De Cascais a Madeira: diez playas para perderte en Portugal

La costa de Portugal siempre ha destacado por se un destino clave para los amantes de las buenas playas [aquí puedes disfrutar con las fotografías de las más bonitas de Europa]. Arenas blancas, aguas cristalinas y un paisaje natural único como compañero de viaje. Si tienes previsto hacer un viaje a nuestro país vecino y comprobar en persona la belleza del país luso, no dudes en echar un vistazo a las playas que te proponemos desde 'El Confidencial'.

1- Dona Ana, la joya del Algarve

La joya de la Costa de Oro. La Playa de Dona Ana cuenta con aguas trasparentes y arenas doradas. Las rocas calcareas esculpen barrancos y cavidades imposibles a su alrededor. Es muy recomendable visitar el pequeño mirador que está arriba y practicar el buceo en sus aguas transparentes, ya que cuenta con una abundante vida submarina. Muy cerquita está la playa del Pinhao, otra visita obligada.

2- El arenal infinito de Praia de Comporta

Doce kilómetros de arena blanca conforman este arenal casi virgen muy poco conocido incluso entre los propios portugueses. La playa está rodeada de dunas, pinares y arrozales y en ella habitan multitud de especies silvestres. Es el destino predilecto de muchas 'celebrities'. En sus aguas se ha podido ver a Carla Bruni y a Nicolás Sarkozy o a los hermanos Casiraghi. Está situada en el extremo sur de la Península de Troia y es testigo de varias competiciones de 'kitesurf' al año.

3- Un oasis para mejorar la salud: Porto Santo, en Madeira

La isla de Porto Santo, en Madeira cuenta con casi diez kilómetros de playa. Su arena está especialmente recomendada para personas con problemas en los huesos y reuma por sus propiedades medicinales. De hecho, es habitual que la gente se entierre en ella para beneficiarse de sus bondades. Esta arena, muy carbonatada, puede encontrarse también en Canarias y Cabo Verde. La isla de Porto Santo es de origen volcánico y cuenta con temperaturas templadas prácticamente todo el año.

4- Guincho en Cascais, el paraíso de los surfistas

El mar bravo del Atlántico convierte a la playa de Guincho en uno de los lugares predilectos de los surfistas de medio mundo. Se encuentra a seis kilómetros de Cascais, en la carretera que lleva al medievo de Sintra. De fondo se puede ver el incomparable Cabo de la Roca, el extremo más occidental de toda Europa. A pesar del fuerte oleaje y el viento también es un buen destino para quien quiera pasar un día tranquilo y familiar.

5- La isla secreta, el secreto mejor guardado del Algarve

Uno de los secretos mejor guardados del Algarve se llama 'ilha deserta'. Esta playa virgen, prácticamente deshabitada se encuentra en el área de la Ría de Formosa. Para llegar a ella hay que hacerlo por mar, saliendo del puerto de Porta do Sol, en Faro. Un arenal de diez kilómetros, lejos del mundanal ruido, en el que habita una abundante fauna. Es habitual encontrar flamencos recorriendo su arena.

6- Meco, territorio nudista

La playa de Meco, con cuatro kilómetros de arenal, es uno de lo lugares más conocidos de Portugal para practicar el nudismo, especialmente en la zona más al sur. El norte, no nudista y frecuentado por familias, es conocido por ser la sede del torneo internacional de 'frisbee'. Cerca de la playa existe una zona rica en arcilla verde, muy buena para la piel. Es habitual encontrar a personas con el cuerpo completamente cubierto de barro secándose al sol. También la frecuentan surfistas y pescadores.

7- Playa Mohinos, la perla negra de las Azores

El archipiélago de las Azores alterna a lo largo de su costa las típicas playas de arena blanca con las calas de arena negra. Una de las más bellas es playa Moinhos, en la imagen. Cerca de este área salpicada de acantilados encontramos una pequeña localidad llamada Porto Formoso. Las Azores son islas de origen volcánico. El negro del basalto aporta un hermoso y diferente contraste con el azul del mar que hace únicas a estas playas.

8- Cacela Velha, una lengua de arena en el mar

Como una lengua de arena que se introduce en el mar. La playa de Cacela Velha está junto a la Ría Formosa, en la península que le da nombre. Playa de Cacela es un lugar perfecto para alejarse del ruido y la rutina. Llegar hasta ella puede ser toda una aventura, ya que no existe ningún ferry que haga esta ruta. Tampoco muelles ni embarques. Para acceder a ella hay que partir a pie desde la playa Manta rota y recorrer sus viveros de ostras y almejas.

9- Zambujeira do Mar, para 'surfers' y melómanos

En el Parque Natural del Sudoeste Alentejano, encallado en la Costa Vicentina, reside este pequeño pueblo de pescadores. Una burbuja de calma donde es habitual la práctica de la vela y el surf, aprovechando el fuerte oleaje del Atlántico. Cada mes de agosto se celebra en ella el Festival del Sudoeste, uno de los festivales de música más conocidos del país.

10- Una escapada 'chic' en San Pedro de Moel

Con uno de los mares más revueltos de la costa lusitana, esta playa es un lugar perfecto para los surfistas, los amantes de la pesca deportiva y la caza submarina. El pueblo que le da nombre está cerca de la población de Marinha Grande, rodeado por el gran Pinar de Leiria. En él puede encontrarse mucho ambiente y varios restaurantes que abarcan una amplia gama gastronómica.