad sea, en muchas ocasiones, más divertida y llevadera. Sea como sea, en dicha película al final todo se va al traste cuando el personaje principal (Ricky Gervais) aprende a decir trolas y comienza a contarlas continuamente. Evidentemente, no todo es tan simple. La mentira es solo una posibilidad dentro de la naturaleza y de nuestra capacidad de raciocinio, pero hemos de reconocer que en ocasiones es muy incómodo vivir con ella, puesto que nunca es apetecible desconocer si están siendo sinceros con nosotros o nos la están metiendo doblada.

Qué mejor manera de cortar la duda de raíz que preguntando y demostrando preocupación mediante la pregunta directa y cara a cara

Hay personas que tienen una habilidad especial para detectar si alguien les está mintiendo (solo hace falta mirar a nuestras madres), pero también hay otra gente que tiene un don para la mentira y nos puede contar la historia más rocambolesca del mundo que, probablemente, les acabaremos creyendo. Por estos motivos, nunca está de más estar preparados para dar caza a todos los potenciales mentirosos que nos podemos topar en nuestra vida. Esta es una serie de consejos para detectar trolas.

1. Preguntar directamente

En muchas ocasiones nos centramos en llevar a cabo todo tipo de tretas o estratagemas para detectar si una persona nos está mintiendo y así conocer la verdad sin tener que recurrir al contacto directo. Sin embargo, en muchas ocasiones la mejor, y única, manera de saber algo a ciencia cierta es preguntarlo abiertamente. Está claro que en ocasiones no va a ser sencillo sacar determinados temas a colación, como cuando creemos que nos traiciona un ser querido o que nos está engañando nuestra pareja, pero qué mejor manera de cortar la duda de raíz que preguntando y demostrando preocupación mediante la pregunta directa y cara a cara.

2. Fijarse en los detalles

Para todas aquellas personas que eluden la confrontación directa, no hay mejor forma de ver si alguien es sincero que ser observador, puesto que siempre hay una serie de pistas que dejamos al mentir. Un interesante estudio realizado por el investigador James W. Pennebaker de la Southern Methodist University indica que a la hora de mentir se utiliza más la primera persona, se evitan los términos que expresan sentimientos y se recurre a las temidos adversativos: “te quiero, pero..,”, “Todo iba bien. Sin embargo…”. Otro aspecto de vital importancia son los silencios y determinadas reacciones. Un estudio de la UCLA muestra que es muy habitual que cuando una persona miente al responder una pregunta repita ésta o tarde más de lo normal en dar una respuesta.

3. Fiarse del sexto sentido

Suena a tópico, pero cuando el río suena, agua lleva. Estamos acostumbrados a escuchar centenares de frases al día y raro es que nos planteemos su veracidad ¿qué nos lleva a pensar que alguien nos está mintiendo? La respuesta es clara y sencilla: la intuición. Un estudio puso a prueba a 51 parejas, en la que los participantes del estudio tenían que demostrar el nivel de confianza que tenían en el otro a partir de la realización de un dibujo. Los resultados mostraron que, en efecto, existía una correlación entre aquellas parejas infieles y los bajos niveles de confianza. Eso sí, una de las limitaciones que señalan en el propio estudio son las complicaciones cuando se trata de algo personal, puesto que puede provocar que nuestra opinión sea mucho más subjetiva y, por tanto, esté fuertemente influida por diferentes hechos que, quizá, no tengan demasiado que ver.

El sesgo subjetivo puede volverse en nuestra contra, por lo que siempre es interesante preguntar la opinión a alguien de nuestra confianza

4. Preguntar a otras personas

En muchas ocasiones lo más duro e incómodo de que nos mientan es enterarnos de que hemos sido los últimos en saberlo, porque termina por juntarse la terrible sensación de traición con la de sentirse un pardillo. Sin embargo, ya hemos dicho que el sesgo subjetivo puede volverse en nuestra contra, por lo que siempre es interesante preguntar la opinión a alguien de nuestra confianza o, directamente, a alguien que creamos que pueda saber la verdad. Hemos de tener claro que las personas que nos mienten en muchas ocasiones están preparadas para responder a nuestras preguntas, pero una persona que sepa la verdad, y sea ajena al problema, posiblemente no tenga escapatoria. Esto provoca que sea más sencillo que cometa un error. Nunca está de más conocer una segunda opinión.

5. Lenguaje no verbal

No es nada nuevo que la forma en la que gesticulamos dice, en muchas ocasiones, mucho más que nuestras palabras. Existen muchos bulos sobre un determinado gesto que siempre nos dirá si alguien está mintiendo, pero la verdad es que el lenguaje no verbal es mucho más complejo. Por estos motivos, hemos de prestar mucha atención a cómo se expresa una persona y seguir nuestro instinto, puesto que es muy posible que nos esté mintiendo una persona que mira a la izquierda, oculta sus manos y se muestra nervioso.